Karlos Arguiñano, en 'El hormiguero': de sus desayunos sin ropa a los ukeleles de sus nietos

El chef presentaba su nuevo libro en 'El hormiguero', ‘Cocina de 10’, con 598 recetas sencillas que te sacarán de más de un apuro. Un libro que el propio Karlos Arguiñano considera de referencia y cree que es su mejor libro de recetas.

Una publicación con la que ha intentado que Pablo Motos aprenda a cocinar, pues ya se comprometió con él a empezar hace unos años, pero el presentador de ‘El hormiguero’ aseguraba que está en ello, que no le meta prisa porque tanto los rebozados como los hojaldres se le quedan blandos.

Cocina aparte, el vasco ha hablado también de su faceta como abuelo y ha revelado que todos los domingos en su casa se reúne la familia, sus siete hijos y sus trece nietos. Incluso, los más pequeños le ayudan a preparar las croquetas, rebozándolas desde que tienen siete u ocho años. De este modo, aseguraba, no tienen remilgos a la hora de comer ni se quejan, pues lo quieren probar todo.

Como abuelo no consiente más a sus nietos de lo que hacía a sus hijos, aunque sí reconoce que les da algunas chuches cuando van a verle, no más de tres, intenta, aunque algunos se cojan cuatro o cinco. También ha contado la ocasión en la que regaló ukeleles a sus nietos, que no sabían tocarlos, de forma que sus reuniones familiares siempre son ruidosas y concurridas, asegurando el chef que en su casa parece Navidad todos los domingos.

Karlos Arguiñano está casado con María Luisa Ameztoy desde hace casi 50 años. Se conocieron porque eran de pueblos vecinos, él de Beasain y ella de Zarauz. Luisi, como la llaman en confianza, dejó su trabajo en la pescadería familiar para pasarse a la hostelería junto al cocinero. Ambos tuvieron siete hijos: Eneko, Zigor, Karlos, Martín, Joseba, Amaia y María, que a su vez les han hecho abuelos hasta en trece ocasiones.

Contaba también el chef vasco que a sus 75 años no piensa en retirarse y ha renovado su contrato con Antena 3 por otros dos años. Eso sí, cuando no está trabajando le encanta desayunar desnudo, una costumbre que realiza cuando está tranquilo en su casa, sin visitas.