La dura confesión de Antonia San Juan sobre su estancia en la UCI

Antonia San Juan es una de las actrices más queridas y conocidas en nuestro país, pero llegar al punto en el que está ahora no fue un camino plagado de rosas. Hacerse un hueco en el competitivo mundo de la interpretación fue muy complicado al principio para la intérprete de Stella Reynolds en 'La que se avecina' y su vida no ha estado exenta de momentos realmente duros, una vez ya se había hecho un nombre dentro de la industria.

Recientemente, ha hecho un repaso de los episodios más difíciles de su vida en el programa 'Corazón', que presenta Anne Igartiburu. Además de hablar del proyecto en el que está embarcada desde hace unos meses junto a Nuria Roca, el espectáculo 'La gran depresión', confesó las dificultades a las que se tuvo que enfrentar. Las penurias económicas y una enfermedad de la que se salvó por muy poco gracias a Verónica Forqué fueron solo algunos de los temas que abordaron en el programa.

Antonia García San Juan nació en Las Palmas de Gran Canarias el 22 de mayo de 1961 y tuvo claro que se quería dedicar a la interpretación desde temprana edad. A los 21 años decidió probar suerte en Madrid y comenzó a trabajar en bares, pubs y demás locales donde podía interpretar monólogos. "No era fácil encontrar trabajo en esa época. Robaba para comer y el casero me tocaba la puerta para que le pagara", es una de sus primeras confesiones en el espacio televisivo de La 1.

Precisamente relata que ella vivía en la segunda planta de un edificio y que su vecina era ni más ni menos que Verónica Forqué. Sabiendo que Antonia no se sentía bien desde hacía unos días, fue ella la que la animó a ir al médico para ver qué era lo que le estaba causando tanto dolor en el abdomen. Lo que no sabía era que su amiga le estaba salvando la vida y que por poco no podría llegar a contarlo.

"Se había abierto el intestino y tenía una infección en varios órganos. Estuve casi un mes en la UCI y mis padres vinieron directamente a despedirse y a decirme adiós porque me moría", confesó con sinceridad la actriz. Contra todo pronóstico, Antonia se salvó de aquella terrible peritonitis (infección que se genera por la perforación del apéndice) y ahora, a los 60 años, puede decir que quedó todo en un susto.

En 2017 volvió a estar al borde de la muerte, pues acudió al médico de urgencias por un fuerte dolor de estómago y uno de los doctores quería mandarla a casa porque pensaba que era una gastroenteritis. "Gracias a un médico que llegó y dijo que me operasen estoy aquí, si no hubiese muerto el fin de semana. Me quitaron 20 centímetros de intestino delgado por una gangrena", fueron sus palabras en una entrevista con 'El Mundo' para narrar otro momento de delicada salud.

Un año después, era la propia Antonia la que se dirigía a sus seguidores para informarles de otra intervención quirúrgica. Publicó una imagen de ella con ropa de hospital y una vía intravenosa en la mano derecha acompañada de un pie de foto donde se leía: "Hoy no he escrito, ni puesto nada en Instagram, y sabéis que me encanta informaros de todo. Me intervinieron esta mañana y no es nada grave. Un beso de buenas noches". No quedó constancia del motivo de la operación.

Afortunadamente, juzgando por las publicaciones de la artista donde la vemos feliz, trabajando y acompañada de su perro, una chihuahua llamada Lala a la que profesa su cariño, Antonia San Juan está en un buen momento de su vida.