Románticos y minimalistas: inspírate en los 5 ramos de novia más icónicos del cine
Los preparativos que implica una boda son muchos y, en ocasiones, puede resultar abrumador organizarla. Por suerte, a día de hoy, podemos contar con la figura
Los preparativos que implica una boda son muchos y, en ocasiones, puede resultar abrumador organizarla. Por suerte, a día de hoy, podemos contar con la figura del wedding planner y disfrutar del proceso sin agobios y con ilusión. Precisamente, una de las cosas que más ilusión hace a las novias elegir (además del vestido ideal obviamente) es el ramo de novia. Un elemento que, no solo definirá la personalidad de la protagonista, sino también otras cosas como la paleta cromática del enlace.
Efectivamente, el ramo juega un papel fundamental a la hora de completar el atuendo nupcial, así como la decoración con flores del enclave que, normalmente, va en la misma línea estética. Son muchas las opciones por las que una novia puede decantarse en lo que a ramos de novia respecta, y su primera toma de contacto bien podría ser a través de la ficción donde determinadas novias de cine son capaz de inspirar con sus variopintos estilismos, pero también con sus fabulosos ramos.
Una de las primeras en hacerlo fue Audrey Hepburn en 'Una cara con ángel'. Una película de 1957 en la que un fotógrafo de moda va en busca de su modelo ideal y, como no podría ser de otra manera, esa es la emblemática actriz. Metida en la piel de Jo Stockton, Audrey se viste de novia con un diseño de Hubert de Givenchy que se caracteriza por su falda estilo bailarina y un corsé con cuello de barco. Un estilismo muy original para la época que marcó tendencia.
No obstante, de todo su look también destaca el ramo de novia que lució en la cinta. Un ramo tipo bouqué con flores pequeñas en tonos crudos y talle corto que encajaba perfectamente con el vestido, puesto que cedía todo el protagonismo al volumen de la falda sin tapar la zona del escote, potenciando su elegancia.
Aunque los estilismos más recordados de Julia Roberts en la ficción son los que lució en 'Pretty Woman' dejando a medio mundo sin palabras, no son pocas las ocasiones en las que ha deslumbrado vestida de novia. Sin ir más lejos, la actriz hizo lo propio en lo que fue su primer éxito cinematográfico, 'Magnolias de acero'. Una película en la que daba vida a Shelby Eatenton quien se vistió de novia con un fabuloso diseño maximalista al más puro estilo años ochenta.
El ramo de novia que completaba el atuendo nupcial no podía ir más acorde a la estética porque, sin ser demasiado recargado, aportaba el toque de romanticismo justo a través de rosas de pitiminí en distintas tonalidades y a juego con las flores 3D del propio vestido. En este caso, se trataba de un ramo asimétrico y ligeramente en cascada.
No tan recordado, pero igual de emblemático, fue el diseño que llevó la actriz Kirsten Dunst en 'Melancolía' de Lars von Trier. Un vestido palabra de honor de gasa que acompañó de un ramo de novia muy original, puesto que estaba compuesto de las clásicas paniculatas, pero en lugar de ir solas al estilo buquet o entremezcladas entre otro tipo de flores, lo hacían protegidas por una capa de hojas verdes y largas que bien podrían ser bananeras.
Cada vez son más las novias que apuestan por este tipo de fórmulas para su ramo de novia y, en lugar de centrar la atención en las flores, lo hacen en las hojas. Desde hojas verdes de eucalipto, al olivo pasando por otro tipo de elementos como las plumas, las bayas silvestres e, incluso, las joyas.
Pese a lo excéntrica que es Carrie Bradshaw a la hora de vestir, apostando siempre por las últimas tendencias que imperan en el sector, su ramo de novia fue de lo más clásico. Claro que el resto del look ya hablaba por sí solo. En la primera entrega de 'Sexo en Nueva York' hecha película, Sarah Jessica Parker lució un vestido de novia increíble creado por Vivienne Westwood, en su boda con Mr. Big (Chris Noth). Además, del volumen de la falda, no faltó un tocado que aportaba la nota de color.
Su ramo de novia era uno de tallo largo que poseía la clásica tela para sujetarlo de manera más cómoda y estaba compuesto de rosa en colores crudos y blancos. Una opción minimalista por la que muchas novias se decantan hoy en día, especialmente, si desprenden un estilo boho, distendido y vintage.
Rachel McAdams demostró en su boda con Channing Tatum en 'Todos los días de mi vida' que se puede ir a contracorriente de lo habitual. Si lo normal es lucir un vestido de novia blanco (en sus distintas versiones) y el velo a juego y optar por el color (normalmente rosados) en lo que respecta al ramo, ella hizo justo lo contrario. Haciendo gala de su lado más dulce, lució un vestido de gasa con corpiño, fajín y falda corta con volumen en un color rosa pastel al más puro estilo algodón de azúcar. Su ramo, en versión mini, contaba con flores blancas ligeramente rosadas que daban lugar a un resultado del todo original por ser lirios en lugar otro tipo de flor.
En definitiva, opciones de ramos de novia hay muchas y diferentes y la ficción así lo demuestra. Lo más importante es, como siempre decimos, que además de encajar con el vestido y el resto de elementos de una boda, vaya acorde a la personalidad de la protagonista y se sienta lo más cómoda posible llevándolo.
Los preparativos que implica una boda son muchos y, en ocasiones, puede resultar abrumador organizarla. Por suerte, a día de hoy, podemos contar con la figura del wedding planner y disfrutar del proceso sin agobios y con ilusión. Precisamente, una de las cosas que más ilusión hace a las novias elegir (además del vestido ideal obviamente) es el ramo de novia. Un elemento que, no solo definirá la personalidad de la protagonista, sino también otras cosas como la paleta cromática del enlace.