Las últimas dos decisiones del torero Juan Ortega respecto a la cancelación de su boda con Carmen Otte

Juan Ortega no está escondido, ni desaparecido. Simplemente, ha decidido retirarse del ruido mediático. No tiene que dar explicaciones de ningún tipo a nadie y considera que la decisión que ha tomado de suspender su boda una hora antes de casarse, pertenece a su ámbito privado y como tal lo habló directamente con la persona implicada, Carmen Otte, la que iba a convertirse en su mujer.

A ella le dio las explicaciones directamente y con ella habló lo que consideró, aunque a Carmen no le pilló de sorpresa porque era conocedora de las dudas de su pareja para contraer matrimonio. Según su círculo, nunca fue ajena a ello, y hasta el último momento intentó ayudarle a verlo con claridad, pero no lo consiguió.

El círculo íntimo del torero sevillano, protagonista involuntario de la noticia más mediática de los últimos días, se ha blindado para protegerlo: “Lo que pasa entre dos personas es cosa de dos; nadie sabe realmente la profundidad de este tema, hay muchos rumores e historias sin ningún fundamento y que hacen daño a ambas familias”, cuentan a Vanitatis.

El por qué de una actitud inesperada es mucho más fácil de explicar. “La falta de seguridad”, dice una de las personas que ha hablado en estos días con el torero. “Juan es una persona profundamente religiosa, de las que creen que el matrimonio es para toda la vida, y las dudas no aparecieron en el último momento, ya lo acompañaban desde antes”.

Las pocas personas que lo conocen bien, dado su carácter reservado e introvertido, están indignadas por los comentarios frívolos: “Es que él es reservado pero tiene unos principios muy sólidos. Es muy juicioso, tranquilo, humano, muy amigo de sus amigos, y quieren dar una imagen de él, sin conocerlo, que es totalmente contraria a la realidad”.

Amigos indignados

Los amigos se indignan cuando se alude al tema económico: “No tiene nada que ver el dinero. Él se hará cargo de todos los costes, pagará todo, incluso el viaje de novios. No es un problema de ese tipo y se está intentando distorsionar su imagen con frivolidades. La verdad es que él también lo está pasando mal y lo que más le ha dolido es el daño que ha podido causar, pero su decisión está muy meditada”.

Hablan de que quizás se ha dejado llevar por la inercia, por no querer desilusionar a nadie, pero que no lo veían ilusionado con la boda. “Tiene una personalidad arrolladora y que seguirá creciendo; tiene claro su rumbo, lo que quiere y como lo quiere y será siempre fiel a lo que es. Por eso no hará comentarios. Su enorme sensibilidad y su humanidad también le hacen sufrir mucho en esta situación, pero es un hombre que no puede traicionarse a sí mismo”.

Sobre su personalidad, el periodista Juan del Val, amigo del torero desde hace más de años, cuando ambos protagonizaron un ‘Mano a mano’ para hablar del Toro y la televisión en la Fundación Cajasol de Sevilla organizado por el periodista José Enrique Moreno, nos dice: “Juan es un hombre muy íntegro, nunca se traiciona ni traiciona lo que siente. Es una persona que huye del alarde, para nada frívolo y tremendamente reflexivo. En su caso concreto su manera de ser y torear es la misma”.

Aunque no es fácil que Ortega conceda entrevistas, en la ocasión en la que coincidió en un acto con Juan del Val en Sevilla realizó esta declaración de principios: “Mi objetivo principal es estar delante de la cara del toro lo más natural posible. Delante de un toro lo que menos te sale es estar natural. El toreo no deja de ser una lucha constante contra el instinto de conservación. Estar delante de un toro como si estuvieses en el salón de tu casa me parece lo más grande”.

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Raquel Pérez

Naturalidad y verdad son las claves de su vida y esos principios, junto con los de querer agradar a todo el mundo, a veces no casan bien. Por eso su decisión, aunque firme, fue tomada tan a última hora. Juan del Val no quiere desvelar detalles del estado anímico de su amigo, al que apoya y entiende pero nos confirma que han mantenido una conversación: “Sí, hemos hablado. Él habla con la gente que considera, pero por supuesto no te puedo transmitir nada de esa conversación. Solo puedo decirte que es una persona muy inteligente y que yo, como periodista, sé que las polémicas duran aproximadamente un cuarto de hora. Las razones que llevan a alguien a tomar una decisión así solo las conoce esa persona y opinar a la ligera es muy fácil”.

A pesar de esa timidez y discreción que lo caracteriza, este mismo año inauguraba una peña taurina en Triana, en la que estuvieron presentes el cantaor Rancapino y el guitarrista y compositor Paco Cepero. Cepero recuerda aquel día para Vanitatis: “Es un torero de mucha pureza, educado y reservado como persona. Le cuesta
trabajo hasta hablar”. El compositor le dedicó estos versos aquel día: “Empaque, torería y pureza/ grandeza y es trianero/!cómo te pellizca el alma!/ Juan Ortega es el toreo”.