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El Cuenca de Marilia: "Mi ciudad es mágica, parece sacada de un cuento"
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HIJOS PREDILECTOS

El Cuenca de Marilia: "Mi ciudad es mágica, parece sacada de un cuento"

Le encanta revisitar las tiendas artesanas del casco antiguo, caminar por la Hoz del Júcar y se imagina componiendo en una de las Casas Colgadas. Adora la buena mesa del Figón del Huécar, donde no se pierde el dulce típico, el alajú

Foto: Marilia presenta su último disco, 'Bailar conmigo', este domingo 2 de julio en Cuenca, su ciudad. (Cortesía)
Marilia presenta su último disco, 'Bailar conmigo', este domingo 2 de julio en Cuenca, su ciudad. (Cortesía)

Contradicciones de la vida. Marilia (Cuenca, 1974) se dio a conocer con Ella Baila Sola, dúo con el que bailó y cantó unos años acompañada de su otra mitad, Marta Botía, con canciones que se convirtieron en éxitos y que permanecen grabadas en nuestra memoria como 'Lo echamos a suertes', 'Amores de barra' o 'Mujer florero'. Pero desde que el grupo se disolvió, allá por 2001, nuestra protagonista ha seguido bailando y cantando sola —y ahora más que nunca— con discos como 'Marilia', 'Infinito', 'Subir una montaña' o el último y más reciente, 'Bailar conmigo', que ella misma define como “un viaje al origen, una búsqueda de libertad, volver a conectar con uno mismo, agradecer, compartir”.

placeholder Marilia, la mejor anfitriona de Cuenca. (Cortesía)
Marilia, la mejor anfitriona de Cuenca. (Cortesía)

Y es precisamente la presentación de este disco la que la llevará a su ciudad natal, este domingo 2 de julio, para ofrecer un concierto en el Parador en el marco de Estival Cuenca, “un festival artesano, con conciertos que son experiencias únicas, originales y en lugares emblemáticos de la ciudad”. Marilia está encantada de regresar a su rincón en el mundo, aquel que la vio nacer y crecer, y que redescubre cada vez que regresa. Con la cantante y compositora vamos a descubrir ahora por qué esta ciudad castellanomanchega es Patrimonio de la Humanidad y este año, además, Capital Española de la Gastronomía. Maravilla.

Tu primer recuerdo de Cuenca

“Mi familia, mis dos abuelas, los paseos por la sierra, sus casas, un perro llamado Tin y mi abuelo. Mi abuela Marilia era pintora abstracta y recuerdo su originalidad. Su marido, mi abuelo Cristian, fue un médico muy querido allí y me viene a la memoria su sentido del humor. De mi otra abuela, Milin, no puedo olvidar lo rico que cocinaba y los veranos en el jardín de su casa de la calle Reyes Católicos, con una temperatura perfecta, interpretando obras de teatro y musicales con mis primos. Cuenca me evoca una mezcla de todos estos recuerdos”.

Cómo sois los de Cuenca

“Siento que en general el carácter de esta zona de Castilla es peculiar, ya que es hospitalario y a la vez austero. No resulta fácil ganarse la confianza de los conquenses, pero una vez que conectas somos gente que podemos ser amigos para siempre”.

Una visita obligada

“Es imprescindible caminar por la Hoz del Júcar junto al río y pasear hasta la Torre de Mangana (Calle Santa María, 1). Y, por supuesto, quien visite la ciudad no puede perderse el casco antiguo, de las Casas Colgadas (Calle Canónigos) a cruzar el puente de San Pablo desde el Parador (Subida a San Pablo, s/n). Aunque se pueda sentir vértigo al principio, es un paseo espectacular para entrar en la zona medieval de la ciudad.

Para los amantes del arte es visita obligada la Fundación Antonio Pérez de Arte Contemporáneo (Ronda Julián Romero, 20), el Museo de Arte Abstracto (Casa Colgadas) y el Paleontológico (Calle del Río Gritos, 5). Es una maravilla ver el atardecer desde lo alto del casco antiguo y volver para visitar sus alrededores, como la Ciudad Encantada (Carretera CM-2104, Km 19) o el Parque del Hosquillo (Carretera Vega del Codorno s/n)”.

Dónde alojarse

“Me enamoro cada vez más de Cuenca cuando paseo por el casco antiguo, ideal para alojarse. Dependiendo del tipo de viaje, recomendaría La Posada de San José (Ronda Julián Romero, 4) o el Parador de Cuenca (Subida a San Pablo, s/n), ambos con un encanto especial, mucha personalidad y vistas increíbles".

Llévanos de aperitivo

“Te llevaría a la plaza Mayor, a su Mesón (Plaza Mayor, 5), y de ahí al barrio del Castillo, en lo alto de la zona medieval, a sus terrazas con vistas a la hoz para más tarde ir a la acogedora calle San Francisco, llena de bares y restaurantes, o tomar algo en Recreo Peral (Paseo del Júcar), junto al río”.

Dónde comer y qué pedir

“Cuenca tiene mucha y muy buena oferta gastronómica. Recomiendo el restaurante Figón del Huécar (Ronda Julián Romero), 6, especializado en comida manchega y con unas vistas espectaculares a la hoz del Huécar.

También es entrañable dar un paseo por el río y cenar en Raff de San Pedro (Calle San Pedro, 58), dentro del hotel Leonor de Aquitania, con comida fusión moderna, o en la Casa de la Sirena (Calle Obispo Valero).

Algunos de los platos más típicos de la ciudad son el ajoarriero con patata y bacalao, el morteruelo o las migas. Y de postre, recomiendo el alajú, un dulce típico con forma de torta hecha con almendra, pan rallado, especias y miel, herencia árabe que sobrevivió a la Reconquista y está realmente rico”.

Es la hora de las copas

“Hay varias zonas y casi todas tienen la opción de sentarse en terrazas, como la calle San Francisco, la plaza Mayor o el barrio del Castillo, pero hay un lugar que me enamoró desde la primera vez que lo visité. Se llama Grotte (Paseo del Huécar, 2) y es un bar construido dentro de la roca, junto al Teatro Auditorio, donde por cierto suele haber una programación muy variada”.

Vamos de compras

“Carretería es la calle con más tiendas de la ciudad. Pero si paseas por el casco antiguo y te gusta la cerámica y la artesanía, recomiendo visitar en fin de semana la tienda de Fernando Alcalde (Calle Alfonso VIII, 27). Sus piezas son una delicia inspirada en la naturaleza y en la cerámica oriental. También en esa misma calle, hay otros artesanos maravillosos, como Papel Artesano de Cuenca (Calle Alfonso VIII, 7), una curiosa tienda abierta en 2021 que hace todo tipo de papeles a mano. Me encanta visitar este tipo de tiendas siempre que viajo”.

No puedes irte de Cuenca sin llevarte

“Unas rosquillas de yema de la confitería Ruiz (Calle Carretería, 14)”.

Tu rincón secreto, ese en el que te gusta perderte

“Me gusta perderme en las calles que han inspirado a tantos artistas e imaginarme componiendo en una de sus casas rascacielos o Casas Colgadas. Me gusta empezar este paseo desde el Parador, donde la vista es sobrecogedora, mágica y sorprendente. Cuenca es como si el cielo y la roca estuviesen hablando en un abrazo”.

La mejor época del año para ir

“El otoño, por los matices de colores dorados de las hojas de los árboles sobre el río Júcar, que contrastan de una forma brutal con el color del agua, de un verde que no he visto en otro sitio. Dicen que se debe a los minerales de la roca. Mi tío, Cristian Casares, pintó muchos cuadros con estos paisajes y mi abuela, a su manera, en abstracto, también, por eso tengo especial cariño a este paisaje”.

Por qué Cuenca es la mejor ciudad del mundo

“Cuenca es mágica y una experiencia diferente para cada persona. Yo la relaciono con el arte y la naturaleza. Siempre que vuelvo descubro algo. Parece sacada de un cuento. De hecho, el poeta conquense Federico Muelas la describe en su 'Soneto a Cuenca' como “Cuenca cierta y soñada, en cielo y río”. Y creo que a veces parece eso, un sueño. Es una ciudad entre dos hoces y desde la parte medieval más alta tiene unas vistas impresionantes. El casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad por conservarse tal como fue fundado en el siglo XVI. Cuenca es inspiradora y está llena de historia y misterio, quizá la razón de que tantos artistas se hayan refugiado allí a crear. La naturaleza y el clima son una parte importante de la ciudad y sus alrededores, un paraíso por descubrir. Además, ¡tiene playa!, nombre simpático adjudicado a la zona del Júcar donde la gente baja a bañarse”.

Contradicciones de la vida. Marilia (Cuenca, 1974) se dio a conocer con Ella Baila Sola, dúo con el que bailó y cantó unos años acompañada de su otra mitad, Marta Botía, con canciones que se convirtieron en éxitos y que permanecen grabadas en nuestra memoria como 'Lo echamos a suertes', 'Amores de barra' o 'Mujer florero'. Pero desde que el grupo se disolvió, allá por 2001, nuestra protagonista ha seguido bailando y cantando sola —y ahora más que nunca— con discos como 'Marilia', 'Infinito', 'Subir una montaña' o el último y más reciente, 'Bailar conmigo', que ella misma define como “un viaje al origen, una búsqueda de libertad, volver a conectar con uno mismo, agradecer, compartir”.

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