La casa de más de 400 metros de Jaime Ostos acaba en manos de una hija del dictador de Guinea Ecuatorial

Es un día soleado en este rincón de la Comunidad de Madrid. Dos ardillas juegan a perseguirse por el viejo tendido eléctrico mientras una garza real levanta el vuelo y se dirige a uno de los afluentes del Guadarrama que se encuentran cerca. Esta urbanización de Villaviciosa de Odón, una de las primeras urbanizaciones privadas que surgieron en el suroeste de Madrid, empezó a construirse a finales de los 60 y hoy alberga una pequeña ciudad donde conviven los viejos chalés de entonces con los que se han ido comprando y renovando al compás de los tiempos. A menos de media hora de Madrid pero en plena naturaleza.

Aquí es donde residió durante 38 años el torero Jaime Ostos, fallecido en Bogotá en enero de 2022 a los 90 años. Su casa, una antigua construcción castellana de ladrillo y llamativo revestimiento amarillo, permanece hoy prácticamente igual que cuando él y su familia vivían aquí. En el porche siguen colgados los trofeos cinegéticos. Tan solo las ventanas abiertas, un contenedor de obra dentro del patio y unos pintores trabajando dentro de la vivienda dan pistas de que algo se está cociendo en el interior.

Tras morir el torero, la propiedad se puso inmediatamente a la venta. Mari Ángeles Grajal y su hijo Jacobo Ostos no podían mantenerla. Con 427 metros construidos y un terreno de 1.145 metros cuadrados, la casa se les quedaba inmensa. Construida en varias alturas, cuenta con piscina propia, un amplio jardín con zona de barbacoa y una sala de fiestas camuflada en el sótano que sirvió a la familia para conseguir algún ingreso extra en los últimos tiempos arrendándola para alquiler vacacional.

En un principio la pusieron en el mercado por 841.500 euros, pero pasaron los meses y aunque hubo algún comprador interesado (trascendió que uno de ellos era la cantante Rosa López) ninguna negociación llegaba a buen término. Llena hasta los topes de recuerdos de los mejores años y necesitada de una actualización integral, el inmueble fue perdiendo valor. Hasta que, al fin, más de un año después de ponerla a la venta, a finales de verano de 2023, apalabraron la casa con un matrimonio de Guinea Ecuatorial por un precio sensiblemente menor: 650.000 euros.

La transacción se llevó a cabo en una notaría de Madrid a principios de octubre. Grajal y su hijo Jacobo desalojaron el chalé con todos los recuerdos (muchos de ellos los regalaron) y se marcharon de allí. La sorpresa vino cuando los vecinos se percataron de que los compradores, Anita Mbasogo Obiang y su marido, Fausto Garriga Abeso, no eran precisamente dos desconocidos. Ella es la primogénita de Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial desde 1979. Su marido, conocido como Tito Garriga, es uno de los tipos más poderosos del gobierno de Obiang, donde ha asumido distintos cargos.

"Es uno de los hombres que mueve los hilos", resume un buen conocedor de lo que ocurre en la excolonia española. Tito Garriga fue ayudante de campo de Obiang y director de su gabinete militar, también embajador de Guinea Ecuatorial en Rusia, hacedor de múltiples negocios y yernísimo del dictador. Tanto él como su mujer cuentan con DNI español y controlan varias empresas y propiedades en España.

Las bodas

Teodoro Obiang, militar formado en la Academia General de Zaragoza y licenciado en Derecho por la UNED, es presidente de Guinea Ecuatorial desde hace 44 años, cuando derrocó del poder a su tío Francisco Macías en el llamado Golpe de la Libertad. La que fuera colonia española es uno de los mayores productores de petróleo de toda África pero, a pesar de ello, cerca del 76% de la población vive en situación de "extrema pobreza", según el Center for Economical and Social Rights.

Desde el punto de vista más personal, Teodoro Obiang es polígamo. Tiene cinco esposas, decenas de amantes y al menos una treintena de hijos. "Obiang se propuso tener descendencia con mujeres de las tres etnias principales de Guinea", revelan, "y parece que lo consiguió". Su hija mayor y "su mano derecha en la vejez" es Anita, la nueva vecina de Villaviciosa de Odón, pero en realidad toda la familia tiene buena relación con España. Uno de los hijos de Teodoro, Ruslan Obiang, protagonizó una discreta boda en 2018 al casarse con una exmiss en Pozuelo de Alarcón. Otro, Carmelo Ovono Obiang, está casado con una enfermera catalana.

"Anita está ahora viajando mucho a Dubái, donde cuida de su padre, que está enfermo. No es una persona muy pública. Lleva pequeños negocios de construcción que le encarga su padre, pero el que verdaderamente mueve los hilos es Tito Garriga. Tienen propiedades y negocios en España, pero también en Marruecos o en Dubái", explican, "los que residen más en Madrid son los hijos de este matrimonio".

La primogénita de Obiang tiene actualmente varias propiedades en Meco (Madrid) y Mijas (Málaga); también administra en nuestro país varias empresas relacionadas con el transporte aéreo y la inmobiliaria. Su hermano Bonifacio o su hija Constancia son también nombres habituales en el Registro Mercantil español.

La Audiencia Nacional ordenó el año pasado el bloqueo de todos los bienes en España de Carmelo Ovono Obiang por un caso de presuntas torturas y secuestro de españoles, aunque hace unas semanas el juez Pedraz decidió ceder la causa a la justicia guineana (una decisión recurrida por las familias). En octubre de 2023 se supo que un juzgado de instrucción de Palma investiga a otro de sus hijos, Gabriel, por blanqueo de capitales. Según varias fuentes, Obiang teme que la justicia española ponga el foco sobre su interminable familia y "en diciembre les ordenó a todos ellos que se deshicieran de los bienes que poseyeran en España". Puede ocurrir que Anita y su marido, Tito Garriga, no puedan disfrutar mucho de su nueva casa en Villaviciosa de Odón.

Mientras tanto, esa casa que perteneció a Jaime Ostos sigue prácticamente inalterable. La piscina vacía, el seto pendiente de cortar, las ventanas de los años 80. La propiedad pide a gritos una reforma integral. Una casa cercana del mismo tamaño y edad se vende por 690.000 euros. Nadie sabe si finalmente la hija de Obiang se instalará allí con su familia. En este tipo de urbanizaciones, los vecinos no dan cuenta de lo que hace el de al lado.