Álex, Clemente Lequio y el reencuentro de dos hermanos: su trayectoria vital
Clemente hacía referencia estos días al "tiempo perdido", "malgastado". El motivo es que su vida y la de Álex han estado marcadas por la realidad de sus padres
Las palabras que Clemente, el hijo de Antonia Dell’Atte y Alessandro Lequio, dedicó a su hermano Álex en redes sociales, tras la muerte de este, evidenciaron el gran cariño y la cercanía que existía entre ambos.
“Te quiero, Álex, un dolor inmenso que en pequeñísima parte se alivia con el pensar que ya no estás sufriendo. Algún día nos volveremos a ver y podremos disfrutar de todo el tiempo perdido y malgastado”, decía en uno de los mensajes.
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“Pocos momentos juntos, pero buenos, privados y sin compartir hasta ahora. Cuanto más miro tus fotos, más me pregunto cómo es posible, por qué la vida puede llegar a ser tan injusta. No merecías esto. Nadie merece este dolor”, comentaba en otro.
Clemente hacía referencia al “tiempo perdido”, “malgastado”, a los “pocos momentos juntos”. El motivo es que su vida y la de Álex han estado marcadas por la realidad de sus padres y el enfrentamiento de estos que, inevitablemente, han afectado de lleno a los dos hermanos por parte de padre.
Para entender sus diferentes caminos hay que remontarse a más de 25 años atrás.
El 12 de octubre de 1987, Antonia Dell’Atte y Alessandro Lequio contrajeron matrimonio en Milán. La modelo italiana ya estaba embarazada.
El 2 de abril de 1988 nació su hijo Clemente. Los problemas matrimoniales ya existían y, según ha relatado Antonia en diversas ocasiones, empeoraron con la llegada del hijo.
En 1990, la familia se traslada a Madrid por motivos laborales del conde. Alessandro era adjunto al presidente de Fiat España, Paolo Annibaldi. Eran entonces ya un matrimonio en desintegración que se mantenía por el niño, Clemente. Fue en esa época cuando apareció la tercera en discordia, Ana Obregón, quien entonces gozaba de una gran fama frente a unos aún desconocidos por el público y la prensa Alessandro y Antonia.
En octubre de ese mismo año, Alessandro Lequio, Antonia Dell’Atte y Ana Obregón coincidieron en la plaza de toros de Las Ventas de Madrid, con motivo de una cena que organizó Chanel para el lanzamiento de su perfume Égoïste.
Ahí comenzó su historia de amor que provocó la separación de Lequio y Dell’Atte y que inició una larga enemistad pública que se tradujo en declaraciones explosivas, cruce de acusaciones, demandas en juzgados y exclusivas.
Surgió uno de los triángulos amorosos más recordados del mundo del corazón, en el que los roles estaban muy definidos: Lequio, el conde mujeriego; Ana y Antonia, las mujeres enfrentadas y despechadas.
Llegado el año 1992, Ana y Alessandro se convirtieron en padres de un niño llamado Álex. Dos años después se produciría la separación entre ambos.
Pero, mientras el público devoraba cada capítulo de la historia con verdadera curiosidad, todo el mundo olvidaba que en medio de toda la tormenta mediática estaban colocados dos niños a los que las relaciones entre sus padres marcarían sus vidas.
Las infancias de Álex y Clemente transcurrieron mucho tiempo por separado. Aunque ambos eran hermanos por parte de padre, el enfrentamiento entre los adultos hizo imposible una relación fluida y normalizada entre los pequeños, a pesar de que el propio Álex admitió en una ocasión que siempre se había llevado bien con su hermano y de que sus padres siempre aseguraron que nunca usaron a los hijos como arma arrojadiza. La distancia física también tuvo mucho que ver, con Clemente viviendo en Italia gran parte de su vida.
La guerra entre Antonia, Ana Obregón y Alessandro se alargó más de 20 años. Solo cuando los pequeños se convirtieron en adultos y cuando el tiempo logró calmar las aguas entre sus padres, los hermanos se reencontraron con verdadero interés e intensidad.
Antonia Dell’Atte y Ana Obregón enterraron el hacha de guerra. En 2016 aseguraron haber hecho las paces. La italiana y Lequio también lograron acercar posturas, por el bien de su hijo.
Los esfuerzos por parte de todos para que Álex y Clemente compartieran momentos en familia se intensificaron.
Durante las navidades de 2014, Alessandro Lequio confesó en ‘El programa de Ana Rosa’ que él y sus dos hijos habían logrado pasar “unos días estupendos como la familia que somos, todos juntos, disfrutando de nuestras compañías y poniendo al día todos nuestros sentimientos".
El fatal destino ha querido que Clemente no pueda continuar viviendo felices momentos con ese hermano del que estuvo distanciado tanto tiempo. Al menos, Álex pudo marcharse sabiendo que contaba con un hermano mayor que lo quería y que se preocupaba por él, alguien que habría deseado tenerle a su lado mucho más tiempo.
Las palabras que Clemente, el hijo de Antonia Dell’Atte y Alessandro Lequio, dedicó a su hermano Álex en redes sociales, tras la muerte de este, evidenciaron el gran cariño y la cercanía que existía entre ambos.