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Iñigo Onieva y las 48 horas posteriores a su reaparición: esto es lo que ha hecho
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Iñigo Onieva y las 48 horas posteriores a su reaparición: esto es lo que ha hecho

El joven volvió al domicilio que ha compartido con Tamara Falcó, situado en el barrio madrileño de Justicia

Foto: Iñigo Onieva, cuando aún hacía alfombras rojas. (Gtres)
Iñigo Onieva, cuando aún hacía alfombras rojas. (Gtres)

Hasta el domingo pasado, nada se sabía de Iñigo Onieva desde su ruptura abrupta con Tamara Falcó, con la que tenía previsto casarse en el palacio El Rincón el 17 de junio. Mientras su novia acudía a un photocall en el Teatro Real, dando la cara y después viajaba a México para participar en un Congreso de Familias, a Onieva se lo había tragado la tierra. Ni había vuelto al piso que compartía con su pareja y que pagaban a medias, ni frecuentó ninguna discoteca clandestina. Se encerró primero en casa de su madre y después en la de un familiar directo, atribulado y triste. Ya había pedido perdón públicamente a Tamara y a su familia por el daño causado a través de un comunicado que publicó en su Instagram. Eligió un silencio que rompió el domingo, cuando salió del restaurante Totó para hacer declaraciones a los reporteros que le esperaban en la calle. Y sabemos lo que hizo justo después de ese determinante momento.

Si no hubiera sido por el revuelo informativo de semanas atrás, que convirtió al empresario y relaciones públicas en el protagonista de una infidelidad, habría sido un almuerzo como el de otros días festivos. Estuvo acompañado por su madre, su abuela y sus hermanos. Testigos presenciales aseguran a Vanitatis que no había nada que llamara la atención del grupo familiar, salvo para los que reconocieron al que iba a ser el futuro yerno de Isabel Preysler. Los Onieva-Mola suelen ser clientes tanto de este restaurante como de Tatel, que se encuentra casi puerta con puerta. Los dos locales pertenecen a la empresa Mabel Capital, donde desempeña su trabajo Iñigo.

Foto: Iñigo Onieva. (Redes)

Por eso, una vez que finalizó la comida y salió para hablar con la prensa volvió al restaurante para cerrar su agenda laboral. Como ya adelantó Vanitatis, sus jefes nunca se plantearon rescindir su contrato profesional. Lo que sí hicieron fue proponerle teletrabajar. De esta manera, además de tranquilizarse, le evitaban el tener que enfrentarse a los reporteros que controlaban los lugares donde podía aparecer. Una vez que la calma llegó a su vida y bien asesorado, se organizó la puesta en escena que emitió en directo el programa ‘Fiesta’, que presenta Emma García.

placeholder Iñigo Onieva, en Bohol. (RRSS)
Iñigo Onieva, en Bohol. (RRSS)

Volvió a pedir perdón a Tamara, dio las gracias a la prensa manteniendo una línea argumental parecida a la de su exnovia. Agradecía tanto a quien le había defendido como a los que no. Sus palabras fueron las de un total arrepentimiento: “Lo primero que quiero pedir es respeto para mi familia, para mi madre, para mis hermanos, a los cuales les estoy profundamente agradecido porque están siendo un apoyo incondicional. Siento mucho que estén pasando por esto y pagando las consecuencias. No se lo merecen. Solo queremos vivir nuestra vida con normalidad. Pido perdón a Tamara las veces que haga falta. Si ya es duro haberla perdido, toda esta repercusión mediática lo complica más. No tengo nada que celebrar. Lo único que quiero es volver a mis compromisos profesionales, con mi familia".

Y a partir de ese momento desapareció. Las 48 horas siguientes a sus declaraciones a pie de pista han estado marcadas por la búsqueda de su agenda doméstica cotidiana. Lo primero que hizo fue volver a la casa del barrio de Justicia que compartía con Tamara. Allí recogió su moto y echó un vistazo a sus cosas. Explican a Vanitatis que el piso está pagado y, por lo tanto, romper el contrato puede ser otro problema añadido para la expareja. Lo que no se contempla, según confirman a Vanitatis, es “que Iñigo se instale o que sea Tamara la que lo haga”. Lo que sí han confirmado es la vuelta presencial al trabajo y desde el entorno familiar niegan que tenga intención de hacer ninguna exclusiva. “Aparecerá en todos los actos que tengan que ver con su actividad laboral. Nada más. Ya ha pedido perdón a quien tenía que pedir”, afirman.

placeholder Tamara Falcó e Iñigo Onieva, en una imagen reciente. (Gtres)
Tamara Falcó e Iñigo Onieva, en una imagen reciente. (Gtres)

También dicen que no ha estado en contacto telefónico ni a través de WhatsApp con Isabel Preysler, como se ha dicho. Sí, en cambio, con Tamara, que durante la primera semana cortó todo tipo de comunicación. Iñigo pidió a las amigas de su exnovia que intercedieran, pero no hubo manera. Puede ser que sus últimas declaraciones del domingo pasado hayan servido para que la marquesa de Griñón decida mantener una charla en un futuro cercano.

Un desliz que no perdona

Casi desde el primer momento en el que Tamara decidió dar carpetazo al desliz del Burning Man, todo el mundo asumió que no había vuelta atrás. Onieva lo intentó con un comunicado pidiendo disculpas, pero la marquesa ya habló de él como su “exnovio” en su primera comparecencia pública. Y así se ha mantenido. De hecho, las últimas fotografías no son de Onieva, sino de sus cosas saliendo del piso que compartía la pareja, rumbo al domicilio de la madre de Iñigo.

El martes, 4 de octubre, un camión de mudanzas se acercaba hasta el que fue su primer hogar de solteros sobre la una de la tarde, trasladando una hora después todo lo que tenía allí el empresario a la casa familiar de los Onieva. De la casa que compartieron salieron numerosas cajas, además de un llamativo casco de motociclista con el que Iñigo recorría calles y carreteras de Madrid a bordo su moto. También varios portatrajes, algunos con el logo de la firma Hugo Boss impreso. En total, ocho cajas que los operarios de la mudanza cargaron en el camión que esperaba en el portal y que después fue hasta La Moraleja, donde se sitúa el domicilio familiar en el que el empresario se ha refugiado en los últimos días, desde que estallara la tormenta.

Hasta el domingo pasado, nada se sabía de Iñigo Onieva desde su ruptura abrupta con Tamara Falcó, con la que tenía previsto casarse en el palacio El Rincón el 17 de junio. Mientras su novia acudía a un photocall en el Teatro Real, dando la cara y después viajaba a México para participar en un Congreso de Familias, a Onieva se lo había tragado la tierra. Ni había vuelto al piso que compartía con su pareja y que pagaban a medias, ni frecuentó ninguna discoteca clandestina. Se encerró primero en casa de su madre y después en la de un familiar directo, atribulado y triste. Ya había pedido perdón públicamente a Tamara y a su familia por el daño causado a través de un comunicado que publicó en su Instagram. Eligió un silencio que rompió el domingo, cuando salió del restaurante Totó para hacer declaraciones a los reporteros que le esperaban en la calle. Y sabemos lo que hizo justo después de ese determinante momento.

Tamara Falcó
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