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Jiménez, el gran restaurante de la vieja estación
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Jiménez, el gran restaurante de la vieja estación

Hace ya casi 15 años que la estación de tren de El Plantío dejó de ser un apeadero de Renfe para convertirse en Jiménez, el restaurante de David y Candela

Foto: Restaurante Jiménez.
Restaurante Jiménez.

David Jiménez es un acreditado chef formado en algunas de las mejores cocinas del país - El Amparo, Arzak, Berasategui.. -, que cuando conoció a su pareja y socia, Candela Núñez, también experimentada repostera, decidieron emprender su propio proyecto hostelero. Eligieron para ello un local singular, la antigua estación ferroviaria de El Plantío, que ya llevaba siendo restaurante desde hacía tiempo, concretamente una sidrería, que, por cierto, no pasaba por su mejor momento.

Los inicios de la aventura empresarial de David y Candela no fueron muy alentadores, pues aparte de instalarse en un local alejado de los lugares concurridos, que además tenía el preocupante precedente de haber albergado un negocio fracasado, nuestros jóvenes emprendedores también tuvieron que afrontar serias dificultades financieras. No obstante, tras algunos años de trabajo y esfuerzo, Candela se convirtió en una reconocida sumiller, David siguió profundizando en su cocina de producto y de temporada, y Jiménez, su restaurante, fue consolidándose, poco a poco, como uno de los establecimientos de más éxito de la zona.

En Jiménez se puede comer de tres formas diferentes:

1º. El menú del día, que varía cada semana y que por solo 24,50 € te permite escoger entre varios primeros, varios segundos, bebida y postre. Este menú es probablemente uno de los mejores que pueden encontrarse en cuanto a su relación calidad-precio.

2º. El menú degustación, que en estos días por 39,75 € incluye ensalada de ternera escabechada con vinagreta de frutos secos, risotto de langostinos, merluza cocinada en su jugo con crema de patata y salsa verde, carrilleras de ternera guisadas con salsa de tomate y crème brûlée de arroz con leche y helado de café.

3º. A la carta, en la que se podrán encontrar platos como el mosaico de verduras y mariscos con alioli de hierbas; el huevo escalfado sobre hortalizas asadas y crudas; el lomo de lubina al horno con tartar de aguacate y mahonesa de chimichurri; la paletilla de lechal asada y deshuesada con pimientos y chips; o el bizcocho húmedo de chocolate recién horneado y helado de vainilla.

Aunque en la cocina de David Jiménez se pueden encontrar algunos platos realmente elaborados, si le preguntas a él te dirá que dos de sus preparaciones predilectas son los callos a la manera tradicional y el rabo guisado 'solo' con vino tinto.

El juicio sobre un restaurante no solo debe hacerse considerando el cómo se coma en él, aunque eso sea lo más importante; también importa el cómo te traten y lo cómodo que allí te encuentres. Jiménez pasa con nota la prueba, no solo por su cocina, sino por la atención que se recibe por parte de David y Candela y por la gran amplitud de las mesas y la generosa separación que existe entre ellas; lo cual proporciona un alto nivel de confort acústico y espacial. La carta de vinos del restaurante que ha confeccionado Candela te ofrece un sugerente escaparate de la mejor y más actualizada oferta bodeguera española.

Otra razón para ir al Jiménez en estas próximas semanas es la magnífica terraza exterior de la que dispone, que garantiza cenas de lo más agradables.

Hablando con David se entera uno de que entre los clientes del restaurante están los Reyes de España, algo de lo que queda constancia viendo la boleta de pago real que aparece enmarcada a la entrada del local.

Aunque el mayor reconocimiento para el restaurante Jiménez es que esté a punto de cumplir 15 años, también hay que decir que actualmente figura recomendado, entre otras, por la guía Michelin. Probablemente la clave del éxito del establecimiento esté en lo que dice el propio David. “¿Sabes lo que más me gusta de mi casa? Que es realmente mi casa y que, para lo bueno y para lo malo, yo siempre estoy allí”.

En el apeadero ferroviario de El Plantío ya no para ningún tren, pero al comedor del Jiménez no deja de llegar gente.

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David Jiménez es un acreditado chef formado en algunas de las mejores cocinas del país - El Amparo, Arzak, Berasategui.. -, que cuando conoció a su pareja y socia, Candela Núñez, también experimentada repostera, decidieron emprender su propio proyecto hostelero. Eligieron para ello un local singular, la antigua estación ferroviaria de El Plantío, que ya llevaba siendo restaurante desde hacía tiempo, concretamente una sidrería, que, por cierto, no pasaba por su mejor momento.

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