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Las obsesiones de Adriana Abascal
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Las obsesiones de Adriana Abascal

Adriana Abascal, la mujer de Juan Villalonga, disfruta de “una vida fuera de lo común”. Ese es el titular elegido por la revista Vogue para un

Foto: Las obsesiones de Adriana Abascal
Las obsesiones de Adriana Abascal

Adriana Abascal, la mujer de Juan Villalonga, disfruta de “una vida fuera de lo común”. Ese es el titular elegido por la revista Vogue para un amplio reportaje en el que la esposa del empresario se desnuda por dentro. Así, no sólo conocemos su obsesión por la limpieza, el orden y las rutinas, sino que recuerda a su difunto esposo, el mexicano Emilio Azcárraga, y sus años de modelo como ganadora de Miss México. Todo ello lo hace a través de una serie de fotografías en las que se pasea por su casa londinense con vestidos de marca y sus tres hijos.

La mujer de Villalonga, felizmente casada, tiene claras sus prioridades. Vive en Londres, en una casa clásica de contrastes, desde hace dos años por motivos de trabajo, aunque pasa algunas temporadas en Los Angeles. Sus hijos son su vida y “abróchate el cinturón y disfruta” su eslogan vital. Pero tras esa apariencia, esta revista descubre a una mujer de rutinas, obsesionada con el orden y la limpieza. “Yo llego a los hoteles y organizo las habitaciones, y si considero que algo no es necesario les digo que se lo llevan. Hasta que no saco mi ropa y la coloco por colores, no me puedo ir a pasear”, dice Abascal.

Colgada siempre de su blackberry, le gusta que todo esté perfecto. De hecho, durante la entrevista vio una mancha en la mesa y estaba más pendiente de la suciedad que de las palabras de su interlocutora. Sin embargo, intenta relajarse pese a que “estemos delante de una tremenda mancha negra de grasa en la mesa”.

Dos han sido los hombres que han marcado su existencia. Con Emilio Azcárraga, propietario de Univisión, vivió un amor incomprendido. Él tenía 67 años cuando falleció mientras que ella se quedó viuda antes de cumplir los treinta, con toda una vida por delante. Entonces, conoció a Juan Villalonga y lo suyo fue amor a primera vista. De hecho, el empresario también describe a su mujer en el reportaje. Y es que entró en el salón preguntando por la cena mientras se desarrollaba la entrevista y acabó contando que “Adriana es inteligente y busca como conseguir sus objetivos”.

La moda es otra de sus pasiones. Con el sueño de volver a la vida laboral lo antes posible, está trabajando en un proyecto de moda, tanto en la fase creativa como en la empresarial. De momento, prefiere no dar pista para evitar problemas. Para el reportaje posa con sus tres hijos -Paulina, Jimena y Diego- y con elegantes vestidos de Dior, Lavin, Yves Saint Lauren, Louis Vuitton y, por supuesto, los famosos zapatos de Christian Louboutin. Los niños tampoco van en chándal, ya que portan prendas de primeras marcas.

Aunque no le gusta dar fiestas en casa, la señora de Villalonga también habla en Vogue de sus amistades. Así, Antonio Banderas y Melanie Griffith son algunos de sus mejores amigos en Los Angeles, donde se realiza la entrevista pese a que las fotos estén hechas en la casa de Londres. “Les admiro y les quiero porque cuando les conoces te das cuenta de qué tipo de personas son: divertidos, emprendedores y grandes profesionales”, reconoce ahora que, según las malas lenguas, quiere volver a entrar en los círculos sociales tras su última maternidad.

Adriana Abascal, la mujer de Juan Villalonga, disfruta de “una vida fuera de lo común”. Ese es el titular elegido por la revista Vogue para un amplio reportaje en el que la esposa del empresario se desnuda por dentro. Así, no sólo conocemos su obsesión por la limpieza, el orden y las rutinas, sino que recuerda a su difunto esposo, el mexicano Emilio Azcárraga, y sus años de modelo como ganadora de Miss México. Todo ello lo hace a través de una serie de fotografías en las que se pasea por su casa londinense con vestidos de marca y sus tres hijos.