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7 secretos del palacio de Liria, la residencia del duque de Alba
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7 secretos del palacio de Liria, la residencia del duque de Alba

Su espectacular biblioteca, su cementerio de mascotas o el bombardeo franquista que sufrió. Repasamos 7 datos desconocidos sobre el palacio de Liria, sede de la Casa de Alba

Foto: Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, en una de las exposiciones del palacio de Liria. (Instagram @palaciodeliria)
Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, en una de las exposiciones del palacio de Liria. (Instagram @palaciodeliria)

Iniciamos un viaje hasta el Madrid del siglo XVIII para conocer más a fondo uno de los palacios más fotografiados en la crónica social y uno de los espacios más importantes en la historia artística de la villa. Hablamos del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba, finalizado en 1785.

Un escenario icónico: cómo olvidar a la duquesa de Alba -Cayetana Fitz-James Stuart- llegando a su puerta con su inseparable perro Flashito, pero también un edificio de incalculable valor histórico. Por ello, igual que conocimos más a fondo las curiosidades sobre el Palacio Real o el origen del palacio de Riofrío, donde Alfonso XII vivió su duelo, queremos adentrarnos en los secretos más desconocidos del palacio de Liria.

placeholder Fachada principal del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba en Madrid. (Instagram @palaciodeliria)
Fachada principal del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba en Madrid. (Instagram @palaciodeliria)

La posibilidad de resumir la historia de un espectacular palacete como este, para ponernos en contexto, es dificultosa, dado el gran valor arquitectónico de este palacio y la fama de la familia Alba a lo largo de los siglos. Sí debemos recordar que se trata de la residencia privada más grande de Madrid y de las más grandes de Europa.

Aunque, como primera curiosidad, su origen no está vinculado a la Casa de Alba. Nos remontamos a 1700, cuando la llegada del rey Felipe V (primer miembro de la monarquía Borbón en España) dio paso a la Guerra de Sucesión. Unos años de conflicto donde destacó el papel de James Fitz-James, primer duque de Berwich e hijo ilegítimo del rey Jacobo II de Inglaterra.

placeholder Una de las estancias del Palacio de Liria, de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)
Una de las estancias del Palacio de Liria, de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)

El noble británico ganó una importante batalla para Felipe V, quien le regaló los títulos de los ducados de Liria y Jérica además del famoso Toisón de Oro, que ha llegado a alcanzar en subasta 70.000 euros. No sería hasta unas décadas después, a comienzos del siglo XIX, cuando los títulos de Liria y Alba se unirían.

La XIII duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva Álvarez de Toledo (y a la que Francisco de Goya retrató en 'La duquesa de Alba de blanco'), murió sin descendencia en 1802, por lo que los títulos de su rama familiar pasaron a su pariente más cercano, Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Fernández de Híjar-Silva, también conocido como VII duque de Berwick y VII duque de Liria y Jérica. Se fusionaron así varias de las ramas nobiliarias más relevantes del país.

placeholder Lámina de la fachada principal del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)
Lámina de la fachada principal del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)

Regresando al Palacio de Liria, sería un antecesor de Carlos Miguel el auténtico impulsor de su creación. El I duque de Berwich, Liria y Jérica adquirió los terrenos originales a las afueras de Madrid. Entonces, la mayoría de estas viviendas se situaban en el paseo del Prado, pero con la política aún inestable y como persona de confianza del rey Felipe V, James Fitz-James pensó en este entorno cercano al cuartel de Conde Duque y al Real Alcázar (actual Palacio Real tras su incendio).

Sin embargo, tendrían que pasar unos 40 años para que finalmente este palacio del extrarradio comenzara a construirse. Lo hizo Jacobo Francisco Fitz-James Stuart y Colón de Portugal, III duque de Liria y demás títulos familiares. Aunque, como segundo dato desconocido de este edificio, su arquitecto no fue Ventura Rodríguez; o al menos no el principal.

placeholder Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, en una de las exposiciones del palacio de Liria. (Instagram @palaciodeliria)
Carlos Fitz-James Stuart, actual duque de Alba, en una de las exposiciones del palacio de Liria. (Instagram @palaciodeliria)

El duque vivía en París la mayor parte del tiempo, pero para sus visitas a Madrid quería contar con una residencia al estilo 'petit hôtel', como el duque John Sheffield hiciera con el palacio de Buckingham. Así, el arquitecto Louis Guilbert fue el encargado de crear esta preciosa casa con un estilo neoclásico afrancesado.

Sus obras comenzaron en 1767, pero cuatro años más tarde Guilbert fue despedido. ¿Los motivos? Unas sospechosas grietas en el palacio que hicieron pensar que había existido una malversación de fondos en el presupuesto. Su construcción pasó, ahora sí, al conocido Ventura Rodríguez, a quien se suele mencionar como autor del mismo. Sin embargo, también existen muchos historiadores de arte que creen que como arquitecto principal debería ser nombrado Guilbert, ya que desarrolló para ellos la mayor parte del trabajo y Rodríguez se encargó de las reformas y arreglos finales.

placeholder Una imagen de las jornadas de visita al Palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)
Una imagen de las jornadas de visita al Palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)

Sea como fuere, la realidad es que estamos ante un espectacular edificio que bien merece una visita. Lo que nos lleva hasta el tercer secreto más desconocido del Palacio de Liria. A pesar de su fama, muchos ciudadanos lo siguen asociando como un espacio únicamente privado. Sin embargo, para nuestra alegría, se puede visitar.

Así, al igual que ocurre con otros palacios como el palacio de Holyrood en Escocia, de María Estuardo (antepasada por la rama británica de la familia), la Fundación Casa de Alba dispone de varias visitas para conocer a fondo este enclave.

Eso incluye eventos más originales como las tardes poéticas en el palacio de Liria con Guillermo Arróniz, donde el autor lee diversos sonetos de poesía, pero también habla sobre leyendas e historias del palacio además de analizar algunas de las obras más representativas para él. Una nueva visión de Liria, dado que las favoritas de Arróniz no tienen por qué ser las más famosas tradicionalmente.

placeholder Jardín delantero del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)
Jardín delantero del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)

Precisamente, estas visitas nos permitirán disfrutar del cuarto secreto del palacio de Liria: sus jardines. Ocultos por las altas rejas que bordean la finca en pleno centro de Madrid, las recientes bodas de miembros de la familia como el enlace de Fernando Fitz-James y Sofía Palazuelo (próximos duques de Alba) nos han permitido conocerlos más a fondo. Aunque siguen siendo todo un tesoro por descubrir de 22.000 m² y más de 200 especies diferentes. Así lo narra la arquitecta Alba María Ortega en la cuenta de Instagram del palacio, donde nos explica cómo el jardín delantero tiene una configuración más salvaje o natural, típica del siglo XIX y con un carácter más publico.

Mientras, en la parte trasera se encuentra el jardín de estilo neoclásico tradicional, más similar a los del palacio de Versalles. Un área privada para disfrute de la familia con el diseño simétrico típico de los grandes palacios europeos y una fuente que se cree que también fue diseñada por Ventura Rodríguez. Además de una curiosidad más: la zona del jardín privado cuenta con estatuas de animales fantásticos y en un rincón se halla un cementerio de mascotas familiar, donde los miembros de la Casa de Alba han enterrado a sus perros predilectos con curiosas lápidas.

placeholder Detalle de la escalera original del palacio de Liria, destruida en la Guerra Civil. (Instagram @palaciodeliria)
Detalle de la escalera original del palacio de Liria, destruida en la Guerra Civil. (Instagram @palaciodeliria)

Contábamos que sus jardines eran espectaculares, pero qué decir de su interior. Una vivienda que es un museo repleto de obras de arte, desde cuadros de Goya hasta piezas de mobiliario únicas. El detalle curioso está en que este no es su interior original. El arquitecto británico Sir Edwin Lutyens planeó una serie de reformas antes de la Guerra Civil, encargada por el XVII duque de Alba, Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó. Entre ellas, la modificación del zaguán o de la escalera principal.

Por desgracia, ante el comienzo de la contienda por el golpe de estado del general Franco, el palacio de Liria sufrió grandes destrozos, incluyendo varios incendios, al encontrarse en una zona de mucha actividad bélica. Apenas quedaron en pie tras la contienda las cuatro fachadas principales de la casa. Eso sí, la mayor parte de la colección de arte que albergaba pudo salvarse al ser enviada para su conservación a espacios como la embajada de Gran Bretaña en Madrid o el Museo del Prado, que tanto impulsó en su creación la reina Isabel de Braganza.

placeholder Detalle de la estructura dañada del palacio de Liria en la Guerra Civil. (Cortesía/Palacio de Liria)
Detalle de la estructura dañada del palacio de Liria en la Guerra Civil. (Cortesía/Palacio de Liria)

Un escenario bélico que narró Antonio Machado al escribir cómo la aviación franquista había bombardeado este enclave desde el aire ante la protección que tenía a pie de calle: "Los museos son el recinto de la historia del espíritu, del pasado espiritual. Los fascistas los bombardean e incendian. El pueblo monta guardias en el Museo del Prado, en la Biblioteca Nacional, en el palacio del duque de Alba...".

"El amor que yo he visto en los milicianos guardando el palacio del duque de Alba sólo tiene comparación con el furor de los fascistas destruyendo", escribió Machado en un artículo periodístico sobre los ataques que recibían los bienes de interés cultural en la guerra.

placeholder Los duques de Alba, Luis Martínez de Irujo y Cayetana Fitz-James, crearon la Fundación Casa de Alba en 1975. (Instagram @palaciodeliria)
Los duques de Alba, Luis Martínez de Irujo y Cayetana Fitz-James, crearon la Fundación Casa de Alba en 1975. (Instagram @palaciodeliria)

Fueron la recordada Cayetana Fitz-James Stuart y su marido, Luis Martínez de Irujo, los encargados de la reconstrucción. De la mano del arquitecto Manuel Cabanyes, quien se basó en los planos de Lutyens de principios del siglo XX para su escalera principal, la capilla y el zaguán.

No podemos olvidarnos de otro gran secreto del palacio de Liria en este recopilatorio, y decimos grande en el sentido más literal. La sexta curiosidad que debemos destacar sobre este fabuloso enclave es que podríamos revivir la mayor parte de la historia de la humanidad sin salir de sus bellas paredes. Más allá de su increíble colección de arte a la que ya hacíamos antes mención (con obras de Velázquez, Tiziano, Zurbarán, Rubens, El Greco, Zuloaga, Picasso o Miró, más esculturas, tapices, vajillas, relojes y demás), su biblioteca es un edén del conocimiento.

placeholder Un comedor del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)
Un comedor del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)

A pesar de las pérdidas que sufrió en la Guerra Civil, esta biblioteca se valora en más 30.000 volúmenes, entre los que se encuentran piezas de incalculable valor histórico y monetario como el testamento del rey Fernando el Católico, una edición de la Biblia Políglota Complutense (escrita en varios idiomas y no solo latín). Además de la Biblia de la Casa de Alba, de las primeras traducidas al castellano en 1430 y que se salvó de La Inquisición.

También documentos de Cristóbal Colón y de Francisco Pizarro, un ejemplar de la primera edición de 'El Quijote' de Miguel de Cervantes o las capitulaciones para los matrimonios de los príncipes Juan y Juana de España con Felipe y Margarita de Austria, siendo el más antiguo de los archivos encontrados una pieza documentada en 1026. Una fuente de conocimiento increíble que está disponible para los investigadores a través de la Fundación de la Casa de Alba.

placeholder Una de las áreas de la biblioteca del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)
Una de las áreas de la biblioteca del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba. (Instagram @palaciodeliria)

Arte, historia, fama, poder, interés mediático, fortuna y reconstrucción son algunos de los adjetivos que rodean al palacio de Liria, por lo que, como séptimo dato a tener en cuenta, no nos sorprende que haya contado con ilustres invitados entre sus muros. Famosas personalidades de todos los ámbitos como Charles Chaplin, José Ortega y Gasset, Audrey Hepburn, Sophia Loren, Oscar Wilde, Wiston Churchill, Yves Saint Laurent (que llevó la modernidad a la moda) o la poderosa y mecenas emperatriz Eugenia de Montijo, mujer de Napoleón III.

Emparentada con los Alba, ya que su hermana Francisca era duquesa de Alba por su matrimonio con el XV duque de Alba, al sobrevivir a su hijo fueron ellos quienes heredaron parte de su legado. Piezas que forman parte de ese gran patrimonio cultural que encontramos en el madrileño palacio. Así, a sabiendas de que no hemos podido condensar toda la información sobre él, nada mejor que visitarlo lo más pronto posible.

Fastuosas residencias como el Palacio Real de Tokio o el Palacio Real de Raghadan en Jordania nos invitan a viajar y a descubrir el arte de todo el mundo, pero no podemos olvidar que, como el propio palacio de Liria, también tenemos tesoros mucho más cercanos.

Iniciamos un viaje hasta el Madrid del siglo XVIII para conocer más a fondo uno de los palacios más fotografiados en la crónica social y uno de los espacios más importantes en la historia artística de la villa. Hablamos del palacio de Liria, sede de la Casa de Alba, finalizado en 1785.

Sofía Palazuelo Noticias de Madrid
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