La princesa Ana, gran favorecida del Megxit: su nuevo papel tras la fuga de Harry

Hasta hace dos años, el duque de Edimburgo ostentaba el cargo de capitán general del Cuerpo de Marines Reales. Con su retirada en 2017 de la vida pública y de todas sus funciones institucionales, por motivos de edad y de salud, dejó el puesto después de 64 años. Era entonces el príncipe Harry el designado para sustituirle como capitán general, un cargo que el duque de Sussex no dudó en aceptar con orgullo, ya que tomaba el testigo de su abuelo, al que adora.

Nada hacía presagiar entonces que, solo dos años después, habría que buscar otro miembro de la familia real que ocupara el cargo. Y va a ser la princesa Ana quien, en marzo, sea nombrada capitán general de los Marines Reales, haciendo así historia. Aunque ya tiene relación -de diferente naturaleza- con 65 organizaciones militares, la única hija de la reina Isabel II se convierte así en la primera mujer que ocupa este cargo de responsabilidad dentro del cuerpo. Ana, conocida como 'la princesa trabajadora' , suma así una más a sus numerosas funciones institucionales, que superan a las del resto de la familia.

El nombramiento se hará efectivo en pocas semanas, en un acto simbólico en el que tía y sobrino estarán presentes, uno para dejar el cargo y otra para tomarlo. Así que ya hay dos fechas en el horizonte para estar muy pendientes, ya que el príncipe Harry también asistirá, junto con Meghan Markle, al servicio religioso por el Día de la Commonwealth, en lo que podría ser la última aparición oficial de la pareja y el primer reencuentro familiar tras la dimisión de los duques de Sussex como miembros de alto rango de la Casa Real.

Pero la princesa Ana podría no ser la única beneficiada -o perjudicada, según se mire- por el Megxit. Todas las miradas se han puesto en Beatriz y Eugenia de York, quienes podrían estar obligadas a tomar un papel más relevante dentro de la institución, que conllevaría más patrocinios y apariciones públicas y, por tanto, más trabajo. Y es que a la salida de Meghan y Harry se une la dimisión del príncipe Andrés, el pasado noviembre. En total, tres miembros menos en la Casa Real, cuyo trabajo tiene que ser repartido.