Vacaciones en plena naturaleza en los bosques de Finlandia
Los finlandeses están enamorados de sus cabañas rurales, que ellos conocen como mokki. No es de extrañar: en un país con una de las mayores masas
Los finlandeses están enamorados de sus cabañas rurales, que ellos conocen como mokki. No es de extrañar: en un país con una de las mayores masas forestales del planeta (un 73,9% de su superficie según datos de la ONU, el porcentaje más alto de Europa), el amor por la vida campestre es mayúsculo.
La estancia en un mokki es sinónimo de varias cosas. Tranquilidad, porque la baja densidad de población nos permite permanecer escondidos de miradas ajenas, pero también amor por la naturaleza y bienestar. Hasta medio millón de establecimientos rurale se reparten por el territorio, por lo que no es difícil encontrar uno que se adapte a nuestro bolsillo y nuestras necesidades.
Hay casas en islas privadas, refugios escondidos en la montaña entre la exuberante naturaleza, cabañas con acceso directo a un lago e incluso establecimientos peculiares, como una antigua estación de bomberos. Este es el caso de Wanha Paloasema, ubicada a 110 kilómetros al este de Helsinki.
Esta antiguo puesto de bomberos conserva la estructura exterior del inmueble y algunas fotografías que cuentan a los viajeros la historia del edificio en el que se encuentran, pero fue completamente reformado en su interior durante 2006. La cabaña cuenta con espacio para diez personas y dispone de sala de estar, cocina y varios cuartos de baño. Además, la sauna con bañera a orillas del lago y las canoas a disposición de los huéspedes harán las delicias de los amantes de la buena vida. Cerca hay iglesias medievales y centros de ornitología que visitar. Cuesta 1.100 euros por una semana y 420 por un fin de semana.
Para integrarnos por completo en la naturaleza la mejor opción está en Koron Korsu, una cabaña escondida tras una loma de arena en la orilla de la laguna de Korsulampi, en Posio, a sólo 130 kilómetros al sur de la legendaria Rovaniemi, en Laponia. Su decoración de estilo rústico es sólo un avance del retorno a lo primitivo que nos propone este establecimiento: la iluminación se realiza con velas, el cuarto de baño se encuentra en el exterior y el agua potable proviene del manantial que hay junto a la cabaña. En las proximidades se encuentra el cañón Korouoma, un lugar idílico donde practicar senderismo y pesca. Es posible reservarla por 70 euros/noche.
Dejamos la más lujosa de las opciones para el final. Si lo que buscamos es aislamiento total y la sensación de sentirnos los reyes del mundo tenemos que alojarnos en Villa Fregatti. Se encuentra en la isla privada Aateli, localizada en el lago Nauasjärvi. Parece el reverso de Koron Korsu, ya que cuenta con tres dormitorios, chimenea, sauna, hidromasaje, home cinema y terraza acristalada. El acceso se realiza por barco (uno de ellos puede ser alquilado además para realizar actividades de pesca) pero los más elitistas pueden optar por el helicóptero para llegar hasta allí. El precio es más elevado que en los casos anteriores: por un fin de semana, entre 1.295 y 1.475 euros. Por una semana completa, 8.950 euros.
Estas son sólo tres alternativas aunque en la web de turismo del país, visitfinland.com, encontraremos muchas más opciones y seguro que alguna se adapta a nuestras vacaciones soñadas.
Los finlandeses están enamorados de sus cabañas rurales, que ellos conocen como mokki. No es de extrañar: en un país con una de las mayores masas forestales del planeta (un 73,9% de su superficie según datos de la ONU, el porcentaje más alto de Europa), el amor por la vida campestre es mayúsculo.