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Manuel Benítez, el Cordobés: siete hijos, una herencia complicada y un legado mítico
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FIGURA LEGENDARIA

Manuel Benítez, el Cordobés: siete hijos, una herencia complicada y un legado mítico

El mítico torero cumple 84 años, con una gran leyenda detrás, no solo por su desempeño en los ruedos y por sus incursiones en el cine, sino por su vida sentimental

Foto: Manuel Benítez, en una imagen de archivo. (Cordon Press)
Manuel Benítez, en una imagen de archivo. (Cordon Press)

La vida de cualquier persona es poliédrica y si, además, estamos hablando de un mito, aún mucho más. Manuel Benítez, el Cordobés, lo fue todo en un España en la que las figuras que triunfaban en el toreo lo hacían hasta en los ámbitos más elitistas de la sociedad. El diestro llega a los 84 años con un periplo de mito viviente que le llevó a la portada de la revista 'Life' en tres ocasiones y también con una serie de polémicas que, pese a su trascendencia, no han conseguido ensombrecer su legado profesional, que tuvo como consecuencia lógica que, aprovechando su tirón, protagonizara las películas 'Aprendiendo a morir' y 'Chantaje a un torero'.

La estela del Cordobés fue tan intensa que hasta la célebre cantante egipcia Dalida interpretó en alemán, francés y español una canción con su nombre que ya había popularizado anteriormente Carmen Sevilla, al igual que Lola Flores, gran amiga suya, y que servía para loar su heterodoxa manera de entender el toreo y su valentía en los ruedos en una época en la que la denominada fiesta nacional fue romantizada por los escritores Domnique Lapierre y Larry Collins, que en 1967 publicaron '...O llevarás luto por mí', un libro que sirvió para darle dimensión de icono a nivel internacional.

La dupla de escritores narraba en el libro la vida del Cordobés desde su nacimiento en 1936, poco antes del estallido de la guerra civil, a 1967, entonces en el mejor momento de su carrera y con unos ingresos astronómicos que sirvieron para que amasara una enorme fortuna después de una infancia marcada por las dificultades económicas. "El héroe de la historia es un matador, dado que los toros eran el camino real para salir de la miseria si el chaval tenía un poco de valor, ya que el camino era peligroso", manifestaba a Europa Press en 2010 el autor de 'La ciudad de la alegría' cuando se publicaba una edición más completa del libro. Formulaba, por cierto, su deseo de poder llevarlo al cine si el torero daba su permiso, pero, de momento, es un proyecto que no ha visto la luz.

Más allá de su devenir profesional, la vida del torero ha sido glosada en la crónica social porque ha sido partícipe de numerosos acontecimientos de la relevancia mediática del bautizo del hijo de Carmen Sevilla y Augustó Algueró, de quien fue padrino junto a Pepa Flores en 1964. También lo fue de la tumultuosa boda de Lolita Flores en Marbella en 1983, que acabó celebrándose en la sacristía, y ya retirado, recibió de manos de los reyes Felipe y Letizia la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes en diciembre de 2015. En el imaginario colectivo también han quedado algunas sorprendentes 'espantás' ante los reporteros que le preguntaban a pie de calle sobre su vida personal, que ha estado durante décadas en el punto de mira por diversas demandas de paternidad.

placeholder Manuel Benítez, en un acto público en 2017. (EFE)
Manuel Benítez, en un acto público en 2017. (EFE)

Padre de cinco hijos nacidos de su matrimonio con la francesa María Martina Fraysse, con quien se casó el 11 de octubre de 1975 y de quien se divorció en 2016, se negó, sin embargo, durante muchos años a someterse a las pruebas de ADN para reconocer a los que ahora son también legalmente sus hijos: Manuel Díaz, que ha seguido sus pasos en el mundo del toro, y María Ángeles Benítez, con quien sí mantiene relación en la actualidad, como ella misma desvelaba a 'Look' hace un par de años: "Mi padre y yo tenemos relación, hablamos y todo está bien, pero no comentamos nada sobre este tema. Yo no he intentado ponerme en contacto con Manuel, al igual que él tampoco lo ha hecho conmigo".

2016, el año del divorcio de Manuel Benítez, coincide también con la demanda de paternidad interpuesta por Manuel Díaz, que consiguió que el Cordobés se sometiera por fin a la prueba, que dio unos resultados absolutamente concluyentes, un 99,9% de coincidencia. Fue una victoria agridulce para él, como admitió a la salida de los juzgados, acompañado por su mujer, Virginia Troconis: "Es un día muy importante, pero no puedo estar feliz porque no me gusta que esto se haya tenido que hacer aquí. Era él quien tenía que demostrar que no soy su hijo, yo siempre he sabido quién soy, mi madre nunca me lo ha ocultado, ahora ya lo sabe él". Aunque Manuel ha compartido cartel con su hermano, Julio Benítez, también matador de toros, el acercamiento entre padre e hijo no se ha producido nunca.

placeholder El Cordobés y su hermano, Julio Benítez, con el rejoneador Manuel Manzanares. (EFE)
El Cordobés y su hermano, Julio Benítez, con el rejoneador Manuel Manzanares. (EFE)

Una de las enormes dudas que surgen a raíz de estas demandas de paternidad (hubo una tercera por parte de Alina E. Velasco, que el torero pudo demostrar en los tribunales que se trataba de un montaje y revocar la sentencia que determinaba que Manuel, fallecido en un tiroteo en Estados Unidos, era su hijo) es cuál es su verdadero patrimonio. En 2017, su nombre apareció en los Paradise Papers, en los que constaba que fue accionista de 1994 a 2002 de una sociedad activa en Nassau, la capital de Bahamas. Los representantes del torero manifestaban a El Confidencial que era cierto que tenía allí una casa y que todo estaba en regla con la Hacienda pública.

La creación de esta sociedad coincidía con las demandas de paternidad en curso y en esos momentos solamente contaba en el registro de la propiedad con una finca en su localidad natal, Palma del Río, mientras que la que fuera legalmente su mujer hasta septiembre de 2016 tenía a su nombre bienes raíces y empresas que, según publicaba el mismo medio, podían ascender a 30 millones de euros. Unos bienes que también están repartidos entre los hijos habidos en el matrimonio (salvo la mayor, Maribel), que aparecen en numerosas sociedades y empresas.

La vida de cualquier persona es poliédrica y si, además, estamos hablando de un mito, aún mucho más. Manuel Benítez, el Cordobés, lo fue todo en un España en la que las figuras que triunfaban en el toreo lo hacían hasta en los ámbitos más elitistas de la sociedad. El diestro llega a los 84 años con un periplo de mito viviente que le llevó a la portada de la revista 'Life' en tres ocasiones y también con una serie de polémicas que, pese a su trascendencia, no han conseguido ensombrecer su legado profesional, que tuvo como consecuencia lógica que, aprovechando su tirón, protagonizara las películas 'Aprendiendo a morir' y 'Chantaje a un torero'.