El terrible susto de Irene Junquera tras la victoria del Real Madrid (y la ayuda Toñín el Torero)

Robos, agresiones, una noche de auténtica pesadilla... Más allá de lo deportivo, con la victoria del Real Madrid sobre el Liverpool, la final de la Champions League celebrada en París dejó un enorme caos de organización y las denuncias de multitud de aficionados sobre la grave situación de inseguridad que se vivió en las inmediaciones del Stade de France.

Una de las personas que han querido alzar la voz sobre lo vivido en la capital de Francia, una jornada que acabó, según las autoridades, con al menos 68 personas detenidas, ha sido la conocida periodista Irene Junquera, que vivió tras la conclusión del encuentro y mientras trataba de regresar a París momentos de verdadero pánico.

"No había taxis, estaba muy oscuro, tuvimos que andar solas y hemos pasado miedo", explicaba en las stories de su cuenta de Instagram la presentadora, a la que acompañaba una amiga, la periodista deportiva Cristina Cubero.

"El estadio está en un barrio complicado, objetivamente complicado, y tienes que ir andando hasta, digamos, la civilización. Había muchísima gente organizada para atracar, para empujar, para robar móviles", relata Junquera, mientras añadía que por suerte a ellas no les pasó nada, pero "lo hemos visto y a unos amigos les han quitado el teléfono".

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Sus palabras las corroboraba vía Twitter Cubero, explicando que "hemos pasado miedo en la salida del Stade de France. Grupos organizados se han dedicado a robar ante la impunidad de todos", antes de calificar como "pésima" la organización del evento que le dio a los jugadores del Real Madrid su Champions número catorce.

"Nosotras íbamos con muchísimo cuidado, pero ha habido un momento en el que ya nos hemos quedado Cristina y yo solas. Estábamos pasando miedo porque no había luz, eran todo callejones, los aficionados se habían ido dispersando y lo que había allí era gente que estaba esperando para lo que pudiera hacer o pillar", seguía contando Irene Junquera sobre aquellos instantes angustiosos.

Por fortuna, cuando peor lo estaban pasando, decidieron parar una furgoneta que resultó ser la de un famoso aficionado del club blanco, Toñín el Torero, "y nos pudo llevar hasta París". Resumiendo lo caótico de aquella noche, la comunicadora aseguraba que "hemos tardado dos horas en coger un taxi. Era imposible. Hemos salido del estadio a las doce y acabamos de llegar al hotel a las tres y media. Organización nefasta. No se puede jugar un partido así en un estadio así".

Matizando sus declaraciones y en referencia a un supuesto "racismo contra los europeos" que algunos aficionados han denunciado en las redes sociales, Irene quiso posteriormente aclarar en sus stories también que "no se trata de cuestiones raciales o culturales, se trata de integración y el racismo es uno de los problemas que impiden que esta se produzca". También quiso destacar luego que "hay delincuentes en todas partes, pero también una gran mayoría de gente honrada".