Es noticia
Menú
Del viejo alquiler al turismo: el duque de Alba revoluciona la gestión de su Casa
  1. Famosos
NEGOCIOS

Del viejo alquiler al turismo: el duque de Alba revoluciona la gestión de su Casa

El aristócrata y su equipo dan un salto cualitativo con su nuevo proyecto de abrir pisos turísticos. Acaban de inyectar 1,85 millones de euros en su línea 'gourmet'

Foto: Eloy Martínez de la Pera, Carlos Fitz-James Stuart y Lorenzo Caprile. (EFE/J.P. Gandul)
Eloy Martínez de la Pera, Carlos Fitz-James Stuart y Lorenzo Caprile. (EFE/J.P. Gandul)

Cuando la duquesa Cayetana de Alba falleció, en noviembre del año 2014, su primogénito, Carlos Fitz-James Stuart, tomó las riendas de la Casa de Alba. Tres años atrás, antes de casarse con Alfonso Díez, Cayetana ya había donado la mayor parte de sus bienes a sus hijos. En total, y con el ánimo de que el grueso del patrimonio no se dispersara entre ellos, Carlos recibió el 60% de los bienes de la casa, incluido el palacio de Dueñas, todo el lote de la Fundación Casa de Alba (que entonces incluía los palacios de Liria y Monterrey), los principales títulos, fincas rústicas como uno de los mayores latifundios de Córdoba y varios edificios colindantes al palacio de Liria.

La realidad con la que se encontró este hombre de pocas palabras y "saber aristotélico" fue un buen puñado de empresas agrícolas cuya gestión estaba desactualizada, un inmenso patrimonio artístico e histórico que no estaba al alcance del público y era insostenible económicamente, así como decenas de propiedades en régimen de alquiler. La noticia que publica El Confidencial de que el duque va a unir dos edificios de su propiedad para convertirlos en 66 pisos turísticos es una buena muestra de la revolución que han emprendido el aristócrata, sus dos hijos y su equipo para llevar la Casa de Alba al siglo XXI. Adiós al viejo alquiler, hola al boom turístico de Madrid.

El Ayuntamiento de Madrid acaba de admitir a trámite y aprobar inicialmente el Plan Especial para unir dos edificios en la calle de la Princesa 22 y 24, en el distrito de Centro. La intención es transformar esos dos inmuebles en apartamentos turísticos, lo que podría reportar a la Casa de Alba unos dos millones de euros al año cuando estén funcionando a pleno rendimiento. Los pisos están ocupados actualmente por oficinas o despachos profesionales.

placeholder Una imagen del palacio de Liria. (EFE)
Una imagen del palacio de Liria. (EFE)

El patrimonio exacto de la Casa de Alba es incalculable. En vida de la duquesa Cayetana, técnicos del Ministerio de Hacienda lo situaron en una horquilla entre los 2.200 y los 3.200 millones de euros y la revista 'Forbes' en 2.800, aunque ambas cifras fueron puestas en duda por los miembros de la familia. La mayor parte de esa 'fortuna' está considerada patrimonio histórico y se integra dentro de la Fundación Casa de Alba. Otras muchas propiedades se encuentran cedidas a las instituciones públicas para su explotación y correcta conservación, como algunos castillos, torreones y heredades medievales. En terreno, los hermanos heredaron de su madre cerca de 45.000 hectáreas (la cifra la reveló el propio Cayetano Martínez de Irujo en su polémico libro) entre Salamanca, Sevilla, Córdoba y Ávila. Desde que falleció la duquesa, cada hermano gestiona su parte.

El jefe de esa macroempresa que son los Alba hoy en día es Carlos Fitz-James, el duque titular, que cuenta con un bagaje empresarial propio. En estos diez años desde la muerte de su madre, Fitz-James se ha empeñado en profesionalizar al máximo la gestión de todo ese patrimonio, que combina intereses económicos e históricos en un equilibrio que no siempre es fácil. La Casa de Alba quiere trascender y para eso sabe que tiene que acompasar su latido al ritmo de los tiempos. Para ello, el duque y su equipo se han empapado de lo que se estaba haciendo en otras casas nobiliarias europeas, poniendo en marcha una política completamente diferente a la que llevaba el anterior equipo.

El primer paso que dio el duque fue poner a disposición del público ese patrimonio que en vida de Cayetana guardaban celosamente, abriendo los principales palacios de la familia. El primero en abrir fue uno de los palacios privados más famosos de España, Dueñas, en Sevilla, un inmueble que no estaba dentro del lote de la Fundación Casa de Alba y que su madre legó personalmente a Carlos Fitz-James. Desde su apertura al público en 2016, Dueñas se ha convertido en uno de los polos turísticos de Sevilla. El proceso se completó con la apertura del palacio de Monterrey (Salamanca) en 2018 y Liria en 2019.

Ahora han dado un paso más. Tras el éxito de la exposición 'La moda en la Casa de Alba', el palacio de Liria contará con una sala de exposiciones temporales para mostrar arte contemporáneo. Se inaugura oficialmente el próximo 24 de febrero, con una muestra de la artista Denise De la Rue.

El duque y su equipo están decididos a aplicar los criterios empresariales en la gestión de su patrimonio. De ahí que de un tiempo a esta parte estén donando buena parte de su patrimonio histórico (antiguos castillos, fondos documentales de gran valor y demás) a la Fundación Casa de Alba, para su correcta conservación y su exposición al público. Dentro de este proceso, el duque de Alba donó el año pasado el palacio sevillano de Dueñas.

Y no solo esto. Además, la Casa de Alba no deja de mirar hacia el futuro y explora nuevas posibilidades de desarrollo de negocio, como hemos visto con los pisos turísticos. También están creciendo por la vía de la comida gourmet, una idea de Cayetano Martínez de Irujo cuya gestión ha heredado Carlos, el duque de Osorno. El joven tiene ambición y la familia acaba de inyectar 1,8 millones de capital en este negocio para ampliar su gama de productos más allá del jamón y el aceite.

Cuando la duquesa Cayetana de Alba falleció, en noviembre del año 2014, su primogénito, Carlos Fitz-James Stuart, tomó las riendas de la Casa de Alba. Tres años atrás, antes de casarse con Alfonso Díez, Cayetana ya había donado la mayor parte de sus bienes a sus hijos. En total, y con el ánimo de que el grueso del patrimonio no se dispersara entre ellos, Carlos recibió el 60% de los bienes de la casa, incluido el palacio de Dueñas, todo el lote de la Fundación Casa de Alba (que entonces incluía los palacios de Liria y Monterrey), los principales títulos, fincas rústicas como uno de los mayores latifundios de Córdoba y varios edificios colindantes al palacio de Liria.

Nobleza