El segundo vestido de novia de Sophie Evekink: escote Bardot, bordados y capas de tul

El sonado desmayo de la novia en pleno rito nupcial no impidió que, tal y como estaba previsto, el príncipe Luis de Baviera y su prometida, Sophie Evekink, se dieran el 'sí, quiero' el pasado 20 de mayo en Múnich. Una ceremonia religiosa que tuvo lugar en la iglesia Theatiner por la mañana y a la que siguió un banquete de gala con fiesta. Una crónica que vivimos y te contamos desde Vanitatis.

Acompañados cada uno de su padrino y madrina, respectivamente, como es natural en estos casos, los novios llegaron a las inmediaciones del templo nerviosos y sonrientes. Luis de Baviera, junto a su madre, la princesa Beatriz, y la holandesa-canadiense Sophie Evekink, acompañada de su padre, Dorus Evekink. Al tiempo que se acercaba el encuentro de la pareja en el altar, uno de los grandes secretos de esta y de todas las bodas quedó expuesto al público: el vestido de la novia.

De estilo romántico y corte clásico, la novia lució un traje de Reem Acra. La diseñadora de origen libanés afincada en la Gran Manzana ideó para la princesa de Baviera un vestido de encaje con escote barco amplio, manga larga muy ceñida, cuerpo encorsetado, cintura ajustada y de ahí una falda voluminosa con cola.

A lo bonito del patrón, se suma la delicadeza del tejido. Así lo explica la firma nupcial en su perfil de las redes sociales: "Encaje intrincado adornado con hojas, enredaderas y una variedad de flores exquisitas. La belleza de la naturaleza florece dentro de su vestido. Equilibrando tradición y modernidad, esta obra maestra etérea celebra un amor extraordinario que trasciende el tiempo".

Para accesorizar su primer vestido, escogió un velo de Woná Concept, una marca ucraniana de moda nupcial y de fiesta, un bouquet con paniculata y hojas verdes, y una tiara floral de la Casa Real bávara. Lo dicho, estos son los detalles de su primer vestido de novia, pero no fue el único y siguiendo la tónica general que se rige en las bodas reales, Sophie Evekink lució otro vestido.

Una vez concluida la ceremonia religiosa y convertidos en marido y mujer ante los ojos de Dios, los recién casados y sus más de 1.000 invitados, entre los que estaba la prescriptora de moda española Inés de Cominges y su esposo, el empresario francés François du Chastel, acudieron a una recepción ofrecida por Francisco, duque de Baviera, en el impresionante palacio de Nymphenburg. Cabe señalar que, además de la novia, el resto de asistentes también dejaron atrás los looks que lucieron en la iglesia para enfundarse en estilismos de fiesta. Las mujeres de largo y los hombres de frac.

Nuestra atención se centra en el segundo traje nupcial que la holandesa-canadiense llevó para presidir el banquete y los festejos.

Manteniendo esa estética de novia romántica y femenina, Sophie Evekink escogió un diseño de escote Bardot (uno de los preferidos de las novias para sus enlaces), corpiño y falda corpulenta confeccionada a base de capas y capas de tul rematada con una pequeña cola.

Además de los bordados florales en 3D que salpican el cuerpo y parte de la falda, llama la atención el tono: un gris azulado muy claro. Renunciando al blanco para su segundo estilismo de novia y con cambio en los pendientes, la princesa de Baviera no se quitó la tiara. Las imágenes del feliz matrimonio fueron tomadas mientras la banda de música Trompes de Bavière ofrecía un recital a las puertas del palacio como homenaje musical a los recién casados.

La pareja anunció su compromiso en agosto de 2022, compartiendo unos conmovedores retratos para celebrar la ocasión. En ese momento, el príncipe Luitpold, el padre de Luis, declaró al diario alemán 'Bild': "Luis ha hecho una buena elección. Mi futura nuera es una mujer muy inteligente y educada. Espero que pronto formen una familia. Es muy gratificante que Luis vuelva a estar más tiempo en Baviera. Trabajó como cooperante en África durante casi 10 años".

Ambos agradecieron entonces el apoyo que la familia les había brindado con los preparativos, mientras Sophie destacaba que "el duque Francisco es extremadamente considerado y generoso. Nos está organizando una recepción en el palacio de Nymphenburg, lo cual nos alegra mucho".