David Bustamante: los pasos trascendentales que ha dado para tener sus finanzas en forma

David Bustamante cumplía 38 en un momento personal fabuloso al lado de Yana Olina, con quien está pasando estos días de confinamiento en el piso en el que viven en Pozuelo de Alarcón (Madrid), algo de lo que dejan testimonio de manera habitual en sus respectivos perfiles de Instagram, pero quizás el mensaje más explícito sea el de la pareja del cantante para felicitarle en un día tan especial para él.

"Gracias por compartir tu vida conmigo, mi amor! Por convertirte en mi confiable apoyo. Por comprender y estar... pase lo que pase. Cada minuto sin ti parece ser eterno, cada segundo contigo me lleva al paraíso. Felicidades, cariño y, de todo el corazón, deseo que todo lo que planeas tenga éxito y yo lo vea junto a ti. Que siempre seas el 'number one' en todo, ¡como yo te veo a ti! Nuestras sonrisas, diversión, risas y ese brillo en los ojos que sea para siempre. Y que sea infinito el "Buenos días mi amor". ¡Eres el mejor hombre del mundo! Mi persona favorita", manifestaba la bailarina.

La pareja se instaló en esta vivienda después de que el cantante cántabro decidiera dejar otra en la misma urbanización para que se adaptara más a sus necesidades, como desveló Vanitatis en abril de 2019. Con gran discreción, el exconcursante de 'Operación Triunfo' se trasladó desde el ático de unos 120 metros cuadrados distribuidos en dos dormitorios, uno para su hija Daniella, por el que podría haber estado pagando un alquiler de 2.500 euros, a un piso de mayores dimensiones dentro de la misma urbanización, en este caso con tres habitaciones.

La nueva vivienda, que ahora comparte con su pareja, está más orientada hacia el interior de la misma, lo que le garantiza una mayor intimidad, y en la que también hay espacio para sus familiares (su padre Gervasio suele quedarse más tiempo en Madrid, mientras que su madre va más a San Vicente de la Barquera, aunque por las circunstancias actuales, todos los miembros de la familia están cumpliendo con la reclusión a causa del coronavirus).

Recordemos que Bustamante se había mudado a la mencionada urbanización en una de las zonas más elitistas de la Comunidad de Madrid en octubre de 2017, cuando se terminó su relación con Paula Echevarría, pero quedaba un fleco muy importante: ¿qué hacer con el chalet que había sido el hogar del matrimonio en la urbanización de Villafranca del Castillo?

Era la joya de la corona del matrimonio. Habían pagado por ella 1,5 millones de euros y eran propietarios en una proporción de 80/20% (la mayor, la de David), pero había un problema para que saliera al mercado inmobiliario: sobre ella pesaban dos embargos administrativos, que se levantaron en la primavera del año pasado y por lo tanto facilitaban la operación inmobiliaria.

En efecto, un mes mas tarde, la casa salía a la venta y la revista '¡Hola!' dio la noticia de que ya se había vendido en el mes de octubre y, según ha podido saber Vanitatis, por los lógicos procesos burocráticos que conlleva una operación de estas características, que en ocasiones requieren hipotecas u otros trámites que se prolongan, se hizo efectiva a principios de este 2020. Una operación también muy positiva en términos de liquidez para momentos como los de ahora, en los que su actividad profesional está muy condicionada por la pandemia del coronavirus.

Se trata de un espectacular chalet de 330 cuadrados sobre un solar de unos 2.500, con jardín, piscina y, en su interior, siete dormitorios, dos estancias de recreo, una sala de cine y cuatro baños, que, según desvelaba el propio cantante, excedía sus necesidades una vez que emprendía su vida en solitario.

La otra propiedad de la que se quería deshacer David Bustamante era la lujosa casa que se había construido en San Vicente de la Barquera, en su tierra. Era la casa de sus sueños y se encontraba en La Acebosa, una espectacular pedanía, desde las que podía disfrutar de unas impresionantes vistas a los Picos de Europa.

Este chalet tenía dos cualidades fabulosas para Bustamante. Por un lado, le permitía estar a una distancia mínima de su familia, y por otro, podía disfrutar de una gran intimidad, al estar apartada del centro de su pueblo, donde sigue siendo una figura muy celebrada y querida.

Aunque esta operación urbanística tuvo lugar en la primavera del año pasado, como desvelamos en Vanitatis, y se había puesto a la venta antes, en un momento en el que pesaban anotaciones de embargo sobre su casa madrileña, el entorno del cantante desmintió este extremo. De hecho, cuando Bustamante vendió el chalet cántabro ya se había subsanado esa circunstancia.

El chalet, que el cantante había adquirido en 2002, dispone de 300 metros cuadrados con una finca de tres hectáreas. Cuenta con cinco dormitorios, cuatro baños, uno de ellos en suite, cocina, garaje y jardín, como se podía leer en Mil Anuncios. Nunca llegó a trascender la cantidad por la que lo había vendido.