Los desconocidos hijos de Míchel, del Real Madrid: así son Álvaro y Adrián

No es difícil encontrar en el muro de Instagram de Adrián y Álvaro González un buen puñado de fotos en las que aparecen presumiendo de padre. Algo que no es difícil cuando tu progenitor fue miembro destacado de la Quinta del Buitre y logró como jugador del Real Madrid seis ligas, dos copas del Rey y dos copas de la UEFA. Se nota que los dos están muy orgullosos de Míchel González y él no duda en devolverles los piropos a la mínima ocasión.

"Ayer, hoy y siempre", escribía el pequeño de la casa, Álvaro, junto a una imagen vintage de los tres que de momento es la última publicación que tiene en esta red social. "Lo bueno de la foto es que aún podríamos repetirla de la misma manera, siendo amigos y sintiéndome querido por vosotros. Que siga pasando en tiempo, que yo me siento orgulloso a vuestro lado. No os vayáis", era la cariñosa respuesta del exfutbolista.

A sus 59 años, Míchel González puede presumir de una dilatada y exitosa carrera tanto como jugador como en los banquillos. Su último destino hasta la fecha fue entrenar en primera división al Getafe, pero tras los malos resultados logrados por el conjunto azulón en el inicio de temporada, con solo un punto sumado en las ocho primeras jornadas, el exmerengue se iba a la calle.

Desde entonces está sin equipo y puede dedicarse a ejercer a tiempo completo de padre y abuelo, ya que su primogénito, el también futbolista Adrián González, le ha dado ya tres nietos. Sus dos ojitos derechos son fruto de su relación sentimental con Mercedes Morales, su novia de toda la vida, con la que se casó en 1986.

El mayor de sus dos hijos ha seguido sus pasos en el fútbol y de joven estuvo incluso a sus órdenes en su primera etapa en el Getafe. Aunque entonces el peso del apellido ya se dejaba sentir. "En cierta manera, estoy cansado de ser el hijo de Míchel, aunque en realidad voy a seguir siéndolo toda la vida. Cuando se habla de mí se utiliza esa expresión. Lo tengo asumido, para lo bueno y para lo malo", declaraba en una entrevista de 2009 en 'Marca'.

Adrián, que surgió de la cantera del Real Madrid, recordaba en esa conversación que su abuelo le dijo que iba a ser mejor que su padre. Desde entonces, el talentoso centrocampista se ha convertido en un trotamundos del fútbol que no ha llegado a emular, pese a la predicción de su abuelo, los triunfos de su progenitor, pero sí ha cuajado buenas actuaciones en equipos como el Málaga, el Rayo Vallecano o el Eibar. Su actual club es el Fuenlabrada CF de Segunda División.

A su lado, en su peregrinar por los estadios de España –Adrián ha jugado ya hasta en once equipos diferentes– está su esposa, la influencer Natalia Coll, a la que veíamos por ejemplo recientemente en la despedida de soltera de Lucía Pombo. La pareja se daba el 'sí, quiero' en 2015 en la iglesia de Santa Bárbara de Madrid, tras siete años de convivencia. A su boda, eso sí, no acudieron las figuras míticas del Real Madrid que compartieron vestuario con su padre.

La razón la confirmaba entonces el propio Míchel a Vanitatis: "Es su boda y, por lo tanto, los invitados son sus amigos". Padres como decimos de familia numerosa ya, ambos siguen tan enamorados como el primer día. "La verdadera fortuna no es conocer a alguien a quien amar, es conocer alguien que ames y te ame con la misma intensidad", era el romántico mensaje que Natalia dedicaba a Adrián en su último aniversario de boda.

Por su parte, Álvaro González, que se declara "adicto a la tortilla de patatas" desde su perfil de Instagram, ha preferido alejarse del mundo del balón y dedicarse al de los negocios y las redes sociales, aunque ha hecho alguna incursión laboral en el terreno del marketing deportivo y fundó un centro de entrenamiento personal.

En 2017 se casaba en La Manga (Murcia) con Rocío García, en una bonita ceremonia frente a la playa, que contaba con la presencia de toda su familia y de algunos invitados ilustres como María Pombo y Pablo Castellano. "Presumo de ellos. Pareja perfecta", inmortalizaba entonces un orgulloso Míchel aquel momento.