Teresa Bueyes defiende a otro estafado por Zaleski

A raíz de hacerse público la historia del falso príncipe polaco y de la intervención de la abogada Teresa Bueyes como defensora de uno de los damnificados, varios perjudicados más se han puesto en contacto con la letrada para que les lleve los asuntos legales.

La historia se hizo pública a través de la información de Saúl Ortiz en La Otra Crónica de El Mundo, donde la principal y más conocida afectada era Paloma Lago, que denunció a Zaleski por maltrato psicológico y estafa. Por el momento la presentadora no ha querido hablar, pero se sabe que el asunto le ha afectado profundamente. De ser ciertos los datos que se manejan, Paloma podría haber sufrido presiones de algún tipo y hasta coacciones que tendrían que ver con hacer públicas determinas situaciones personales. El caso es que Paloma podría ser la punta del iceberg de una estafa de altos vuelos.

Gracias a la profesionalidad de Teresa Bueyes, que consiguió que el príncipe polaco pagara la deuda antes de celebrarse el juicio, el nuevo afectado ha puesto en sus manos su defensa. “Hubo un primer contacto y ahora quiere que interponga las acciones judiciales pertinentes para reclamar cantidades económicas que mi cliente considera defraudada por Zaleski”. El nuevo protagonista de esta historia es un importante empresario argentino afincado en España y con importantes contactos en el mundo de las finanzas nacionales e internacionales.  Conoció al príncipe polaco “postizo” que consiguió embaucarle. Le ofreció comprar varias de sus fincas en los montes de Toledo donde también tienen su campos de caza y ocio Cortina, Alcocer, Abelló, Conde… para construir un campo de polo. Según las declaraciones del infortunado empresario, el príncipe le entregó dos cheques que después resultaron no tener fondos. Durante ese año Zaleski disfrutó del uso de la finca. Cuando llegó el vencimiento de los pagarés le informaron en el banco que no había ni un euro. Durante ese tiempo el damnificado ni pudo disponer de sus tierras ni ofertarlas a terceros. ¿Quién será el siguiente?