El hojaldre de Mercadona con el que puedes hacer postres (y cenas) en minutos
Con ella se pueden preparar postres o cenas improvisadas en cuestión de minutos, desde tartas saladas hasta palmeritas caseras, sin necesidad de complicarse
Este producto es perfecto para preparaciones rápidas. (Mercadona)
Tener una lámina de hojaldre en el frigorífico puede ser la diferencia entre improvisar una cena en minutos o complicarse en la cocina. Su textura ligera y crujiente, unida a su sabor neutro, la convierte en una base ideal para platos tanto dulces como salados. Además, en los últimos años han surgido distintas versiones que se adaptan a cada necesidad, desde quienes buscan un acabado más clásico y mantecoso hasta quienes necesitan evitar el gluten.
Entre las opciones más prácticas está la masa fresca de hojaldre Hacendado, una de las más utilizadas por su formato doble y su facilidad de uso. Lista para hornear, permite preparar tartas saladas, empanadas de verduras, mini quiches o rollitos rellenos de jamón y queso sin apenas esfuerzo. Su textura ligera y su resistencia al horneado la hacen adecuada incluso para postres rápidos, como trenzas de chocolate o palmeritas.
El hojaldre puede ser un aliado para recetas rápidas y fáciles. (Cortesía / Mercadona)
Para quienes siguen una alimentación sin gluten, Mercadona ofrece una alternativa elaborada específicamente para mantener el mismo efecto de capas finas y aireadas. Su composición permite conseguir un resultado muy similar al del hojaldre tradicional, algo que suele ser un reto en las masas sin gluten. Funciona bien con rellenos jugosos —como compotas de fruta o verduras asadas—, ya que conserva la estructura sin deshacerse.
Otra variante interesante es la masa fresca con mantequilla, pensada para quienes buscan un sabor más intenso y una textura más dorada. Este tipo de hojaldre es perfecto para recetas donde el protagonismo está en la masa, como croissants caseros, tartaletas de manzana o milhojas. Su contenido graso ligeramente superior le da un acabado más hojaldrado y un aroma muy similar al de las panaderías tradicionales.
Existe también una opción sin gluten. (Cortesía / Mercadona)
A la hora de trabajar con cualquiera de estas masas, los expertos recomiendan no manipularlas en exceso y mantenerlas frías hasta el momento de hornear. Así se consigue que las capas suban y se mantengan crujientes. Tres versiones, tres resultados distintos, pero un mismo objetivo: simplificar la cocina sin renunciar al sabor casero.
Tener una lámina de hojaldre en el frigorífico puede ser la diferencia entre improvisar una cena en minutos o complicarse en la cocina. Su textura ligera y crujiente, unida a su sabor neutro, la convierte en una base ideal para platos tanto dulces como salados. Además, en los últimos años han surgido distintas versiones que se adaptan a cada necesidad, desde quienes buscan un acabado más clásico y mantecoso hasta quienes necesitan evitar el gluten.