Cita en el Congreso con Felipe Sicilia y Arnau Ramírez, los diputados de Gaysper

Los momentos que pasan a la historia a veces surgen de la manera más casual . Aún no tenemos la perspectiva del tiempo para determinar cómo se recordará lo que se produjo el 21 de mayo, día en que se constituían las Cortes, en las que se estrenaba Vox con 24 representantes. En esa jornada, dos diputados, Felipe Sicilia, del PSOE, y Arnau Ramírez, del PSC, se convirtieron en protagonistas después de que se hiciera viral una fotografía en la que aparecían con la reivindicativa camiseta de Gaysper como respuesta al partido de Santiago Abascal.

Para los no iniciados, diremos que Gaysper nace como reacción a un meme con Aragorn, el célebre personaje de la saga de 'El señor de los anillos', luchando contra los que, a juicio de sus artífices, son los enemigos de España, entre ellos la comunidad LGTBI, que aparecía representada con un emoji en forma de fantasma con los colores del arcoíris.

Nos reunimos con los diputados en la Cámara Baja, escenario de este acto de protesta, y Sicilia, divertido al echar mentalmente la vista atrás, cede la palabra a su compañero Ramírez para que nos cuente los entresijos de este momento tan mediático: "No fue algo planificado. De hecho, no nos conocíamos -para Felipe esta es su segunda legislatura y para Arnau la primera-. Cuando nos vimos con la camiseta puesta bajamos a hacernos una foto de índole personal, porque yo llevo los temas LGTBI en el PSC y pensé que podría hacerle gracia al grupo. Y de repente, la compañera diputada que nos fue a hacer la foto quedó absorbida por muchos periodistas. Significó decirle a la ultraderecha, sin abrir la boca, que no vamos a dar ni un paso atrás, que no vamos a ceder nuestros derechos por mercancía electoral o por cargos. Además, lo hicimos utilizando su propio icono homófobo".

"Era nuestra manera de decirles que lo que para muchos de ellos era un fantasma, para otros tantos son derechos y que vamos a defenderlos", añade Sicilia, quien durante nuestro encuentro muestra su espíritu combativo con mucha "vehemencia", como él mismo reconoce, con humor cuando nosotros, más cautos, le señalamos que es más "enfático" que su compañero a la hora de esgrimir sus argumentos. Que no argumentario, porque defiende sus posturas desde su propia experiencia personal y convicciones, al igual que su compañero Arnau.

El jovencísimo diputado del PSC (cumplió 30 años el 15 de febrero, su compañero de filas tiene 39) vivió sin grandes dificultades su salida del armario y se sintió apoyado en su entorno, aunque es consciente de que no todo el mundo tiene su misma suerte: "En mi época del instituto, cuando estaba en la ESO, tenía un deseo sexual y me daba cuenta por dónde iban a ir las cosas y empecé a pensar que contarlo iba a ser muy difícil. Llegué a creer que iba a tener que vivir toda mi vida sin contarlo y disimulando. En ese momento tenía hasta novia. Con el paso del tiempo y gracias a los amigos y la familia te das cuenta de que no tienes que vivir escondido. De que hay muchas más personas que son como tú. Y que son tan normales como otras que tienen otras tendencias sexuales u otras identidades de género. Salgo del armario y veo que estoy bien con mi familia y con mis amigos, pero pienso que otra gente igual no está en esa situación. Es entonces cuando me sale el activista que llevo dentro. Nace porque eres joven, tienes ganas de cambiar el mundo y un gran compromiso político. Ahora estoy viviendo con mucha ilusión tener el honor de ser diputado y representar, gracias a mi partido, a un grupo de personas que, al fin y al cabo, lo que quieren es vivir un poco mejor y tener más derechos".

Felipe Sicilia, sin entrar en más pormenores de su caso particular, coincide con el punto de vista de su compañero: "Hay que tomar conciencia del papel que tienes y de la responsabilidad que cumples como cargo público: que aplicar una ley depende de nosotros o podamos ser ejemplo para otra gente. Es importante que se vea cómo se puede llegar a ser diputado en las Cortes, ministro, artista, periodista... Cada quien vive su proceso de identidad y de reconocimiento de la mejor manera que puede y entiende. En nuestro caso, nuestra labor es poner en marcha medidas para que la gente pueda vivir su identidad y su sexualidad con normalidad, sin ningún tipo de discriminación".

El diputado jienense llama la atención sobre la homofobia que sigue existiendo y las dificultades que encuentran muchas personas del colectivo LGTBI para tener una vida que no esté condicionada por ello: "La prueba de ello es que hoy tengamos que estar haciendo esta entrevista hablando precisamente de eso. Porque sabemos que hay gente que todavía no puede vivir con normalidad su identidad de género y su sexualidad. Siempre comento lo mismo: ser gay puede ser muy fácil en Madrid o en Barcelona, y ya es complicado, pero imaginaos lo que puede ser en un pueblo del interior de nuestro país de 400 o 500 habitantes. Ese es nuestro papel aquí, contribuir para que no haya agresiones o que ningún chico o chica tenga problemas ni en una ciudad de 5 millones de habitantes o en un pueblo pequeño por su identidad de género o su sexualidad".

Felices con sus parejas

Scilia lleva tres años casado y trece con su pareja, mientras que Ramírez tiene novio desde hace nueve. Hombres, por cierto, ajenos al ámbito político, pero que han sido apoyos fundamentales para el desempeño de sus respectivas carreras, como enfatiza el diputado del PSC: "Empecé muy joven en mi pueblo (Sant Feliu de Codines, en Barcelona), que tiene 6.000 habitantes. En una localidad pequeña quizás es más difícil salir del armario, como decía antes. Además, he tenido que ser un joven muy responsable porque he asumido responsabilidades políticas desde muy pronto: he sido concejal durante 11 años, hasta hace tan solo unos días. Podías salir el sábado por la noche, pero a la mañana siguiente tenías que ir a algunos sitios y estar en condiciones. No hay ningún problema porque me he acostumbrado a vivir así. El mundo de la política, al igual que otros mundos, sí tienen una serie de sacrificios. Tengo la suerte de que mi novio es muy comprensivo, pero es evidente que inviertes mucho tiempo en esto, porque tú así lo decides. Si tienes una pareja como la mía, es mejor que mejor".

El diputado andaluz también se muesta satisfecho con el camino que ha elegido: "He renunciado a parte de mi trayectoria profesional, porque soy policía nacional y tengo claro que algún día volveré a serlo. Aunque en realidad no considero que sea renunciar a nada porque me puedo ir cuando quiera y, además, vendrá algún compañero o compañera que lo hará seguro que mejor que yo. No es renunciar, es optar. Evidentemente, hay cosas que se quedan en el camino, como decía, mi trayectoria dentro del Cuerpo Nacional de Policía. O pasar muchos días aquí (en Madrid) y no poder estar con la familia o con los amigos. Es un camino que eliges y para mí es un privilegio".

Y Sicilia concluye nuestro encuentro con lo que podríamos considerar casi un alegato. "Cuando el partido socialista aprueba el matrimonio entre personas del mismo sexo no estábamos luchando por el derecho al matrimonio, sino por el derecho a la igualdad. Que no se nos escape. Lo que estábamos alcanzando era el derecho a la igualdad. El artículo 32 de la Constitución dice que toda persona tiene derecho a contraer matrimonio. El artículo 14 manifiesta que toda persona tiene derecho a ser igual ante la ley y que no se pueda discriminar. En este país se estaba discriminando por una cuestión sexual. Por eso cuando decían que no se le podía llamar 'matrimonio' sino 'unidad' se estaba atacando a la igualdad. Y siempre hemos luchado por ella en todos los ámbitos, matrimonio, adopción, prestaciones... Seguiremos haciéndolo".