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El origen del palacio de Buckingham: de paraíso de Isabel II a infierno de Lady Di
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El origen del palacio de Buckingham: de paraíso de Isabel II a infierno de Lady Di

Unido a la historia de la familia real británica, el palacio de Buckingham ha sido testigo de grandes momentos para los Windsor. Sin embargo, pocos saben su curioso origen

Foto: El palacio de Buckingham, en Londres, tiene un origen muy desconocido. (EFE/Facundo Arrizabalaga)
El palacio de Buckingham, en Londres, tiene un origen muy desconocido. (EFE/Facundo Arrizabalaga)

Al hablar de la familia real británica es imposible no hablar de él. Casi como un miembro más de los Windsor, es imposible saber la cantidad de secretos de Estado, curiosidades y anécdotas que guarda en su interior el palacio de Buckingham. Un protagonismo que cobra aún más fuerza con las celebraciones por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II.

Sin embargo, lo que muchos no saben es el curioso origen de este emblemático edificio. Ligado a la historia de la familia real británica, igual que sucede con otras edificaciones, como el castillo de Glamis, repleto de leyendas, o el palacio de Herrenhausen, el lugar en el que los caminos de los Hannover y los Windsor se cruzaron, recordamos cómo nació el palacio de Buckingham.

placeholder El palacio de Buckingham, en una imagen de archivo. (Getty)
El palacio de Buckingham, en una imagen de archivo. (Getty)

Viajemos al pasado, hasta el año 1703, momento en el que John Sheffield, primer duque de Buckingham y Normanby, mandó construir un 'petit hôtel'. En contra de lo que pueda sugerirnos este nombre, el uso de esta vivienda nunca fue la de alojar visitantes, pues el término 'hôtel' no tenía el mismo significado que alberga ahora.

Así eran como se llamaban las residencias urbanas de la aristocracia, en las que se alojaban cuando estaban en la ciudad, el resto del tiempo residían en su vivienda principal, normalmente en haciendas típicas de zonas rurales. Tampoco 'petit' encaja demasiado con la realidad, pues se trataba de una pequeña mansión que estaba formada por un edificio central de tres pisos con otros dos en los laterales obra del arquitecto William Winde. En origen recibió el nombre de Buckingham House.

placeholder En cambio de guardia es uno de los momentos más esperados en las visitas al palacio de Buckingham. (Reuters/Pool/Yui Mok)
En cambio de guardia es uno de los momentos más esperados en las visitas al palacio de Buckingham. (Reuters/Pool/Yui Mok)

En 1762, el rey Jorge III lo compró con la intención de convertirlo en la residencia privada de la monarquía. Lo hace pensando en su mujer, la reina Carlota -en quien se basa uno de los personajes de la serie ‘Los Bridgerton’-, para construir un hogar más familiar que el palacio de St James, que a pesar de que hace años que ningún monarca vive allí, continúa siendo residencia oficial del soberano.

Fue bajo el reinado de Jorge IV cuando se convirtió en el palacio que es hoy día, pues ordenó al arquitecto John Nash que lo remodelara en 1826, añadiendo tres alas que rodean un patio central. En realidad, el encargado de finalizar el proyecto fue Edward Blore, después de que su predecesor fuera despedido, tras la muerte de Jorge IV, quien había sido su protector y le había encargado numerosos proyectos, algunos de ellos un tanto escandalosos y costosos. Su fachada actual, en el ala este, es obra de posteriores remodelaciones, que tuvieron lugar durante los siglos XIX y XX, así como el balcón desde el que actualmente saluda la familia.

placeholder La reina Isabel II, recibiendo visitantes en el palacio de Buckingham. (Reuters/Pool/Aaron Chown)
La reina Isabel II, recibiendo visitantes en el palacio de Buckingham. (Reuters/Pool/Aaron Chown)

A pesar de que la intención era convertirlo en el hogar de la reina Carlota, fue la reina Victoria la primera en vivir en él en 1837, convirtiéndolo en la residencia oficial de la monarquía, uno de los motivos por los que en su honor se instaló una estatua que la representaba, situada frente al edificio. El palacio de Buckingham cuenta con 775 habitaciones, 92 despachos, 78 baños y 19 salones, y ocupa más de 15 hectáreas. Está rodeado de un enorme jardín privado -el mayor de Londres- y también está lleno de obras de arte. Tiene una pista de tenis, un lago artificial, cuyas aguas beben del lago Serpentine en Hide Park, y un helipuerto.

En el interior destacaba el estilo georgiano del siglo XIX, con escayolas de incrustaciones de lapislázuli azul y rosa, Eduardo VII se encargaría de darle un toque 'belle époque', añadiendo tonalidades crema y dorados. Dentro, además de las salas donde se recibe a los mandatarios extranjeros, también se encuentran las más importantes joyas de la Corona británica, así como obras de arte de gran valor histórico y económico.

placeholder Detalle del interior del palacio de Buckingham. (Getty/Pool/Dominic Lipinski)
Detalle del interior del palacio de Buckingham. (Getty/Pool/Dominic Lipinski)

El palacio permaneció cerrado al público hasta 1993, que se decidieron a abrir sus puertas para recaudar dinero para la reconstrucción del castillo de Windsor. Ahora se puede visitar en los periodos en los que no se encuentra en él la reina; es decir, en verano, cuando se desplaza a Balmoral. En contra de lo que se suele pensar, este palacio no es propiedad de la reina, sino de la nación. Y por si los más curiosos tienen dudas, no, las escenas de ‘The Crown’ no se rodaron en el verdadero palacio de Buckingham.

Al hablar de la familia real británica es imposible no hablar de él. Casi como un miembro más de los Windsor, es imposible saber la cantidad de secretos de Estado, curiosidades y anécdotas que guarda en su interior el palacio de Buckingham. Un protagonismo que cobra aún más fuerza con las celebraciones por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II.

Palacio de Buckingham Isabel II
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