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Reestructuración silenciosa en el imperio gaditano de los Orleans-Borbón: Marie Cristine toma el relevo
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Reestructuración silenciosa en el imperio gaditano de los Orleans-Borbón: Marie Cristine toma el relevo

La familia Orleans-Borbón, históricamente vinculada a la monarquía y con una notable presencia empresarial en el sur de España, reorganiza su entramado económico en nuestro país

Foto: Álvaro Jaime Orleans-Borbón y su esposa Antonella, en el Baile de la Rosa.(Cordon Press)
Álvaro Jaime Orleans-Borbón y su esposa Antonella, en el Baile de la Rosa.(Cordon Press)

Marie Cristine Saint Orleans-Borbón, uno de los miembros más discretos de la histórica familia Orleans-Borbón, ha asumido recientemente el liderazgo del entramado empresarial que su linaje mantiene en España. Es parte de una silenciosa reestructuración llevada a cabo en el seno de una de las familias nobiliarias más discretas pero históricamente más influyentes de Europa, los Orleans-Borbón, que ha afectado sobre todo a sus negocios en la provincia de Cádiz. El empresario Álvaro Jaime de Orleans-Borbón, primo lejano del Rey emérito Juan Carlos I y durante años presidente del holding familiar, ha vuelto también a 'dar la cara' en el organigrama tras abandonar la primera línea hace unos años. Marie Cristine Saint Orleans-Borbón es una figura hasta ahora desconocida incluso dentro de los círculos aristocráticos.

La familia Orleans-Borbón tiene intereses en el sector inmobiliario, agroalimentario y turístico principalmente en la provincia de Cádiz. En las últimas semanas, Marie Cristine ha ido asumiendo la presidencia de las principales sociedades de la familia, como Torremesa, el Club de Golf de Costaballena, la Compañía Agrícola Torrebreva, la Bodega de los Infantes de Orleans-Borbón o el holding Hulgadin. Paralelamente, su tío Álvaro ha regresado al organigrama de todas estas sociedades como consejero.

Un pasado ligado a la realeza europea y la polémica

Álvaro de Orleans no es un desconocido para la prensa española. Su nombre saltó a la palestra pública a raíz de la investigación judicial sobre el presunto patrimonio oculto del Rey emérito en el extranjero. Fue en las célebres conversaciones de Corinna Larsen con el excomisario Villarejo donde se le vinculó como una especie de “cajero” de don Juan Carlos I. Más tarde se supo que Álvaro era el propietario de la Fundación Zagatka, a través de la cual se habrían financiado vuelos privados del monarca por valor de más de ocho millones de euros.

placeholder Álvaro, Antonella y Jean de Orleans, en una foto de archivo. (Gtres)
Álvaro, Antonella y Jean de Orleans, en una foto de archivo. (Gtres)

El empresario, con residencia en Mónaco y vínculos financieros en Suiza y el Caribe, defendió públicamente la legalidad de sus actuaciones, enmarcándolas como un gesto de apoyo a la monarquía, tradición que, aseguró entonces, había heredado de su padre. Su abuelo, Alfonso de Orleans y Borbón, acompañó a Alfonso XIII en su exilio y defendió a don Juan ante Franco, lo que le valió el confinamiento en Sanlúcar de Barrameda.

Inversiones con acento gaditano

Álvaro ha sido durante décadas el custodio de una red de intereses inmobiliarios, agrícolas y turísticos en tierras gaditanas, especialmente en Sanlúcar de Barrameda, Chipiona y Rota. En esas tierras, los Orleans-Borbón han edificado un discreto pero amplio entramado empresarial. Aunque no residen de forma permanente en el país, tanto él como sus hermanas, Gerarda y Beatriz, mantienen fuertes vínculos con las localidades de Sanlúcar de Barrameda, Rota y Chipiona. Allí se sitúan las principales inversiones de la familia, como Compañía Agrícola Torrebreva, especializada en la producción de uva de mesa, remolacha y hortalizas, muchas de ellas destinadas a grandes cadenas como Mercadona, a través de su empresa comercializadora Torremesa.

Los viñedos de Torrebreva también nutren a las Bodegas de los Infantes de Orleans-Borbón, una firma fundada en 1948 y dedicada a la producción de vinos y brandies de Jerez de alta calidad. La bodega conserva la tradición vitivinícola iniciada en el siglo XIX por el duque de Montpensier.

Entre los activos más emblemáticos de la familia se encuentra también el Club de Golf de Costa Ballena, que se asienta sobre terrenos ancestrales de los Orleans, convertidos en una macrourbanización con amplios espacios verdes, arroyos artificiales y viviendas turísticas.

Desde su discreta posición, Marie Cristine Saint Orleans-Borbón será la nueva cara en España del entramado empresarial. Unas inversiones de fuerte arraigo histórico y cuya permanencia parece asegurada a través de este relevo natural en un miembro más joven de la familia. Cristine es hija de Gerarda de Orleans-Borbón y su primer marido, el estadounidense Harry F. Saint, de quien se divorció en los años 70.

El nuevo organigrama llega tras años de turbulencias mediáticas y judiciales en los que el apellido Orleans-Borbón saltó a la primera plana informativa por su relación con las finanzas del Rey emérito, aunque las aguas se han amansado en ese sentido. Queda por ver si esta nueva etapa empresarial logra reconciliar tradición, eficacia y rentabilidad.

Marie Cristine Saint Orleans-Borbón, uno de los miembros más discretos de la histórica familia Orleans-Borbón, ha asumido recientemente el liderazgo del entramado empresarial que su linaje mantiene en España. Es parte de una silenciosa reestructuración llevada a cabo en el seno de una de las familias nobiliarias más discretas pero históricamente más influyentes de Europa, los Orleans-Borbón, que ha afectado sobre todo a sus negocios en la provincia de Cádiz. El empresario Álvaro Jaime de Orleans-Borbón, primo lejano del Rey emérito Juan Carlos I y durante años presidente del holding familiar, ha vuelto también a 'dar la cara' en el organigrama tras abandonar la primera línea hace unos años. Marie Cristine Saint Orleans-Borbón es una figura hasta ahora desconocida incluso dentro de los círculos aristocráticos.

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