¿Cómo era Isabel Preysler con 30 años? Las imágenes más especiales de su juventud
Buceamos en el álbum de fotografías de la socialité para recordar cómo era cuando acababa de alcanzar la treintena. Momentos mágicos de la década de los 80
Acostumbrados a verla protagonizando muchas de las páginas que han compuesto la crónica social durante décadas, parece que nada pueda sorprendernos sobre Isabel Preysler. No obstante, de vez en cuando, apetece echar la vista atrás para rememorar tiempos pasados y deleitarnos con algunas de las mejores imágenes que nos dejó la socialité en su juventud. Hoy nos trasladamos a la década de los 80 para recordar cómo era con 30 años.
Nacida en Manila en 1951, Isabel Preysler llegó a Madrid siendo una adolescente y fue con 20 años cuando conoció a Julio Iglesias, le dio el 'sí, quiero' y tuvo a su primera hija, Chabeli. Diez años más tarde, ya había vivido el nacimiento de otros dos hijos, Julio José -nacido el 25 de febrero de 1973- y Enrique Miguel -nacido el 8 de mayo de 1975- y el final de su primer matrimonio. Empezaba a despuntar entonces como 'la reina de corazones'.
Fue en 1980 cuando Isabel conoció a Carlos Falcó, el marqués de Griñón, durante un pase privado de la película 'Fiebre del sábado noche'. Volvieron a coincidir en algunas cenas más y terminaron enamorándose, hasta que el 23 de marzo de 1980, en Malpica de Tajo (Toledo), se casaron. De su amor, nació la archiconocida Tamara Falcó, que a día de hoy ostenta el título de su fallecido padre y se ha convertido en un rostro habitual de la televisión.
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No todo, eso sí, eran sus hijos y su matrimonio, puesto que, con 30 años, Isabel Preysler disfrutaba de una frenética vida social, asistiendo como invitada a todos los eventos que celebraba la jet set española y organizando los suyos propios, demostrando estar plenamente integrada.
De todas sus amistades, era Carmen Martínez-Bordiú su fiel escudera y es que, con una vida paralela a la suya, nadie podía entenderla mejor. Damas de la alta sociedad, mediáticas, observadas por todos, vecinas… Eran muchos los puntos en común que las unían y por los que se podían comprender mutuamente.
Más allá de la capital, Marbella se convertía, cada verano, en el mejor refugio de la empresaria para pasar tiempo con sus tres hijos mayores, que en aquel momento vivían en Miami junto a su padre, Julio Iglesias. La razón no era otra que el secuestro del doctor Iglesias Puga, padre de Julio, por parte de ETA, lo que llevó a la expareja a tomar la decisión de proteger a sus pequeños, poniendo mar de por medio. El cantante le ofreció una casa a Isabel con todos los gastos pagados, pero esta la rechazó porque su vida estaba en Madrid.
Dando una lección de estilo en cada una de sus apariciones públicas, Isabel Preysler se convirtió con 30 años en uno de los mayores iconos y referentes de la moda de nuestro país. Algo que, cuatro décadas después, continúa haciendo y le ha valido el título de reina de la elegancia española.
La misma sofisticación que derrochó del brazo de Miguel Boyer cuando, tras poner punto y final a su matrimonio con Carlos Falcó en 1985, hizo público su romance con el entonces ministro de Economía. Y sucedió como con los anteriores 'hombres de su vida'. El noviazgo fue clandestino, pero una vez que fue oficial no tardaron en casarse. Lo hacían en los juzgados de la calle Pradillo a las ocho de la mañana un 2 de enero de 1988. Un año después, nacía Ana Boyer para cerrar el círculo.
De aquella época, es Tamara Falcó quien más imágenes ha compartido en sus redes sociales, pues guarda un gran recuerdo de su infancia, en la que si algo consiguió Isabel Preysler, fue forjar un importante vínculo de hermanos entre sus hijos. Un vínculo que todavía hoy se mantiene, tal y como demuestran en sus reuniones familiares.
Actualmente, Isabel Preysler disfruta de una de las etapas más felices de su vida. Al lado de Mario Vargas Llosa vive una segunda juventud en la que, como con 30 años, no deja de hacer acto de presencia en diferentes citas y acontecimientos (son asistentes fijos en el Teatro Real) e, incluso, de realizar viajes en pareja o acompañada de sus hijos. Un sinfín de proyectos personales entre los que, sin duda, destaca el que ella misma considera su mayor logro: haber criado a sus cinco hijos, de los que se siente plenamente orgullosa.
Acostumbrados a verla protagonizando muchas de las páginas que han compuesto la crónica social durante décadas, parece que nada pueda sorprendernos sobre Isabel Preysler. No obstante, de vez en cuando, apetece echar la vista atrás para rememorar tiempos pasados y deleitarnos con algunas de las mejores imágenes que nos dejó la socialité en su juventud. Hoy nos trasladamos a la década de los 80 para recordar cómo era con 30 años.