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¡Nuevo miembro en la familia! Sorpresa en el derby por el Jubileo de Platino de Isabel II
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FAMILIA REAL BRITÁNICA

¡Nuevo miembro en la familia! Sorpresa en el derby por el Jubileo de Platino de Isabel II

La familia Windsor se ha repartido las tareas para este sábado y los Cambridge han viajado junto a sus hijos mayores a Cardiff, la capital galesa, como parte de las celebraciones

Foto: Peter Phillips, con su novia, Lindsay Wallace. (Reuters/Andrew Boyers)
Peter Phillips, con su novia, Lindsay Wallace. (Reuters/Andrew Boyers)

El 2 de junio de 1953, cuatro meses después de la muerte de su padre, Jorge VI, Isabel fue coronada reina. Tenía solo 25 años cuando le tocó dar el paso de convertirse en soberana de Reino Unido y de la Commonwealth y ya entonces prometió que lo sería toda su vida.

Estos días se celebra precisamente eso, los 70 años en el trono -el más longevo de Reino Unido- de una mujer a la que le ha tocado vivir muchos acontecimientos y que, a sus 96 años, estaba dispuesta a darlo todo en los actos de celebración por su Jubileo de Platino, que se llevan desarrollando desde este jueves y terminarán el domingo. Aunque lo cierto es que la edad y la intensidad de estos días ha hecho que fuera la gran ausente en la misa de la catedral de San Pablo celebrada el viernes, como también en la carrera de caballos de este sábado. Aunque, eso sí, la cita ha servido de escenario para conocer al nuevo miembro de la familia, que ha dado la sorpresa en el derby celebrado con motivo del Jubileo de Platino de la reina Isabel II.

placeholder La princesa Ana ha actuado en representación de la Reina. (EFE/Andy Rain)
La princesa Ana ha actuado en representación de la Reina. (EFE/Andy Rain)

Hace unos días ya se anunció desde Buckingham que la monarca no asistiría a esta cita, aunque desde luego, de todas las que se han celebrado estos días, era su favorita. Pero sus problemas de movilidad le impedían estar, por lo que ha sido la princesa Ana la que ha actuado en su representación. Y no ha asistido sola, sino con su marido y sus dos hijos, Peter y Zara. Lo que nadie esperaba es que Peter, nieto mayor de la reina Isabel, acudiera muy bien acompañado. Nada menos que de su novia, Lindsay Wallace, para quien la cita hípica ha supuesto su gran debut en un acto público de la familia real.

placeholder Peter Phillips y su pareja, Lindsay Wallace. (Cordon Press)
Peter Phillips y su pareja, Lindsay Wallace. (Cordon Press)

A pesar de que el divorcio de Peter Phillips y Autumn Kelly cayó como un jarro de agua fría en la familia, parece que Lindsay Wallace también ha entrado con muy buen pie y se la ha podido ver en el recinto hípico compartiendo impresiones con su suegra, la princesa Ana, en el palco reservado a la familia real. La de este sábado era una cita mucho más festiva y menos protocolaria que el Trooping the Colour y la misa en la catedral de San Pablo, por lo que el marco y el ambiente eran ideales para que la pareja hiciera su presentación oficial ante los medios y después de unos meses en los que su relación era un secreto a voces.

El hecho de que Wallace haya participado en uno de los actos celebrados con motivo, nada menos, de los 70 años de Isabel II en el trono deja claro que Peter Phillips y Lindsay Wallace van muy en serio. De hecho, ya el pasado enero se informó de que el nuevo amor del hijo de la princesa Ana había podido conocer a la propia monarca, ya que es una de las personas más importantes en la vida de Peter. Pero, además, estuvo invitada el pasado noviembre al bautizo conjunto de August Brooksbank y Lucas Tindall, los hijos de Eugenia de York y Zara Tindall.

placeholder Lindsay Wallace, Peter Phillips y la princesa Ana. (Reuters/Andrew Boyers)
Lindsay Wallace, Peter Phillips y la princesa Ana. (Reuters/Andrew Boyers)

Ha sido, sin duda, la imagen más importante en un acto que se preveía bastante descafeinado, especialmente después de los intensos dos días de celebración que han reunido a toda la familia real. Pero este sábado, antes del gran concierto de la noche que tendrá lugar frente al Palacio de Buckingham, los Windsor se han dividido para cumplir con diferentes actos paralelos a las principales celebraciones del Jubileo de Platino de Isabel II.

Por eso, Eduardo y Sophie de Wessex viajaban hasta Irlanda del Norte mientras el príncipe Guillermo y Kate Middleton lo hacían a Cardiff. Allí aparecían a mediodía, además, con sus dos hijos mayores, por lo que la visita ha supuesto el debut de George y Charlotte en Gales con motivo del Jubileo de Platino de la reina Isabel II. Un destino más que significativo, puesto que será el título que los Cambridge lleven una vez el príncipe Carlos asuma el trono.

placeholder Los Cambridge, con sus hijos mayores en Gales. (Reuters/Rebecca Naden)
Los Cambridge, con sus hijos mayores en Gales. (Reuters/Rebecca Naden)

El propósito de esta visita era conocer a los artistas y todos los detalles del concierto que tendría lugar unas horas más tarde en el castillo de Cardiff, también dentro de las celebraciones por el Jubileo de la monarca. Entre ellos, la cantante Bonnie Tyler, a la que Charlotte y George podían conocer en persona. Pero antes se daban un auténtico baño de multitudes, saludando a todos los galeses que quisieron acercarse al castillo y recibiendo multitud de ramos de flores. No estaba previsto que la visita durara demasiado, puesto que se les esperaba en el que es el plato fuerte de este sábado, el concierto llamado 'Platinum Party' organizado frente a Buckingham y con presencia, de nuevo, de toda la familia real.

Y es que son cuatro días de celebraciones para festejar esos 70 años de la monarca en el trono, que han servido para ver de nuevo a la familia real, al completo, asistiendo a una cita pública, incluyendo a Meghan y Harry, que no se dejaban ver junto a los Windsor hasta este viernes, cuando tuvo lugar la misa en la catedral de San Pablo tan esperada, precisamente por esa reaparición de la pareja dos años después del Megxit.

placeholder La familia real, en la misa de la catedral de San Pablo. (Reuters/Pool/Victoria Jones)
La familia real, en la misa de la catedral de San Pablo. (Reuters/Pool/Victoria Jones)

Aunque el mismo jueves se anunciaban algunas bajas importantes, incluyendo la de la propia monarca o la del príncipe Andrés por su positivo en covid, este servicio religioso suponía la primera imagen oficial de los Sussex junto al resto de la familia. Así que la expectación estaba asegurada. Además, su presencia no estuvo exenta de polémica, ya que Meghan y Harry se descolgaban del plan de los Windsor a mitad de la segunda jornada del Jubileo de Platino de Isabel II, puesto que sí asistían a la misa en su honor, pero no al almuerzo que tenía lugar posteriormente, organizado por el Ayuntamiento de Londres.

Desde horas antes de que se iniciara la misa, los invitados a la ceremonia iban llenando los bancos de la catedral de San Pablo. Y media hora antes de que diera comienzo, veíamos llegar a tres exprimeros ministros, Tony Blair, Theresa May o David Cameron, todos ellos con sus respectivas parejas. Seguidamente, hacía su aparición el actual líder del Gobierno, Boris Johnson, acompañado de su esposa, Carrie, que acaparó gran parte de los focos con su llamativo y elegante estilismo, un vestido en rojo que coronó con un sombrero en color blanco.

placeholder Carrie y Boris Johnson, accediendo a la catedral. (Reuters/Pool/Henry Nicholls)
Carrie y Boris Johnson, accediendo a la catedral. (Reuters/Pool/Henry Nicholls)

Aunque el jueves se había podido ver fugazmente a Meghan Markle en el interior del palacio de Buckingham durante el Trooping the Colour -sin posar con su familia política en el balcón-, no era hasta el viernes cuando su aparición oficial junto al príncipe Harry y los Windsor estaba asegurada. Y con ella, la primera imagen de los Sussex juntos en Reino Unido dos años después del Megxit. Un periodo en el que además no han faltado las tensiones, especialmente por las diferentes intervenciones televisivas de ambos, recordando sobre todo su entrevista con Oprah Winfrey, en la que incluso acusaron a la familia real de racismo.

Por eso, si la misa en San Pablo ya era un punto interesante en los cuatro días de celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II, el hecho de que supusiera la primera aparición de la pareja junto a la familia añadía aún más morbo al momento. Y no había que esperar mucho para verlo: faltaban dos minutos para las 11 de la mañana en Reino Unido -una hora más en nuestro país- cuando los Windsor hacían su aparición. Los primeros, los duques de Gloucester y los príncipes Michael de Kent, primos de la monarca británica.

placeholder Zara y Mike Tindall, en el interior de la catedral. (Reuters/Phil Noble)
Zara y Mike Tindall, en el interior de la catedral. (Reuters/Phil Noble)

Seguidamente llegaban otros familiares, como David Armstrong-Jones, conde de Snowdon, y Lady Sarah Chatto, los hijos de la princesa Margarita y sobrinos de Isabel II, Mike y Zara Tindall, Peter Phillips o Lady Gabriella Windsor con su marido, Thomas Kingston. Minutos después llegaba otro grupo, liderado por el duque de Kent, quien el jueves tendría un protagonismo especial durante el Trooping the Colour, ya que fue quien acompañó a la reina en su primera salida al balcón.

placeholder Beatriz de York y su marido. (EFE/Neil Hall)
Beatriz de York y su marido. (EFE/Neil Hall)

De los hjijos de la reina, era la princesa Ana la primera que hacía su aparición en la catedral de San Pablo junto a su marido, Sir Tim Laurence. Tras ellos, Eduardo y Sophie de Wessex con sus hijos, Lord James y Lady Louise. Después, llegaban Eugenia y Beatriz de York con sus respectivas parejas, Jack Brooksbank y Edo Mapelli. Y pasaban cinco minutos de las 12 de la mañana cuando por fin veíamos a los más esperados de la mañana: el príncipe Harry y Meghan Markle, duques de Sussex.

placeholder Meghan y Harry, en la catedral de San Pablo. (Reuters/Pool/Toby Melville)
Meghan y Harry, en la catedral de San Pablo. (Reuters/Pool/Toby Melville)

Y su llegada no estaba exenta de cierta polémica, ya que parte del público los recibía con aplausos, mientras que otros no dudaron en dedicar a Harry y Meghan algunos abucheos por las decisiones que han tomado con respecto a la Corona. Con su aparición, se desvelaba otra de las incógnitas que han rodeado a estos cuatro días de celebraciones, ya que no se sabía si los más pequeños de la familia asistirían a esta misa y, por tanto, podríamos ver a Archie y Lilibet, sus hijos, de vuelta en Reino Unido. Finalmente, y a diferencia de la misa que se ofreció a finales de marzo por el duque de Edimburgo, no asistía ningún bisnieto de Isabel II; por lo tanto, los hijos de los Sussex tampoco.

placeholder Los duques de Sussex. (EFE/Neil Hall)
Los duques de Sussex. (EFE/Neil Hall)

Tuvieron que pasar unos minutos para que viéramos llegar a más miembros de la familia, ya los únicos que quedaban. Hablamos de los duques de Cambridge y el príncipe Carlos y Camila, que hacían su aparición en último lugar por cuestiones de protocolo, ya que las llegadas se han hecho en función de sus posiciones en la línea de sucesión. Por eso, aunque Harry y Meghan no son miembros en activo de la Casa Real, el duque de Sussex sigue manteniendo sus derechos sucesorios.

placeholder Kate Middleton, en la catedral de San Pablo. (Reuters/Pool/Toby Melville)
Kate Middleton, en la catedral de San Pablo. (Reuters/Pool/Toby Melville)

Y claro, es inevitable que los looks de las diferentes damas Windsor también den que hablar. Meghan Markle hacía su aparición con un 'total white' impoluto, formado por un vestido de corte abrigo con cinturón y gran cuello, además de zapatos y sombrero de ala ancha a juego. Por su parte, su cuñada apostaba por uno de los colores que más le gustan, el amarillo. Y lo hacía con un diseño de escote redondo y manga larga, con la cintura marcada por unos detalles cruzados y falda midi. Lo ha combinado con unos salones en ante nude de Gianvito Rossi y una cartera de mano a juego. La etiqueta marca tocado para este tipo de acto y la duquesa escogía uno tipo platillo, decorado con unas grandes flores en el lateral, dándole un toque más regio a su estilismo.

Tras el servicio religioso, volvíamos a ver de nuevo a los Windsor, que salían de la catedral en orden inverso a como habían entrado con la excepción de Harry y Meghan, que ocupaban en el interior un lugar junto al matrimonio Chatto y las primas York, escenificando así que ya no son royals de primera línea, al menos a efectos institucionales. Veíamos a los Sussex charlando animadamente en la puerta de San Pablo junto a Zara y Mike Tindall y Peter Phillips mientras esperaban su coche.

placeholder Los Sussex, junto a Zara Tindall. (Pool/Daniel Leal)
Los Sussex, junto a Zara Tindall. (Pool/Daniel Leal)

Y aquí era cuando llegaba la sorpresa, ya que el destino de los Windsor tras el servicio religioso era el emblemático edificio Guildhall, donde el Ayuntamiento de Londres había organizado un almuerzo en honor de la reina Isabel y su Jubileo de Platino. Pero los Sussex han preferido descolgarse del plan y no asistir a este almuerzo, que era la segunda de las dos citas previstas para ese día de celebración y que ha reunido de nuevo a casi toda la familia real.

Escultura 'Árbol de árboles'

Uno de los momentos más emocionantes de todas las celebraciones del Jubileo de Platino de la reina Isabel II tenía lugar el jueves por la noche. La iluminación de los faros dio inicio el 2 de junio pasadas las 22:00 horas, cuando la monarca encendió la escultura 'Árbol de árboles' desde el castillo de Windsor con un acto simbólico. La luz que irradia de este monumento, ubicado en las inmediaciones del palacio de Buckingham, y más de 2.500 faros alrededor del Reino Unido y las capitales de la Mancomunidad de Naciones servían a todos los británicos y simpatizantes de la Corona inglesa para rendir homenaje a la reina y celebrar sus 70 años en el trono británico.

La reina de Inglaterra llegó a Windsor por la entrada soberana del palacio acompañada por las notas de las trompetas reales. Fue recibida por Bruno Peek, maestro de ceremonias y el que ha supervisado todo el proyecto de los faros del Jubileo de Platino. Isabel II decidió que en el centro de la ceremonia, junto a ella, estaría su nieto el príncipe Guillermo, aunque en la distancia. Después de que Su Majestad tocara el globo de la Mancomunidad de Naciones, una escultura hecha con platino, plata, oro y diamantes especialmente para esta ocasión, las inmediaciones del castillo se encendieron, la luz pasó por la torre y viajó más de 32 kilómetros hasta Londres, donde la recibió el duque de Cambridge a las afueras de Buckingham con un 'Árbol de árboles' encendido por completo. El resto de faros, antorchas y hogueras le siguieron después.

placeholder La reina Isabel, durante el encendido. (Reuters/Toby Melville)
La reina Isabel, durante el encendido. (Reuters/Toby Melville)

Instantes después del espectáculo de luces, comenzó a sonar la canción 'A Life Lived With Grace' con la voz del premiado cantautor Gregory Porter y un coro en Londres. El título de la canción puede ser traducido como 'Una vida vivida con gracia' y el público escuchó las notas que le dedicaba el artista a la reina mientras todos los asistentes contemplaban las imágenes proyectadas en la fachada del palacio. Instantáneas coloridas de Isabel II a lo largo del tiempo, desde sus primeros años de reinado hasta la actualidad, decoraron el edificio real mientras duró el emocionante evento.

La ceremonia fue breve y no acudieron otros miembros de la realeza que sí vimos a lo largo del día. Algo que puede estar relacionado con la indisposición de la reina, anunciada solo unas horas antes de la iluminación de los faros y momentos después de que se supiera que su hijo, el príncipe Andrés, había dado positivo en coronavirus. La reina ha dado negativo en los rigurosos test rutinarios, pero debido a que ha experimentado "incomodidades" en las últimas horas, el Palacio lanzó un comunicado en el que informaba de la ausencia de la monarca en la misa de agradecimiento del viernes en la catedral de San Pablo.

Finalmente, las multitudes se dispersaron después de que el príncipe Guillermo habló con un grupo de niños, los organizadores y el propio Gregory Porter. Así, habiendo quedado iluminado el faro principal del Jubileo de Platino de la reina Isabel II, comenzaron a encenderse todos los demás, desde antorchas de gas de todos los tamaños hasta enormes fogatas en el campo. Es una tradición que comenzó en 1897, cuando se conmemoró el Jubileo de Diamante de la reina Victoria, o lo que es lo mismo, sus 60 años en el trono.

El Trooping the Colour

Las celebraciones del jubileo de Isabel II arrancaban este jueves por la mañana con el Trooping the Colour. El balcón de Buckingham se abría por primera vez en tres años, ya que las dos ediciones anteriores tuvieron que celebrarse de forma reducida en el castillo de Windsor a causa de la pandemia. Una jornada de fiesta que nos ha dejado todo tipo de imágenes y detalles.

placeholder La Reina, en el balcón junto a miembros de su familia. (Reuters/Hannah McKay)
La Reina, en el balcón junto a miembros de su familia. (Reuters/Hannah McKay)

Los actos daban comienzo a las 10 de la mañana en suelo británico, una hora más en nuestro país, con la llegada de las Fuerzas Armadas a la explanada que hay frente a palacio, que rodea la estatua de la reina Victoria, la otra monarca del Reino Unido más longeva y protagonista del enlace más moderno de la historia. Un rato después hacían su aparición los carruajes que llevaban a los miembros de la familia real hasta palacio.

placeholder Camila y Kate. (Reuters/Henry Nicholls)
Camila y Kate. (Reuters/Henry Nicholls)

Kate Middleton y Camila, junto con los tres hijos de los Cambridge, lideraban la comitiva. Tras ellos, Sophie y Eduardo de Wessex con sus dos hijos, Lady Louise y Lord James. Cerraban el grupo los duques de Gloucester y Sir Tim Laurence, el marido de la princesa Ana.

placeholder George, Charlotte y Louis. (Reuters/Phil Noble)
George, Charlotte y Louis. (Reuters/Phil Noble)

No veíamos en esta comitiva ni a los dos hijos mayores de la reina Isabel ni al futuro heredero, puesto que tenían un papel importante en el Trooping the Colour al ser los encargados de pasar revista a las tropas. Era la primera vez que la princesa Ana lo hacía como capitán general del Cuerpo de Marines Reales, cargo que asumía hace unos meses en sustitución del príncipe Harry, a quien la reina Isabel despojó de sus títulos militares al confirmarle que no volvería a formar parte de la Casa Real, un año después del Megxit.

Mientras los himnos y el desfile continuaban, volvían a abrirse los ventanales del palacio, desde donde empezaba a verse a diferentes miembros de la familia real, que no querían perderse lo que estaba pasando. Lo han disfrutado especialmente los más pequeños de la familia, a los que las cámaras captaban en momentos distentidos y familiares. Ha sido aquí precisamente cuando se ha desvelado la imagen de Meghan en el Jubileo de Platino de Isabel II. Aunque no salía después al balcón con el resto de miembros de la familia real, sí estaba dentro de palacio para disfrutar del almuerzo posterior.

Pasaban 20 minutos de las 12 del mediodía en Reino Unido cuando teníamos, por fin, la primera imagen de la reina Isabel II disfrutando de su Jubileo de Platino y del Trooping the Colour. Lo hacía junto a su primo, el duque de Kent, apoyada en un bastón y luciendo el mismo vestido con el que posaba días antes para el retrato oficial con motivo de esta celebración, que se distribuía el miércoles por la noche. No estaban mucho viendo a las tropas desde las alturas, ya que se esperaba otra aparición media hora después. Eso sí, se les veía a los dos hablando y de muy buen humor. Ni rastro, al menos en apariencia, del delicado estado de salud de la monarca del que se ha hablado en los últimos meses.

placeholder La reina Isabel y el duque de Kent. (EFE/Sgt. Donald C. Todd)
La reina Isabel y el duque de Kent. (EFE/Sgt. Donald C. Todd)

Llegaba entonces la fotografía más esperada de la jornada. Tres años después, la monarca volvía a salir al balcón de Buckingham junto al resto de su familia, mientras se disparaban las salvas en su honor. La acompañaban los miembros en activo de la familia real, además de los tres hijos de los duques de Cambridge y los dos de los condes de Wessex. Y el príncipe Louis no tardaba en robar el espectáculo, eclipsando a los aviones y helicópteros que pasaban por encima de sus cabezas. Compartía impresiones con su bisabuela, hacía preguntas y también se quejaba por el ruido que hacían las aeronaves.

placeholder El príncipe Louis, protagonista en el balcón. (Reuters/Hannah McKay)
El príncipe Louis, protagonista en el balcón. (Reuters/Hannah McKay)

Han sido pocos minutos, pero suficientes para ver el look de Kate Middleton, un diseño de hace once años que no dudaba en rescatar para esta cita. Pero de nuevo en los estilismos ha sido Louis quien se ha llevado todos los titulares. El motivo es que llevaba ropa que perteneció a su padre de niño. Un conjunto de estilo marinero que el príncipe Guillermo lució con su misma edad, precisamente en el Trooping the Colour de 1985. Charlotte, por su parte, llevaba un vestido azul con manga amplias y un lazo en uno de los hombros.

Tras unos minutos viendo el espectáculo aéreo, los Windsor se metían de nuevo en el interior de Buckingham. Llegaba el momento de disfrutar de un almuerzo privado, esta vez sin acceso a la prensa, y al que también estaban invitados los miembros de la familia que no tienen un papel institucional activo. La cita suponía la primera vez para Harry y Meghan en una reunión familiar tan multitudinaria desde su salida de la Casa Real, ya que el pasado abril pisaron suelo británico, pero solo visitaron a Isabel II. Mientras, en esta comida estarían también el príncipe Andrés, sus hijas y yernos, así como Zara y Peter Phillips junto a sus respectivas familias, además de los Windsor que habíamos visto previamente en el balcón.

El pistoletazo de salida

Y estos cuatro días de celebraciones comenzaban horas antes con la nueva foto oficial de la monarca como pistoletazo de salida para los cuatro días de actos, distribuida este miércoles por Buckingham. Como es su costumbre, las publicaban a última hora del día, para así facilitar su publicación a las diferentes ediciones en papel de los tabloides británicos.

placeholder El retrato oficial por el Jubileo de Platino de la reina Isabel. (Casa Real/Ranald Mackechnie)
El retrato oficial por el Jubileo de Platino de la reina Isabel. (Casa Real/Ranald Mackechnie)

La imagen fue tomada el pasado 25 de mayo por el fotógrafo Ranald Mackechnie en el vestíbulo Victoria del castillo de Windsor. La reina Isabel aparece sentada en el alféizar de la ventana, con un vestido en color azul pastel con bordados blancos. Tras ella, podemos ver la solemnidad de la Torre Redonda de Windsor y la estatua del rey Carlos II, ambos elementos desdibujados para dar el protagonismo absoluto a la monarca, la gran protagonista de este 2022 y sobre todo de este fin de semana, en el que el Jubileo de Platino de la reina Isabel II se celebrará en todo el país y en los territorios de la Commonwealth.

¿Por qué Jubileo de Platino?

El jubileo viene a ser una celebración del día en que se produjo un acontecimiento importante hace muchos años. En el Reino Unido, concretamente, asocian esta palabra a festejar los hitos de su reina: el Jubileo de Plata por el 25º aniversario en el trono, de rubí por sus 40 años, de oro por los 50, de diamante por los 60, de zafiro por los 65 y de platino por los 70.

En 2012, la reina Isabel II celebró su Jubileo de Diamante y se convirtió en la segunda monarca británica en cumplir 60 años en el trono. Su tatarabuela, la reina Victoria, celebró su propio Jubileo de Diamante en 1897 y, como parte de las celebraciones del 22 de junio, recorrió Londres en procesión subida en un fastuoso carruaje. Isabel, por su parte, disfrutó de otros cuatro días de festejos, asistiendo a distintos eventos, tal y como sucede en este Jubileo de Platino.

placeholder La reina Isabel, durante los actos de su Jubileo de Oro. (Getty)
La reina Isabel, durante los actos de su Jubileo de Oro. (Getty)

Diferente fue, en cambio, su Jubileo de Oro por los 50 años en el trono. Entonces, sin los problemas de movilidad que tiene ahora y le impiden caminar como le gustaría, no solo disfrutó de los actos sucedidos en su propio país, sino también de todos los que tuvieron lugar fuera durante todo un año. Australia, Nueva Zelanda, Canadá o el Caribe fueron algunos de los lugares que visitó junto al príncipe Felipe de Edimburgo en su llamado año jubilar.

La reina Isabel celebró su Jubileo de Plata cuando llevaba 25 años en el trono. Sin duda, uno de los más especiales, pues afrontaba con ilusión y mucha vitalidad todo lo que le quedaba por delante. "Cuando yo tenía 21 años, prometí mi vida al servicio de nuestro pueblo y pedí la ayuda de Dios para cumplir ese voto. Aunque ese voto haya sido hecho mis días de juventud, no me arrepiento de ninguna de aquellas palabras", decía en uno de los discursos que pronunció durante aquellas celebraciones. Entonces, poco o nada imaginaba la situación en la que llegaría a estar actualmente la familia real británica, tras la polémica con los duques de Sussex o el escándalo del príncipe Andrés.

El príncipe Andrés

placeholder El príncipe Andrés y la reina Isabel II. (Getty)
El príncipe Andrés y la reina Isabel II. (Getty)

Como Meghan y Harry, el que tampoco se encuentra en una posición cómoda para aparecer públicamente en actos de celebración es el príncipe Andrés. Involucrado en una trama de abusos sexuales que se cerró hace apenas unos meses, cuando decidió llegar a un acuerdo extrajudicial con la mujer que le denunciaba, el hijo de Isabel II ha dejado una mancha bastante difícil de borrar en la historia de la familia real.

A pesar de todo ello, estaba previsto que Andrés participara este viernes en el servicio de acción de gracias que se ha celebrado en la catedral de San Pablo, pero finalmente no era así, ya que horas antes daba positivo en coronavirus, lo que impedía su presencia en los diferentes actos.

Éxito de merchandising

placeholder Fanáticos de la reina con merchandising sobre el jubileo. (EFE/Niel Hall)
Fanáticos de la reina con merchandising sobre el jubileo. (EFE/Niel Hall)

Controversias aparte, los británicos tienen muchas ganas de celebrar que su reina lleva 7 décadas en el trono y se han preparado concienzudamente para ello. Como suele ser habitual en este tipo de eventos, los negocios se apresuran a fabricar y vender todo tipo de artículos de merchandising en torno a la reina y su Jubileo de Platino. Globos, banderas, gafas, platos, figuritas, tazas... Se puede encontrar prácticamente de todo en sitios como Amazon, donde desde hace meses cuentan con una amplia variedad de productos diseñados con la cara de Isabel II o la bandera de Reino Unido.

placeholder Piezas de la colección Jubileo en honor a la reina Isabel II. (Royal Trust Collection)
Piezas de la colección Jubileo en honor a la reina Isabel II. (Royal Trust Collection)

Aunque si lo que se busca es encontrar los productos que lanzó la propia Casa Real Windsor, es tarde. La web de Royal Collection Trust (el archivo oficial de los royals británicos) puso a la venta elementos conmemorativos como tazas de té, platos decorados, galletitas o imanes. Sin embargo, todo, absolutamente todo, está agotadísimo. La única forma de hacerte con alguna de estas piezas, ya de coleccionista, es a través de espacios de segunda mano.

Evento de calibre mundial

placeholder La reina Isabel II, en una imagen de su juventud. (Getty)
La reina Isabel II, en una imagen de su juventud. (Getty)

Si bien es cierto que la mayoría de las celebraciones tienen lugar en Londres, no hay que olvidar que son más de 50 los países que forman parte de la Commonwealth, y de esta es soberana Isabel II. Solamente en Londres hay previstos más de 600 grandes almuerzos del jubileo, a los que asistirán en torno a 60.000 personas, pero se calcula que 10 millones salgan a las calles a comer. No solo en el país, sino a lo largo de la Mancomunidad de Naciones.

El 2 de junio de 1953, cuatro meses después de la muerte de su padre, Jorge VI, Isabel fue coronada reina. Tenía solo 25 años cuando le tocó dar el paso de convertirse en soberana de Reino Unido y de la Commonwealth y ya entonces prometió que lo sería toda su vida.

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