El aviso de Juan Ortega a su novia 48 horas antes de cancelar su boda: "Vamos a parar esto"

Desde que el sábado 2 de diciembre el torero Juan Ortega dejara Jerez de la Frontera tras cancelar su boda y hablar por teléfono con Carmen, su prometida, nadie le ha visto. Juan regresó a Sevilla y se ha instalado en la casa de sus padres, no ha vuelto al piso alquilado que compartía con su pareja ni tiene intención de hacerlo. La joven, por otro lado, está refugiada en la finca familiar, muy cerca de la localidad gaditana, arropada por su familia y sus amigas.

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Además, según explican en exclusiva a Vanitatis, se encuentra atravesando una compleja situación anímica y emocional. Sin embargo, no es la única y tanto sus padres como los del diestro están en un estado muy complejo, siguiendo lo apuntado a este digital. Aun así, los rumores acerca de esta historia siguen circulando y la realidad es que es todo mucho más sencillo. Nada más se trata de la decisión de una persona que en el último momento decide ser coherente con sus sentimientos y no someterse a los deseos de los demás.

“Juan no quería casarse y Carmen lo sabía", comenta una íntima amiga que prefiere no ser identificada. Tal y como anota este testimonio, él había manifestado sus dudas desde hacía varios meses, pero fue al volver de Ecuador semanas atrás cuando volvió a decirlo. Una actitud que Otte achacaba a los nervios de la boda, pero con la que él insistió en la semana previa al enlace, llegando a expresar la posibilidad de pararlo todo porque no estaba seguro.

Así, permaneció en Sevilla hasta el jueves y el viernes lo pasó llorando. Sus amigos ya le vieron serio durante la fiesta de la preboda, aunque, sí es cierto, hubo un momento en el que se relajó y bailó, momentos capturados en las imágenes publicadas por los medios de comunicación. No obstante, desde el inicio de la polémica todos en su entorno sufren con el desarrollo de esta historia, incluido él, refugiado en casa de sus padres en la capital andaluza.

Por ello, sumado a su carácter reservado, son muy pocas las personas que han conseguido hablar con él. Su círculo de íntimos son sus amigos de su etapa universitaria en Córdoba, donde estudió Ingeniería Agrícola. Curiosamente, como también lo hizo el que podría haber sido su suegro, Miguel Ángel Otte del Pino, un hombre muy conocido y respetado profesionalmente en Jerez.

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Aunque la noticia ha impresionado a la familia, insisten los allegados al torero en que no era una sorpresa. “Juan no se ha implicado en los preparativos de la boda porque nunca estuvo convencido de dar ese paso, aunque continuó adelante y quizás debería haberlo parado antes, pero cada persona es de una manera… Carmen tuvo que llamarle desde Jerez porque la semana antes de su boda estaba entrenando. El mismo jueves al llegar él dijo a su prometida: “Vamos a parar esto que aún estamos a tiempo”, confiesan en exclusiva a Vanitatis.

Por otro lado, su círculo íntimo añade que él apenas había invitado a su boda a gente del toro y que los padres de la novia eran quienes más interés tenían en que este matrimonio se realizara. “Ella es una joven discreta, normal, muy educada, es lógico que quisiera casarse y formar una familia, como había expresado varias veces, ella era quien justifica las dudas de Juan con los nervios previos a un enlace”, desarrollan a nuestro digital.

Sin embargo, aunque en la semana previa a la boda Juan intentó paralizarla, finalmente accedió, pero las dudas no habían desaparecido. El sábado por la mañana habló con dos sacerdotes, uno de Jerez, amigo de Carmen, quien le aconsejó seguir adelante, y otro de Barcelona, amigo suyo, que fue quien le hizo reflexionar sobre sus sentimientos. Sus palabras fueron: “Si de verdad no lo quieres hacer, no lo hagas”. Juan llamó a Carmen, habló con ella y dijo: “No me voy a casar”. Después se lo comunicó a su padre y enseguida empezaron a hacer llamadas avisando a todo el mundo.

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Como consecuencia de dicho acto, actualmente ambos miembros de la pareja atraviesan una de las etapas más complejas de su vida. Juan en breve comenzará a ir a tentaderos. No lo ha hecho aún por el mal tiempo y las lluvias en Andalucía, pero su cabeza solo está centrada en la temporada taurina del 2024. Curiosamente, los medios taurinos no se han hecho eco de esta noticia. “Existe una especie de pacto de silencio, por unanimidad, este hecho pertenece a la vida privada del torero, es un hombre muy serio, educadísimo y respetuoso, por eso vamos a respetar esta parcela de su vida y a guardar silencio”, nos apuntan.