Los hoteles de Almeida y Teresa Urquijo en su viaje de novios: una isla privada en Maldivas y un resort en el Himalaya

Este miércoles, con motivo del 49 cumpleaños del alcalde, José Luis Martínez-Almeida y su mujer, Teresa Urquijo, rompían su silencio en redes para compartir su primera (y por ahora única) foto desde Maldivas, principal destino de su luna de miel.

Casados desde el pasado 6 de abril, la pareja además de celebrar su amor también festejó el aniversario del político con un selfie en el que aparecían felices, relajados y pasados por agua. Fue precisamente la lluvia la que nos ha ayudado a localizar el hotel en el que se encuentran.

En la imagen, el edil y su aristocrática pareja se refugiaban debajo de un paraguas en el que podía adivinarse la silueta de una mantarraya (uno de los animales típicos de la zona) que rápidamente llamó nuestra atención.

Puestos en contacto con varios agentes de viajes especializados en la zona, dimos con él. Se trata de un hotel ubicado en una de las islas privadas del Atolón Sur del archipiélago. Una ubicación excepcional donde disfrutar a todo lujo de la intimidad y las aguas cristalinas del resort que ocupa todo el islote y que no suele ser frecuentado por españoles, lo que facilitaba que no fueran reconocidos en ningún momento.

Fuentes de toda solvencia han confirmado en exclusiva a Vanitatis que el alcalde ha disfrutado de unos días de auténtico amor y lujo en este resort del que tenemos todos los detalles.

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P. Izquierdo

Cinco estrellas en una isla privada

Calificado como uno de los hoteles de superlujo del destino, no se encuentra, sin embargo, entre los más caros de la zona. Su precio ronda, no obstante, los 2.000 euros la noche, lo que supondría una factura de unos 16.000 euros si solo tenemos en cuenta el alojamiento y el desayuno.

Este tipo de hoteles, del que no difundiremos el nombre por motivos de seguridad, ofrecen a sus huéspedes diferentes planes de comida que en ningún caso incluyen el todo incluido, popular en otras zonas como Punta Cana o Playa del Carmen.

De naturaleza mucho más exclusiva, lo máximo que puede contratarse es la pensión completa, aunque lo más recomendable es la media pensión con cena, dejando para la comida un snack sencillo después del copioso desayuno del que dispone el hotel.

“Nuestros menús están impregnados de los matices de la cocina del sur de la India con curry ligero, mariscos y ensaladas. También ofrecemos interpretaciones contemporáneas de otros clásicos asiáticos y mediterráneos” aseguran desde la web del hotel.

“Ofrecemos una variedad de experiencias gastronómicas privadas en lugares inolvidables de toda la isla, con menús para eventos especiales diseñados en consulta con nuestros chefs. También puedes discutir un montaje específico, para una propuesta o celebración familiar. O simplemente pida comida en la habitación en la terraza privada de su villa”.

Bungalows con piscina y forma de barco

Aunque el hotel dispone de una extensa playa privada, los novios tienen acceso al mar directamente desde los bungalows que rodean una parte de la isla. Con piscina privada y una disposición con vistas infinitas al océano Índico que impide sentirse observado por miradas indiscretas, muchos de los huéspedes prácticamente no salen de su reducto de paz más que para las comidas (que también pueden hacerse allí). Sus 123 metros cuadrados hacen posible casi cualquier cosa.

Los overwater bungalows son los más originales de la zona porque tienen forma de los tradicionales barcos de allí, los ‘dhoni’ locales, y eso es muy curioso. En total, el complejo “íntimo y romántico” lo componen 33 villas sobre el agua sobre una laguna turquesa.

Intimidad y pasar desapercibidos

Organizado por una agencia de viajes de Madrid, la premisa de la pareja era intentar que nadie les reconociera. Es por tanto, que eligieron esta cadena hotelera que dispone de otro hotel cercano recomendado para familias. Este sin duda, es para escapadas románticas y para honneymooners.

“Somos un grupo de hoteles y resorts de propiedad familiar galardonado en todo el mundo, cada uno diferente del otro pero que comparte el mismo corazón: un profundo compromiso con el bienestar holístico, una cocina excepcional rica en nutrientes y destinos inspiradores que honran el espíritu de lugar” aseguran desde el grupo.

Esta cadena, además, dispone de otros dos hoteles en Bután, el destino que completaba su viaje, por lo que a nivel logístico tenía aún más sentido si cabe la elección de esta combinación, más habitual de lo que nosotros pensábamos.

Segunda parte en Bután

Tras 45 minutos de vuelo del hotel a Male, el aeropuerto internacional de Maldivas, la pareja ha puesto rumbo a este pequeño reino ubicado en el corazón del Himalaya donde estaba previsto que pasaran dos noches empapándose de la gastronomía y la cultura local.

Una combinación habitual que, sin embargo, no suele producirse en este orden, ya que la vuelta desde Bután es un disparate a nivel distancias y escalas. No obstante, el estrés de organizar una boda como la suya seguramente les encaminó a relajarse primero durante más de una semana en Maldivas para después hacer algo más de turismo de excursión y botas de montaña antes de regresar a España.

El precio de esas dos noches ronda unos 2.000 euros a lo que habría que sumar los vuelos, las comidas y las actividades realizadas, como visitas a templos y palacios o rutas guiadas por la naturaleza (pasión que ambos comparten).