El origen de la Navidad en Windsor: las tradiciones de la reina Victoria que marcaron la historia

Cada familia tiene sus tradiciones navideñas, pero no todas causan tanto impacto en la sociedad como las que la reina Victoria tenía para celebrar su Navidad. Ahora que Windsor ya se ha vestido de fiesta y se ha engalanado para la ocasión, nada mejor que repasar el origen de esas costumbres festivas que todavía mantienen los miembros de la familia real británica, y gran parte de la sociedad, gracias a ella.

A consecuencia de las medidas tomadas por la reina Isabel II para evitar riesgos a causa del coronavirus, estas volverán al castillo de Windsor. Precisamente el escenario donde la reina Victoria celebró sus primeras navidades como mujer casada y donde puso de moda algunas de sus costumbres familiares que ahora se han extendido por todo el mundo.

Bien podría considerarse a la monarca la primera influencer de la historia, pues sus decisiones eran observadas muy de cerca y a menudo adoptadas como propias tras un tiempo. Ejemplo de esto es que ella fue quien puso de moda los vestidos de novia en color blanco, quien optó por los colores oscuros como señal de luto o los cuadros escoceses, que hasta ese momento solo lucían los hombres. No decimos que fuera la primera en hacerlo, pero sí quien lo popularizó.

En cuestiones navideñas nos encontramos con una situación parecida, pues su forma de disfrutar estas fiestas se fue extendiendo una vez que se conoció, causando un gran impacto entre la sociedad, primero entre la aristocracia, pero después entre la burguesía y clase media, llegando incluso a extenderse entre las clases más bajas. Todos miraban hacia la monarquía con admiración, emulando algunas de sus tradiciones como hicieron propias sus elecciones estilísticas.

El amor que existía entre la reina Victoria y el príncipe Alberto, por lo menos así ha llegado hasta nuestros días, siempre fue la base de su matrimonio, que acabó tras 20 años con la trágica muerte del príncipe atribuida a la fiebre tifoidea. El luto por la muerte de su marido duró 40 años.

Así, en busca de celebrar la Navidad de un modo familiar y hogareño, la reina adoptó algunas de las costumbres típicas alemanas, país de donde era su esposo, como los árboles de Navidad profusamente decorados en el interior. Fascinada por esta tradición, no dudó en hacerla propia y contó con un par de árboles que colocó sobre la mesa en que cenaban.

Estos estaban adornados con velas, lazos, paquetes de alegres colores rellenos de frutos secos y pan de jengibre y otros adornos variados. Además, colgados de los árboles y a sus pies, había cajas de todos los tamaños con los regalos de la familia.

Una vez entregados los regalos, muestras de amor y cariño, las velas de los árboles se apagaban. Como sucedió con la moda, ella no fue la inventora de estas costumbres, importadas de Alemania, pero sí quien las popularizó en Inglaterra, haciendo que se extendieran como la pólvora.

Otra de las tradiciones que consiguió convertir en costumbre y que, por desgracia, está cada vez más en desuso, es la de entregar tarjetas navideñas. Aunque hacía tiempo que existían las tarjetas impresas, el caballero británico Sir Henry Cole, quien sería el fundador del Museo Victoria & Albert, fue el primero en usarlas como felicitación.

Años después de comenzar a ser utilizadas, contaron con la aprobación real cuando la monarca encargó mil tarjetas a una imprenta británica, con el fin de hacérselas llegar a las casas reales europeas, así como a sus seres queridos. Algunas de ellas se enviaban por correo, incentivando así su uso, y otras eran entregadas en mano, costumbre que Isabel II todavía mantiene.

Generalmente, reflejaban retratos de la familia real que recogían escenas navideñas de la familia alrededor de un bellamente adornado árbol de Navidad. Esta tradición, que cada vez está menos extendida entre la población en general, seguramente a causa de las nuevas tecnologías, sigue siendo una a la que las familias reales europeas no parecen tener intención de renunciar.

Los miembros de la familia real noruega han sido unos de los últimos en reunirse alrededor del árbol para felicitar las fiestas, algo que tampoco es lo más frecuente en la actualidad, pues los motivos navideños han ido dejando paso a estampas un poco más variadas, fotografías tomadas a lo largo del año que recogen algún momento destacable, por ejemplo, los Reyes de España han escogido una imagen junto a sus hijas, tomada en los jardines de Zarzuela, en un año en el que la distancia entre ellos ha sido destacable, pues Leonor ha comenzado sus estudios en Gales.