El Barcelona de Carme Chaparro: "Para mí siempre será la ciudad de las primeras veces"

Carme Chaparro (Salamanca, 1973) lleva casi 25 años dedicándose a lo que considera su verdadera pasión, la comunicación en el sentido más amplio de la palabra, combinando televisión con colaboraciones en revistas, coaching empresarial o participando en conferencias sobre comunicación, igualdad y violencia de género.

El azar, o más bien el trabajo de su padre como visitador médico, hizo que Carme Chaparro naciera en Salamanca, pero Barcelona es su ciudad. En ella pasó su infancia y juventud, en ella comenzó a desarrollar su carrera profesional y a ella regresa siempre que puede. Adora el mar y reconoce que nada iguala la sensación de recorrer la costa de la ciudad de playa en playa, desayunar en el hotel W, comer un arroz en la Barceloneta o tomar una copa mientras ve ponerse el sol tras la montaña de Montjuïc. También le gusta perderse por las callejuelas del barrio Gótico porque “me produce un placer especial y calma en el alma".

Este verano volveremos a verla al frente de Informativos Telecinco, sustituyendo a Pedro Piqueras. También podemos disfrutar de ella a través de sus libros. Acaba de publicar 'Delito' (Espasa), un thriller en el que aborda temas muy candentes desde su mirada periodística. Este último trabajo se suma a la trilogía que protagoniza su personaje de ficción Ana Arén —compuesta por 'No soy un monstruo', 'La química del odio' y 'No decepciones a tu padre'—, el ensayo 'Calladita estás más guapa' y el libro infantil '¿Conoces a mi lágrima?'.

Con esta guía de excepción nos vamos a redescubrir la Ciudad Condal.

Tu primer recuerdo de Barcelona

“La casa de mi abuela, en la Riera Blanca, una calle que hace frontera entre Barcelona y l’Hospitalet, un piso largo y estrecho donde se fueron a vivir ella, su hermano y sus seis hijos cuando se quedó viuda en Extremadura. Mi abuela Josefa era una mujer refugio y tuvimos la mala suerte de perderla demasiado pronto. Me da mucha pena que no haya podido ver las cosas buenas que me han pasado en la vida”.

Cómo sois los de Barcelona

“Somos mezcla, muy distintos. Somos integradores, multiculturales, pero sin dejar de cuidar y querer la cultura catalana”.

Visitas obligadas

“La Sagrada Familia (Calle Mallorca, 401), por supuesto. Por fuera asombra, pero por dentro es un estallido de belleza y luz. Recomiendo apuntarse a una visita guiada, para entender bien sus principales rincones y secretos”.

“Tampoco hay que perderse el barrio Gótico. Hay que dejarse llevar. Recorrerlo desde plaza Cataluña hasta el mar, observar las paredes, mirar arriba, asombrarse con los detalles que se descubren cada vez que te fijas. Y no perderse la plaza Sant Felip Neri, entre la catedral y la Generalitat, un lugar al que se accede por una pequeña y discreta calle y que aún conserva en sus paredes los restos del bombardeo del bando sublevado que, en 1938, acabó con la vida de 42 personas, la mayoría niños de una guardería que se habían refugiado de las bombas en la iglesia barroca”.

“Y cómo no, el mar. Sí, hay muchas ciudades con mar, pero para mí nada iguala la sensación de recorrer la costa de la ciudad, de playa en playa empezando por el hotel W (Plaça Rosa Del Vents 1, Final, Passeig de Joan de Borbó) —un desayuno en su terraza mirando hacia la ciudad viendo amanecer siempre es mágico—. Siguiendo hacia el norte, hay que comer en algún chiringuito con los pies en la arena o tomar un arroz en alguno de los bares de la Barceloneta, para terminar en las playas de la antigua Ciudad Olímpica tomando una copa mientras ves ponerse el sol tras la montaña de Montjuïc”.

Dónde alojarse

“Hay lugares maravillosos en Barcelona, pero para mí es muy especial Casa Fuster (Passeig de Gràcia, 132), un antiguo palacio reconvertido en hotel. Vale la pena entrar al Café Vienés —un espacio modernista con un impresionante techo dorado— y dejarse arropar por sus enormes sofás rojos mientras saboreamos un té y recuperamos el eco de las tertulias de intelectuales como Espriu. Recomiendo subir a la terraza-mirador del ático, desde la que tenemos una vista privilegiada del Passeig de Gràcia, porque Casa Fuster es el único edificio frontal al paseo”.

Llévanos de aperitivo

“Recomiendo el Mirablau (Plaça del Doctor Andreu, s/n), desde donde se puede disfrutar de unas vistas únicas y privilegiadas de Barcelona, porque está colgado de la montaña del Tibidabo y parece que flotas sobre la ciudad con el mar al fondo. Llegar también es una experiencia; está al final del Tramvia Blau —el tranvía azul—, la única línea superviviente del antiguo tranvía de 1900”.

Dónde comer y qué pedir

“Uno de mis sitios favoritos de la ciudad es La Vinateria del Call (C/ de Salomó ben Adret, 9), en las callejuelas del barrio judío, al lado de la Generalitat. Es un maravilloso viaje al pasado. Tiene una de las mejores selecciones de embutidos, tapas y vinos de la ciudad. Y los mejores pa amb tomàquet”.

Es la hora de las copas

“Dry Martini (C/ d'Aribau, 162), de Javier de las Muelas, el pionero de los tragos de autor, cócteles únicos firmados por un maestro mixólogo. Es una de las grandes coctelerías del continente europeo. Dicen sus incondicionales que, más que una coctelería, es una iglesia. Imprescindible su dry martini, pero también dejaos aconsejar por el barman porque siempre hay nuevas y fantásticas creaciones”.

Vamos de compras

“Barcelona está llena de locales de artesanos maravillosos que venden sus creaciones. Toda la zona alrededor de Santa María del Mar está repleta de comercios únicos con creaciones también únicas. Por supuesto, además, el Passeig de Gràcia, donde se concentran las marcas más lujosas del mundo”.

No puedes irte de Barcelona sin llevarte

“Butifarras de la Botifarreria de Santa Maria (Carrer de Santa Maria, 4). Las rellenas de trompetas de la muerte, las de alcachofas salteadas con jamón, las de manzana con curry o las de tomate, aceitunas negras y ajedrea son de llorar de la emoción”.

Tu rincón secreto, ese en el que te gusta perderte

“Me gusta caminar por cualquier parte de la ciudad. Pero hacerlo por las callejuelas del Gótico me produce un placer especial y calma en el alma. Siempre descubro cosas nuevas”.

La mejor época del año para ir

“Los inviernos son templados, no hace mucho frío. Siempre es una buena época para ir a Barcelona, pero en primavera —cuando si quieres puedes darte un baño en la playa sin pasar mucho calor pateando la ciudad— es cuando se está mejor”.

Por qué Barcelona es la mejor ciudad del mundo

"Barcelona es mar, montaña, luz del Mediterráneo, gastronomía, cultura, arquitectura, vida y, para mí, la ciudad de las primeras veces. En ella crecí y viví algunos de los mejores momentos de mi vida",