7 secretos del Palacio Real de Madrid en su 270 aniversario
Nos encanta conocer los secretos que guardan palacios tan relevantes como Buckingham, pero no por ello debemos alejar la vista de escenarios de la realeza más cercanos
Nos encanta conocer los secretos y curiosidades que guardan escenarios históricos tan relevantes como el Palacio de Buckingham, residencia oficial de Isabel II, saber qué se esconde tras los muros del Palacio Imperial de Tokio o disfrutar con el oasis que rodea el Palacio Raghadan de Rania de Jordania.
Sin embargo, no por ello debemos alejar la vista de escenarios de la realeza más cercanos e igual de espectaculares, como el Palacio Real de Riofrío o el Palacio Real de La Almudaina. Joyas de la arquitectura que quizás son más desconocidas, pero que bien merecen toda nuestra atención. Sin embargo, hoy nos queremos centrar en el oficial, es decir, el Palacio Real de Madrid o Palacio de Oriente.
Un enclave palaciego espectacular que, incluso para muchos madrileños, sigue siendo muy desconocido. Por eso, queremos destacar 7 secretos sobre este fabuloso edificio con los que sentirás aún más ganas de conocerlo.
Comenzamos con una breve introducción para situarnos. Nos remontamos a la Nochebuena de 1734 cuando, dejando de lado las múltiples teorías, el Alcázar de Madrid arde en llamas. Dejando sin residencia oficial a Felipe V (el primer Borbón reinante en España) y su corte.
Así, el rey Felipe V decide crear un nuevo palacio, para lo que contrata a Filippo Juvarra, el mejor arquitecto de la época, que comenzó las obras en 1738, siendo concluidas por su discipulo Giambattista Sacchetti, quien ejecutaría la mayor parte tras su muerte. Sería en 1751 cuando se terminó de construir (dándose como fecha oficial el 1 de diciembre para su inauguración) y en 1759 se acabó de decorar la zona exterior, siendo Carlos III el primer rey que habitó en el Palacio Real de Madrid.
Un edificio pensado para ser sede de la corte, pero también de las administraciones reales, englobando todo lo que rodeaba al rey. Por suerte, ahora podemos visitar una parte del mismo (algo que durante unos 200 años estuvo cerrado para los ciudadanos) y contemplar como cada uno de los reyes y reinas que lo habitó dejó su sello y el de su época, siendo un paseo por el arte de los últimos siglos.
Centrándonos en los datos más desconocidos para muchos, precisamente tenemos que hablar de sus habitantes. A pesar de seguir siendo la residencia oficial del rey Felipe VI y a la reina Letizia, que habitan en el Palacio de la Zarzuela, fue precisamente un republicano su último ilustre habitante. Tras la llegada de la II República, cambió su nombre a Palacio Nacional y Manuel Azaña, el segundo jefe del Estado en esta etapa, fue quien lo habitó.
De hecho, aún existe una habitación llamada el 'despacho Azaña' donde el político solía realizar trabajar. Además, aunque en la dictadura de Franco se eliminaron casi todos los elementos arquitectónicos de la etapa democrática previa, existe aún en pie una farola con el diseño de esa época. Precisamente en la esquina del Palacio Real con la calle Bailén de Madrid.
La segunda curiosidad o secreto nos lleva también a los alrededores del Palacio Real de Madrid, ya que si quisiéramos podríamos llegar a ellos sin tener que pisar la calle. Así, desde este edificio parten numerosos túneles subterráneos que conectan con diferentes puntos del centro de la capital. Algunos de ellos son incluso de la época de los Austrias y del antiguo alcázar.
Se dice que Felipe IV los llenaba de agua para viajar en góndola, pero sin duda el más famoso es del Francisco I, marido de Julia Clary, también conocido como Pepe Bonaparte o Pepe Botella.
Instalado como jefe del Estado en España, el hermano de Napoleón Bonaparte debería haber vivido en el Palacio Real. Sin embargo, preocupado por su seguridad ante el clima de tensión que existía, optó por el Palacio de los Vargas en la Casa de Campo.
Aunque sí contrató a Juan de Villanueva, reconocido arquitecto de la Corte, para construir un nuevo pasadizo que uniera su vivienda con el palacio. Un espacio que usaría años después Alfonso XIII para iniciar su camino al exilio. Ahora mismo se encuentra en rehabilitación, pero se estima que a lo largo del 2022 este túnel de 'Pepe Botella' sea visitable.
Saltamos de túnel a túnel, porque otro de ellos nos lleva hasta el tercer secreto más desconocido del Palacio Real de Madrid: tiene su propia farmacia. A pesar de contar con un pasadizo que unía este edifico con la farmacia Reina Madre, una botica fundada en 1578 por un alquimista veneciano que era la proveedora de los nobles y reyes, el propio edificio cuenta con la Real Botica.
Inaugurada en el Palacio Real por Carlos IV y María Luisa de Parma en 1799, tras varios cambios de sede, en ella que se pueden encontrar todo tipo de instrumentales médicos y hasta una destilería. Un ala del palacio para albergar mucho más que a una familia real. Por eso no sorprende que sea considerado el palacio real más grande Europa (siendo el palacio del dictador Nicolae Ceusescu de Rumanía el más grande sin la connotación real).
Así, a pesar de la fama del Palacio de Versalles o el Palacio Imperial Hofburg, es el de Madrid quien gana en amplitud. Más de 3.000 habitaciones y 135.000 m² en los que encontramos zonas tan espectaculares como el reabierto mirador, los jardines del Campo del Moro o una de las grandes joyas desconocidas de este complejo: las cocinas reales.
Abiertas al público, podemos sumergirnos en los fogones y gastronomía desde el siglo XVIII a nuestros días. Siendo unos espacios muy bien conservados gracias a su última restauración de 2014 con herramientas, menaje y piezas originales. Además de las diferentes estancias que se usaban para cada materia, como Taller de Repostería, el Ramillete del Rey y la Cocina de Estado, es imprescindible bucear en este sótano real que volvió a la vida durante la boda de los reyes Felipe y Letizia, nuestro quinto dato curioso.
Un edificio de estas características cuenta también con numerosas leyendas desde su construcción. Sin embargo, como sexta curiosidad debemos destacar una de las menos famosas para el gran público. Nos referimos a la que asegura que la disposición de la fachada exterior del palacio se debe a un sueño de la reina Isabel de Farnesio, segunda esposa del rey Felipe V y madre de del rey Carlos III.
La reina soñó que las 108 grandes esculturas de reyes y reinas visigodos que adornaban la cornisa principal del edificio se caerían sobre ella, acabando con su vida y, dado que era muy supersticiosa, concluyó que se trataba de una premonición. Por eso, su hijo Carlos III ordenó retirarla de su ubicación original para tranquilidad de su madre. Aunque los expertos dan mayor veracidad al hecho de que fuera para quitar peso a la estructura del edificio.
Lo que si está claro es que las esculturas acabaron en los sótanos del Palacio Real. Por suerte, años después Isabel II decidió recuperarlas, aunque no en su lugar original, y ahora adornan la plaza de Oriente que se sitúa frente al palacio, los Jardines de Sabatini y diversas plazas en ciudades como Ferrol o Vitoria. Además, en 1973 se volvieron a colocar varias estatuas en la balaustrada para recuperar parte del diseño original.
Por último, como séptimo secreto del Palacio Real de Madrid en su 270 aniversario, resulta muy curioso saber que un edifico de estas características (construido en el siglo XVIII) no tiene como base la madera, como ocurre en otros palacios de la época. Quizás movidos por el incendio del Alcázar Real de Madrid, se decidió que el peso más importante de la estructura fueran bóvedas de piedra. Toda una obra de ingeniería innovadora para esos años que prueba el carácter único de este edificio.
Un palacio sobre el que podríamos seguir desvelando muchos más datos y curiosidades, ya que en sus casi 300 años de vida ha vivido mucho. Te sorprenderá ver de cerca la majestuosidad del Comedor de Gala, el cuidado excepcional de la Sala de Porcelana o la increíble colección de instrumentos de Stradivarius que se conservan (y que aún se usan para los conciertos gratuitos que hacen abiertos a todo el público).
Sin poder obviar el cambio de guardia que se celebra en la Puerta del Príncipe o la Real Armería, considerada como la más relevante de Europa junto con la Imperial de Viena que es un paseo por la historia muy diferente.
Por eso, no pierdas la oportunidad de visitarlo y conocerlo por ti mismo. Ya le dijo Napoleón a su hermano José I (que trabajaba más que vivía en él) durante su visita a Madrid al admirarlo: "Hermano, tienes una casa mucho mejor que la mía".
Nos encanta conocer los secretos y curiosidades que guardan escenarios históricos tan relevantes como el Palacio de Buckingham, residencia oficial de Isabel II, saber qué se esconde tras los muros del Palacio Imperial de Tokio o disfrutar con el oasis que rodea el Palacio Raghadan de Rania de Jordania.
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