Claudia Llagostera, la diseñadora de vestidos de novia bohemios más solicitada
Su taller ubicado en el barrio de Chamberí es un ir y venir de mujeres estilosas en busca de un traje nupcial único, desenfadado y cómodo. Ella cumple sus sueños a golpe de costura y buen hacer
De una manera u otra, a Claudia Llagostera le espera una carrera de éxito en la industria de la moda. Situémosla en el panorama actual. Pertenece a la fructífera generación de mujeres del colegio Mater Salvatoris de Madrid que mandan en el universo de las bodas. Se formó en el Instituto Europeo di Design y con lo aprendido en diseño fundó la marca Lentejita, hasta que un día un vestido de novia llamó a su puerta: "Una amiga me pidió que le hiciera su traje de novia. Yo trabajaba en Lentejita y a ella siempre le gustaba lo que hacíamos, así que mi equipo y yo decidimos hacérselo. Era un reto grande, pero salió genial. Muchísima gente me escribió al ver a mi primera novia en redes sociales y decidí meterme en el mundo nupcial".
Hablamos del año 2015, y casi una década después es una de las diseñadoras nupciales más solicitadas de la capital. Su taller ubicado en el barrio de Chamberí es un ir y venir de mujeres estilosas en busca de un traje nupcial único, bohemio, desenfadado y cómodo. Ella cumple sus sueños a golpe de costura y buen hacer.
"Mi filosofía de trabajo es contar historias a través de crear un vestido único para cada novia. Poder conectar con mis clientas y diseñar un traje acorde a su personalidad, su historia y su cuerpo", este es el secreto detrás del fenómeno que envuelve a Claudia Llagostera. Diferentes y reflejo de cada mujer, así lo concibe la madrileña, pero rasgos en común que apuntan a su autoría. "Lo que diferencia mis vestidos es esa naturalidad que reflejan los tejidos con los que trabajo. Mezclar texturas. Piezas únicas, llenas de detalles, pero que a la vez dejan disfrutar a la novia, creo que sin comodidad no podemos estar guapas ni brillar", confiesa.
Este y otros motivos han provocado un efecto secundario inesperado: sus looks de novia son virales. "Es increíble ver que miles de personas pueden conocer tu trabajo con solo un clic. Que una de tus novias triunfe y esté así de radiante, tanto para que otras chicas se sienta identificadas como para esas que quieran aspirar a ello, es muy bonito. Un porcentaje muy alto de mis clientas me conoce a través de las redes y eso es una realidad".
No cabe duda de que el universo digital ha jugado y juega un papel fundamental en su consolidación como marca nupcial preferida. Aun así, Llagostera se asoma a Instagram con cierto recelo: "Intento no ver novias en las redes sociales, creo que puede llegar a saturarte la creatividad. No puede ser bueno estar recibiendo todo el rato información sin descanso. A las clientas también les pasa, vienen con imágenes y a veces quieren que se parezca demasiado a algo que han visto, y eso es de lo que tenemos que huir los creativos. Nuestra misión es saber hacerles una propuesta fuera de lo que ya existe".
Es la elegida por mujeres anónimas -"cada vestido se lleva algo de nosotras con él, se hacen con mucho cariño y esfuerzo, y creo que es por eso que gustan las novias reales"- y por otras con influencia demostrada. Claudia Llagostera creará el vestido de novia de Bea Gimeno, la prometida de Nacho Aragón y futura nuera de Emilo Aragón. "Conozco a Bea desde hace muchos años y creo que somos muy parecidas en cuanto a estilo y forma de ver la vida en general, por eso sé que nos vamos a entender genial", relata la diseñadora.
Da igual el perfil, si es conocida o una mujer alejada del foco público, cuando aterrizan en el taller de Llagostera, ubicado en la calle Caracas 7, arranca un minucioso proceso de creación: "Primero tenemos una primera visita para conocernos. En esa cita no les probamos todavía nada. Solo me sirve para verlas y entender su gusto, así poder ponerme a diseñar y crearles unas propuestas en forma de bocetos. Una vez la novia me confirma, nos ponemos a trabajar en la toile para comprobar el estilo y los volúmenes antes de preparar el definitivo en su tejido final. Después ya probamos ese vestido y vamos puliendo los detalles y el total look".
Precisamente los materiales, los tejidos, son uno de los puntos fuertes en su atelier y el reclamo para que las novias terminen por elegirla. ¿Los preferidos de Claudia? "La gasa de seda y los encajes antiguos me vuelven loca. Están hechos a mano al 100% y siempre son piezas únicas e irrepetibles. Encima tienen historia y les das una doble vida".
Novias y novias con la etiqueta Claudia Llagostera que le confieren una visión concreta de lo que hoy en día buscan: "Un vestido único y exclusivo para ellas. Algo diferente que no encuentren en las tiendas comunes, pero también poder disfrutar de su día. Las bodas han cambiado mucho y creo que tienen distintos momentos dentro del evento. Por eso muchas buscan prendas transformables, colas desmontables o incluso dos vestidos". Unas peticiones que, a ojos de la creadora, van en consonancia con las tendencias de moda que mandarán en 2024: "Vestidos desmontables o transformables. Novias con capa. Mujeres atrevidas con vestidos más de fiesta, brillos y paillettes. También muchas novias huyendo de los encajes y buscando más vestidos modernos y minimalistas en tejidos lisos y sencillos".
En su porfolio, un vestido de novia destaca entre tantos como el más especial de su carrera: el suyo para su boda en Tarifa en 2022. "Hace poco me casé, creo que fue la creación más especial y con más contenido emocional, por supuesto. Diría que es mi vestido preferido".
Por soñar, a Llagostera le hubiera encantado diseñar los trajes nupciales de dos mujeres iconos de moda eternos. "Coco Chanel o Caroline de Maigret. Son unas diosas, no solo por su físico y elegancia, sino por su manera transgresora de pensar", confiesa.
Todas y cada una de las novias que desfilan camino al altar con uno de sus vestidos despiertan en ella el mismo sentimiento: "Los domingos me pongo muy contenta cuando recibo mensajes de mis novias diciéndome que han sido inmensamente felices bailando con una de mis creaciones. Verlas radiantes en su día, con sus caras de alegría y el resultado de un trabajo hecho con el corazón es muy gratificante".
De una manera u otra, a Claudia Llagostera le espera una carrera de éxito en la industria de la moda. Situémosla en el panorama actual. Pertenece a la fructífera generación de mujeres del colegio Mater Salvatoris de Madrid que mandan en el universo de las bodas. Se formó en el Instituto Europeo di Design y con lo aprendido en diseño fundó la marca Lentejita, hasta que un día un vestido de novia llamó a su puerta: "Una amiga me pidió que le hiciera su traje de novia. Yo trabajaba en Lentejita y a ella siempre le gustaba lo que hacíamos, así que mi equipo y yo decidimos hacérselo. Era un reto grande, pero salió genial. Muchísima gente me escribió al ver a mi primera novia en redes sociales y decidí meterme en el mundo nupcial".