Kettlebell swing: ¿qué es ese ejercicio del que todo el mundo habla?

El ejercicio físico tiene muchas ventajas para nuestro organismo, pero también para nuestro espíritu. No solo nos ayuda a liberar endorfinas y nos hace sentir mejor, también es efectivo para mantenernos activos y poder despejar nuestra mente.

Pero no siempre es sencillo mantener de forma constante una rutina de ejercicios. A menudo la pereza hace acto de presencia y ese es el peor enemigo que hay que combatir si queremos seguir estando en forma.

Una manera de activarnos es probar cosas nuevas que despierten en nosotras las ganas de aprender, de seguir creciendo y disfrutando del deporte. Por eso merece la pena prestar atención a esos ejercicios que van adquiriendo popularidad.

Sin duda, el kettlebell swing es uno de los que más adeptos han ido ganando en los últimos tiempos. Pero, ¿en qué consiste este ejercicio y qué lo ha convertido en uno de los más deseados por celebrities del mundo entero?

Ha ganado adeptos gracias al crecimiento del crossfit. Sus sistemas de entrenamiento se han convertido en habituales de muchas rutinas y este es uno de ellos ya que sus efectos son evidentes en casi todo el cuerpo.

El kettlebell swing, o balanceo con pesas rusas, ayuda a fortalecer la zona abdominal así como los bíceps, tonifica glúteos, trabaja el core y los brazos y afina la cintura. Además quema muchas calorías.

Para realizarlo se emplea una kettlebell o pesa rusa, que básicamente es una pesa con forma de bola pero con una base plana y un asa para que puedas sujetarla. Hay diferentes pesos, siendo de 2 kilos las más ligeras.

Así, para realizar los swing debes colocarte de pie, abriendo las piernas a una distancia un poco mayor de la que marcan tus hombros y con las puntas de los pies apuntando ligeramente hacia fuera. Pon la pesa entre los pies.

El ejercicio comienza flexionando las rodillas para coger la pesa con ambas manos. No las coloques muy juntas, es mejor tenerlas un poco separadas para controlar mejor el peso de la kettlebell.

Durante el ejercicio debes mantener siempre la espalda recta, la mirada al frente, los abdominales y glúteos apretados y los brazos estirados. Con un movimiento de cadera, eleva la kettlebell hasta que llegue la altura del pecho, paralela al suelo.

Deja que la pesa vuelva hacia atrás retrasando la cadera y flexionando ligeramente las rodillas. Ten cuidado, ya que no debe llegar a ser una sentadilla. Espira cuando la pesa suba e inspira cuando baje. Repite el balanceo, como si fuera un columpio.

Ten mucho cuidado con la postura de tu cuerpo mientras lo haces ya que podrías hacerte daño. Tanto para este ejercicio como para cualquier entrenamiento nuevo, lo ideal es ponerse en manos de expertos que te puedan guiar y te ayuden a mantener la postura correcta.