Vajillas de Ultramar: kilotones de buen gusto y hedonismo en forma de piezas exquisitas

De arrepentidos está lleno el mundo de los negocios. De gente que cambia de parecer, de aquellos que, tras haber probado a ser abogados, médicos o ingenieros de caminos, lo dejan todo para seguir una intuición, para darles forma a esas voces de júbilo que se producen en su interior cada vez que dedican el tiempo a hacer lo que les llena de verdad.

No son muchos los que se atreven a apostarlo todo a las musas, así que cambiar, además de ser de sabios, también es de valientes, y eso es lo que son María José Díez y Natalia López, dos amigas que lo apostaron todo para crear un negocio en torno a un gusto común: una mesa bien puesta.

Hablamos con Natalia acerca de Vajillas de Ultramar, su firma de loza fina que lo mismo rinde homenaje al wabi-sabi japonés o al arte de encontrar belleza en lo imperfecto. Piezas sensoriales, únicas y capaces de atraparnos con sus delicados diseños y el suculento tacto que nace al unir arcillas, esmaltes, óxidos, metales, fuego y el buen hacer de los artesanos que las elaboran. No en vano, Vajillas de Ultramar siempre son de las grandes favoritas en la Madrid Craft Week.

Así empezó todo

“Regresé a España después de casi veinte años viviendo en diferentes países y trabajando en el mundo de la moda. Con este cambio de vida fue creciendo en mí la necesidad de buscar retos nuevos que me motivasen. Siempre me había gustado el mundo de la decoración y quería explorar lo que ya había empezado a estudiar en Nueva York”.

“En este contexto, y con la unión de tres amigos en la que confluía el amor por las reuniones alrededor de una mesa, nació Vajillas de Ultramar. De aquel inicio quedamos Mariajo Díez y yo, Natalia López, como socias de la empresa”.

Principales obstáculos

“Al principio fue crear una marca propia de la nada. Todos los prototipos, el germen de todas las colecciones, la página web, abrir nuestros canales de venta, y todo ello sin tener experiencia empresarial. Hemos ido aprendiendo sobre la marcha”.

“Posteriormente, el principal obstáculo al que nos hemos enfrentado tiene relación con el difícil mercado de alta gama español, es muy complicado entrar si no tienes una marca reconocida como lujo. Pese a que la alta artesanía contemporánea empieza a destacar, todavía cuesta; aunque también es cierto que nuestro target es un grupo muy ecléctico de personas que no siguen las modas, pero sí están al tanto de todo lo que las rodea. Una vez que consigues llegar a ellos, se convierten en clientes fieles. El problema es que no pertenecen a un grupo concreto, están muy diseminados y hay que hacer una buena comunicación para llegar a ellos”.

Tus errores

“Imagino que ha habido muchos, pero del que siempre nos acordamos es de haber empezado esta aventura sin un plan de negocio. Eso es lo que más dolores de cabeza nos ha proporcionado. Menos mal que la inconsciencia nos ha permitido seguir hacia delante”. (Risas).

Tus aciertos

“Nuestro mayor acierto es haber creado una marca de vajillas artesanales con un diseño atemporal que nos permite mantenernos fieles a nuestra identidad al margen de las modas pasajeras. Desde el punto de vista operativo, siempre hemos querido que nuestra empresa fuera autosuficiente y no depender de inversores externos, lo cual lo hemos conseguido a base de aprendizaje y trabajo”.

Una anécdota

“Queríamos que nuestros platos se vendieran en Azul Tierra, la tienda de decoración de superlujo de Barcelona, y era complicado organizar una cita, ya que por aquel entonces éramos una marca desconocida. Así que nos presentamos allí, a puerta fría. En un principio nos remitieron a su sistema de admisión de proveedores, pero al comentarles que llevábamos una muestra con nosotras todo cambió. Cuando cogieron nuestro plato se les iluminaron los ojos y nos pidieron todas las muestras que tuviéramos para que las viera Toni Espuch, el interiorista responsable de la tienda”.

“Ha sido un gusto trabajar con él, valora muchísimo la cerámica y le encantan las vajillas. Nuestra colección Cebra es una colaboración. Siempre agradeceremos su sensibilidad y la de su equipo, que nos facilitó la entrada en su maravilloso refugio de buen gusto”.

La clave de vuestro éxito

“Tener un producto fantástico y creer realmente en él”.

Tu día empieza con…

“Muchos 'llegamos tarde al cole' y ver qué me toca hoy, o mejor dicho, qué no puede esperar más. Soy una persona que mueve muchos palos y eso a veces me genera mucho estrés. Organizarme mejor es mi gran asignatura pendiente”.

Y acaba con…

“Ver una serie en el sofá y quedarme dormida al instante”.

Consejo para emprendedores

“Elegir algo que de verdad te guste, creer en lo que haces, estar dispuesto a trabajar mucho, rodearte de personas sabias a quien poder consultar y tener un ¡business plan!”.

¿Ha merecido la pena luchar por vuestro sueño?

“Seguimos luchando. Después de haber sobrevivido a distintas crisis, siempre han aparecido nuevas oportunidades. Cuando una puerta se cierra siempre se abre otra que nos permite tomar una gran bocanada de aire y seguir adelante. Y, sí, luchar por los sueños siempre merece la pena, aunque a veces es duro. Es una lucha diaria, pero cada pequeño triunfo es un gran éxito personal”.