Genoveva y Federico de Dinamarca: meses de relación, hermetismo y un amigo común

Para los que no están pendientes del acuerdo de gobierno entre Junts y el Partido Socialista, no hay otro tema de conversación esta semana que el derivado de las fotos que publicó la revista 'Lecturas' con Genoveva Casanova y Federico de Dinamarca paseando por Madrid. La hemorragia informativa no ha podido pararse por más que la mexicana enviara un duro comunicado indicando que solo había una amistad entre ellos y que actuaría legalmente contra quienes afirmaran lo contrario. Este sábado, día en que los principales periódicos publican sus suplementos dedicados a la crónica social, han salido a la luz más detalles sobre la amistad del heredero al trono danés y la mexicana.

La primera versión que dio Genoveva a la revista '¡Hola!' es que el príncipe danés viajó a España con intención de pasar unos días viendo museos y disfrutando del flamenco y nuestra gastronomía. Según ella, un amigo común iba a acompañar a Federico a visitar la exposición ‘Picasso, lo sagrado y lo profano' en el Museo Thyssen. Sin embargo, se encontró indispuesto y no pudo acompañarle así que pidió a Genoveva que fuera en su lugar. Además de la visita a la exposición, Federico y Genoveva pasearon también por El Retiro y cenaron en ‘El Corral de la Morería’, que se encuentra en pleno centro de Madrid.

Hoy, una información publicada por LOC alumbra mejor los rincones oscuros de esta historia. El periodista Eduardo Verbo relata cómo el propio círculo de Genoveva llevaba meses preguntándose quién invitaba a la mexicana a una exclusiva cacería en Austria, a una fiesta en Centroeuropa o a pasar unos días en hoteles exclusivos al alcance solo de unos pocos. No desde luego de Genoveva, sin más trabajo conocido que su participación en photocalls y 'MasterChef'. Genoveva callaba y no contaba ni a sus más íntimas con quién llevaba a cabo estos planes, aunque sus amigas nunca calcularon el alcance de la historia: ni más ni menos que un príncipe heredero.

Según el suplemento de 'El Mundo', fue un amigo común, también mexicano, quien introdujo a Genoveva en el círculo del príncipe Federico hace meses. Desde entonces, la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo empezó a recibir regalos, hacer esos extraños viajes (como el que ella misma compartió a Copenhague hace un mes), y cultivar un nuevo círculo de amistades formado por intelectuales daneses. Hasta que un paparazzi de la agencia Gtres (la misma que adelantó la noticia de la nueva hija-nieta de Ana Obregón) que andaba por El Retiro se encontró casualmente con ellos en Madrid y decidió hacerles un seguimiento (siempre según esta versión de la historia).

El resto ya lo saben. Aunque la revista Lecturas tituló en portada que "durmió en su apartamento", Genoveva Casanova, en declaraciones a Vanitatis, ha negado la mayor y los abogados, también en declaraciones a este medio, insisten en que defenderán que no pasaron la noche juntos en sede judicial.

¿Qué pasó? ¿Avisó Genoveva a los paparazzi? ¿Hasta dónde llegó esa relación? Ya se barajan las cifras astronómicas que estaría ofreciendo la revista de cabecera de Casanova por dar a conocer su versión de los hechos a toda portada. Según publica Pilar Vidal en 'ABC' y también apuntó Marisa Martín Blázquez en 'Tarde AR', la mexicana baraja romper su silencio porque se siente en deuda con la revista, a la que le une una larga relación personal y profesional. En más de una ocasión han acudido a su rescate, como cuando dieron esa primera versión de la historia con el príncipe algo ingenua y sonrojante. Antonio Montero recordó en el mismo programa cómo la revista guardó hace años en su famoso cajón una foto de Genoveva Casanova besándose con el cantante Luis Miguel cuando este aún no se había divorciado de Aracely Arámbula. Ahora le están ofreciendo un cheque en blanco.

Federico quería romper

Mientras, en Dinamarca la prensa carga las tintas contra Genoveva. Aducen que la mexicana sabía que Federico de Dinamarca viajaba a Madrid para romper esa relación de amistad que mantenían y que ella, conocedora del asunto, avisó a los fotógrafos para sacar rentabilidad antes de que su cuento de hadas se esfumara. Otras fuentes de Copenhague deslizan que el verdadero amor de Genoveva es ese misterioso amigo común, un controvertido empresario cuya amistad con Federico de Dinamarca, de hacerse pública, dañaría aún más su reputación que este presunto 'affaire' con la mexicana.

La última palabra la tienen ambos, que han firmado un pacto de silencio para no alimentar más al monstruo. Federico de Dinamarca se ha dejado ver estos días mostrando ostensiblemente su alianza de casado y con sonrisa relajada. Genoveva permanece en paradero desconocido y solo coge el teléfono a unas cuantas personas escogidas. Quizá una de ellas sea la que consiga la ansiada versión (real o no) de la mexicana sobre el asunto que ha roto la actualidad informativa esta semana.