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Marisa Sánchez Vicario, la silenciosa hermana del clan: viuda, empresaria, tenista
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GUERRA EN EL TENIS

Marisa Sánchez Vicario, la silenciosa hermana del clan: viuda, empresaria, tenista

La mayor de los cuatro también tuvo una carrera en las pistas, aunque corta y sin grandes resultados. Enviudó en 2013 y vive en un pueblo costero. Participa en varias empresas

Foto: Marisa Sánchez Vicario recoge un premio en nombre de su hermano Emilio. (Fundación Sánchez Casal)
Marisa Sánchez Vicario recoge un premio en nombre de su hermano Emilio. (Fundación Sánchez Casal)

Como todos los hermanos Sánchez Vicario, Marisa, la mayor, también entrenó para ser tenista. Pero sus resultados nunca fueron tan destacados como para ganar en los torneos. Así que se quedó en proyecto. Algo que ahora, visto con perspectiva, puede que incluso agradezca. La más desconocida de los cuatro hijos de Emilio Sánchez y Marisa Vicario ha tenido también sus malos momentos y vive ahora pendiente de su familia, en especial de su hija y de su madre. Sin perder de vista, eso sí, a su hermana Arantxa, hundida desde su divorcio de Josep Santacana.

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Casada con Antoni Colomina, Marisa enviudó hace años, en julio de 2013. Su marido sufrió un infarto por el que perdió la vida. “Desde nuestro más escrupuloso respeto al trabajo periodístico, pido, en nombre propio y en el de mi hija, que se entienda nuestra voluntad y deseo de vivir este inmenso dolor con la privacidad y en la intimidad que necesitamos”, dijo entonces, una de las pocas veces en las que se ha pronunciado sobre algo.

placeholder Arantxa Sánchez Vicario y su madre, Marisa. (EFE)
Arantxa Sánchez Vicario y su madre, Marisa. (EFE)

Y lo hizo en su peor momento: Antonio se desmayó ante ella y su hija y ya nunca más despertó. Además, meses antes había comenzado la guerra de Arantxa con su familia, lo que provoco que ni siquiera se presentara en el funeral del marido de su hermana, a la que tan unida había estado. “Ese fue un duro golpe para Marisa”, dicen a Vanitatis quienes la conocen.

Vive en el Maresme

La mayor de los Sánchez Vicario vive desde hace años en Cabrils, un pueblecito de la costa del Maresme de Barcelona, tranquilo y cómodo. Allí vivía su marido y a su casa se mudó ella cuando se casaron. Vive en una bonita casa, rodeada de jardín y de casitas parecidas, muy cerca de un club de tenis al que suele acudir a jugar, a su aire, sin la tensión que han vivido sus hermanos por este deporte.

Como tenista, entrenaba en el Real Club de Tenis Barcelona, al igual que sus hermanos. Fue campeona individual en 1986 y de dobles en el 87, 88 y 89 junto con su hermana Arantxa. También jugó con el equipo de español de la Copa Federación. Pero pronto abandonó su carrera al ver que no lograba los resultados esperados.

La más desconocida de los hermanos compagina su trabajo de empresaria con su labor al frente de la Fundación Sánchez Casal, creada en 2010 por su hermano Emilio y su eterno compañero, Sergio Casal, para fomentar el deporte entre los más pequeños. Como presidenta de la fundación participa en numerosos actos de la entidad y ha aparecido ante los medios para entregar y recoger algún premio.

El ultimo lo recogió en nombre de Emilio, premiado por su fundación por “la labor a través de las diversas escuelas en las que se imparten clases de tenis como motor de integración social, como es el caso de los proyectos en las ciudades de Barcelona (Hospital Sant Joan de Deu y Academia Sánchez-Casal), Madrid (La Ciudad de la Raqueta- Blind Tennis y Padel Adaptado), Sevilla (Escuela Tenis Adaptado), Toledo (Hospital Nacional Parapléjicos de Toledo) y el circuito de tenis Casper Tour creado este 2018”.

Siempre distante

Nunca, eso sí, ha querido hablar de su familia. Lo hizo una vez en este medio, a la periodista Paloma Barrientos, conocedora de todas las cuitas familiares: “Somos una familia muy discreta -dijo en febrero de 2018-. No voy a hacer declaraciones porque es un asunto que no me compete. Ni lo hice antes ni lo voy a hacer ahora. La prensa tiene que entender que es una situación complicada para todos nosotros”.

placeholder Arantxa Sánchez Vicario, con sus padres, Marisa y Emilio, en 2002. (EFE)
Arantxa Sánchez Vicario, con sus padres, Marisa y Emilio, en 2002. (EFE)

La vida de Marisa es la típica de una mujer que ha optado por esa discreción de la que habla. Por su marido se cambió de Barcelona al Maresme y por su marido también pasó de los negocios familiares relacionados con el tenis a entrar en la empresa pastelera de Colomina. Es su actual profesión, junto con otros miembros de su familia política, a la que está muy unida, según nos confirman fuentes cercanas a los Sánchez Vicario. Sobre todo con su cuñada, Laura, con quien trabaja codo a codo en los negocios familiares.

Administradora en varias empresas

Marisa es administradora en dos empresas, Turrones Crocante SL y Casa Colomina SL, ambas de la familia de su marido y dedicadas a la pastelería y los dulces. Casa Colomina es una de las confiterías más antiguas y clásicas de Barcelona y tiene dos locales, uno en el barrio de Gracia y otro en la zona alta. Todas las empresas tienen las cuentas saneadas.

Además, es la representante en España de la empresa Tennis&Friends, que trasladó su sede a Delaware hace unos meses y que se dedica a las instalaciones deportivas. Según el Registro Mercantil, su nombre aparece también en la ES School, una escuela creada por su hermano Emilio para fomentar el deporte infantil y juvenil en Barcelona y en Florida.

Ella siempre ha sido la más tranquila, quizás la que tiene la cabeza mejor amueblada, siempre distante de los problemas de sus hermanos, aunque pendiente en todo momento. Ahora cuida de su madre, ya mayor, y de su hija. Y desde esa distancia vigila de cerca a la pequeña Arantxa, con quien siempre ha estado unida, menos en los tiempos recientes en los que la excampeona acusó a sus padres de todos sus males. Entonces Marisa apoyó a los suyos sin condiciones y dejó de hablarse con Arantxa. Hasta ahora, con la relación algo recuperada, “aunque nunca volverá a ser la misma”, matizan las mismas fuentes.

Como todos los hermanos Sánchez Vicario, Marisa, la mayor, también entrenó para ser tenista. Pero sus resultados nunca fueron tan destacados como para ganar en los torneos. Así que se quedó en proyecto. Algo que ahora, visto con perspectiva, puede que incluso agradezca. La más desconocida de los cuatro hijos de Emilio Sánchez y Marisa Vicario ha tenido también sus malos momentos y vive ahora pendiente de su familia, en especial de su hija y de su madre. Sin perder de vista, eso sí, a su hermana Arantxa, hundida desde su divorcio de Josep Santacana.

Arantxa Sánchez Vicario