Cuáles son las diferencias entre estas dos recetas de la abuela: zarangollo murciano y el zorongollo extremeño y cómo prepararlos

Aunque existen numerosas recetas tradicionales a lo largo y ancho del panorama español, lo cierto es que hay dos que destacan por su parecido fonético y que son, completamente distintas: el zarangollo murciano y zorongollo extremeño.

El zarangollo es un plato muy humilde y sencillo, pero que resalta por tener mucho sabor. Aunque sus ingredientes son tan solo tres (calabacín, cebolla y huevo), lo cierto es que la clave para que te salga perfecto está en una cocción muy lenta de los ingredientes. Esta receta es muy querida en toda la Región de Murcia, especialmente durante las festividades locales de la capital, como las Fiestas de Primavera o la Feria de Septiembre.

Para preparar el zarangollo, lo primero que hay que hacer es pochar la cebolla en aceite de oliva. Una vez realizado este paso, se le añadirá el calabacín cortado en finas rodajas. A fuego muy lento, la mezcla se debe remover con cuidado para que los ingredientes suelten todos sus jugos. Al final, se incorporan los huevos sin batir, revolviéndolos suavemente, para que queden bien integrados, pero sin formar una tortilla.

Por su parte, el zorongollo extremeño es completamente diferente, tanto en sus ingredientes como en su preparación. Este plato, típico de los meses veraniegos, incluye pimientos rojos y tomates, a los que, además, se añade ajo y cebolla. Una receta extremadamente sencilla, originaria de la comarca de La Vera, al norte de Extremadura.

Para preparar esta receta, lo primero es asar los pimientos y los tomates en el horno hasta que la piel esté bien tostada. Una vez enfriados, se pelan y se cortan en tiras. En un recipiente, se colocan todos los ingredientes a los que se le añade a un poco de ajo picado, cebolla en juliana y un aderezo de aceite y vinagre al gusto. Una combinación de sabores que te dejará sin palabras si aún no lo has probado.

Así, como hemos observado, ambos platos son radicalmente distintos. Mientras el zarangollo murciano se consume caliente, el zorongollo extremeño se sirve templado o a temperatura ambiente. Dos platos que se han convertido en símbolo y reflejo de la tradición culinaria de sus regiones y de la importancia de los ingredientes frescos en su elaboración.