La verdad sobre la situación laboral de Iñigo Onieva: ¿ha influido su separación de Tamara?
Hemos hablado con el entorno del empresario y con los responsables de comunicación de Mabel Capital, que posee, entre otros, la cadena de restaurantes Tatel
Iñigo Onieva era, hasta el 24 de septiembre, novio oficial de Tamara Falcó y la pareja tenía fecha cerrada de boda para el 17 de junio. Ese proyecto de vida desapareció y el que iba a ser yerno de Isabel Preysler se convirtió en el personaje antipático número uno del país. Con el paso del tiempo se ha visto que era una exageración. El 'todos somos Tamara' se convirtió en una frase tuitera que lo mismo servía para reivindicar la fidelidad que para el cachondeo general. El chico de 33 años desapareció de la escena y nunca más se le ha vuelto a ver en público. Se ha refugiado en su familia y no ha salido del lugar en el que se encuentra a ningún lado.
Le han aconsejado que, aunque sea protagonista directo, se mantenga alejado de las ofertas económicas que está recibiendo a través de terceros para contar su historia. “No va a acudir a ningún programa de televisión, ni hará declaraciones porque nunca ha cobrado ninguna exclusiva. Colaboró en el documental de Netflix porque se lo pidió Tamara. No ha cobrado ni un euro por su participación”, aseguran a Vanitatis amistades del repudiado. Confirman que desde enero del 2020 estaban viviendo juntos y que los gastos de alquiler eran a medias.
El revuelo organizado por la ruptura sentimental ha sido grande y se han publicado informaciones que no se ajustan a la realidad. Una de ellas tiene que ver con su vida laboral. Iñigo Onieva trabaja para la empresa Mabel Capital, que engloba, entre otros negocios, la cadena de restaurantes Tatel.
Estos días se había dicho que le habían rescindido el contrato. La razón que se daba era que al ser Enrique Iglesias uno de los socios había presionado para que le echaran. El cantante tiene su vida y puede apoyar a su hermana Tamara afectivamente, pero nada más.
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“En Mabel Capital hay muchos socios. Unos conocidos y otros no, y esta historia es una cuestión íntima de una persona particular que no afecta a la empresa. Estaría bueno que cada separación matrimonial o de noviazgo tuviera repercusión. Iñigo no ha perdido su puesto de trabajo y lo que ha hecho ha sido salirse del foco mediático. Lo que quiere es vivir con normalidad y el resto de su familia también. Todo esto está afectando gravemente a terceras personas. Iñigo es un chico joven que ha cometido un error en una relación personal. Ha pedido perdón reiteradamente por su comportamiento, que sabe que fue erróneo, y es consciente del daño que ha hecho. Nadie lo lamenta más que él”, aseguran a Vanitatis desde el entorno del relaciones públicas y empresario. Por el momento, y hasta que todo se apacigüe, ha preferido teletrabajar. Además de la parte presencial en la discoteca Lula, Onieva tiene otras responsabilidades que puede hacer desde el domicilio en el que se encuentra.
Por parte, desde Mabel Capital no hubo ni habrá en el futuro ningún comunicado ni explicación en este sentido. Vanitatis se ha puesto en contacto con ellos y confirman este dato: “No contemplamos dar información sobre cuestiones ajenas a la empresa. Esta es nuestra política y lo único que decimos es que no hay variaciones de ningún tipo”. Interpretando estas palabras, el exnovio de Tamara Falcó sigue desarrollando su trabajo (salvo el presencial) como ha hecho hasta ahora.
Vuela solo
Casi desde el primer momento en el que Tamara decidió dar carpetazo al desliz del Burning Man, todo el mundo asumió que no había vuelta atrás. Onieva lo intentó con un comunicado pidiendo disculpas, pero Tamara ya habló de él como su “exnovio” en su primera comparecencia pública. Y en esas se ha mantenido. De hecho, las últimas fotografías que hemos ‘visto’ de él no son de Onieva, sino de sus cosas saliendo del piso que compartía la pareja rumbo al domicilio de la madre de Iñigo.
Este martes, 4 de octubre, un camión de mudanzas se acercaba hasta el que fue su nidito de amor sobre la una de la tarde, trasladando una hora después todo lo que tenía allí el empresario a la casa familiar de los Onieva. De la casa que compartieron salieron numerosas cajas, además de un llamativo casco de motociclista con el que Iñigo recorría calles y carreteras de Madrid sobre su moto. También varios portatrajes, algunos con el logo de la firma Hugo Boss impreso. En total, ocho cajas que los operarios de la mudanza cargaron en el camión que esperaba en el portal y que después fue hasta La Moraleja, donde se sitúa el domicilio familiar donde el empresario se ha refugiado en los últimos días, desde que estallara la tormenta.
Onieva vuela solo, aunque de momento su vuelo es secreto e incierto. No se le ha visto, sus redes sociales están silenciadas y su círculo más cercano le ha recomendado que ponga tiempo y tierra por medio. Y es lo que tendría previsto en cuanto se encuentre con algo más de ánimo. Por el momento, Marbella, donde se encuentra la casa familiar, no entra entre las posibilidades del retiro emocional. Apuntan que quien ya no será el yerno de Isabel Preysler podría barajar instalarse en una finca próxima a Madrid, donde estaría acompañado por amigos de confianza. En estos momentos solo se fía de su familia directa y del pequeño grupo que sabe que no le va a traicionar. Otra de las cuestiones a las que ha tenido que enfrentarse ha sido la deslealtad de ciertos conocidos a los que consideraba amigos. Se han dedicado a filtrar posibles 'amistades entrañables' desde que comenzó su noviazgo y que en realidad no han sido veraces.
Iñigo Onieva era, hasta el 24 de septiembre, novio oficial de Tamara Falcó y la pareja tenía fecha cerrada de boda para el 17 de junio. Ese proyecto de vida desapareció y el que iba a ser yerno de Isabel Preysler se convirtió en el personaje antipático número uno del país. Con el paso del tiempo se ha visto que era una exageración. El 'todos somos Tamara' se convirtió en una frase tuitera que lo mismo servía para reivindicar la fidelidad que para el cachondeo general. El chico de 33 años desapareció de la escena y nunca más se le ha vuelto a ver en público. Se ha refugiado en su familia y no ha salido del lugar en el que se encuentra a ningún lado.