Un vestido de novia de Navascués y unas sandalias muy originales: el look de Paula para su boda en Madrid
Paula y Álvaro se casaron el 8 de junio en Madrid. Primero, la ceremonia religiosa en la iglesia de Santa Bárbara, y después, la celebración en la Finca Los Cuadros
Natural de León, cuando Paula llegó a Madrid a cursar sus estudios, se enamoró de iglesia de Santa Bárbara. Ahí se casó con Álvaro el pasado 8 de junio. "En marzo de 2022, me mudé a Dubai por trabajo y una amiga de mi colegio mayor, con la que llevaba sin hablar ocho años, me escribió para decirme que un amigo de su novio, actual marido, vivía allí desde hacía un año, y que teníamos que conocernos. Ella le pasó mi número a Álvaro y no me escribió hasta que su amigo le insistió. Desde entonces estamos juntos", cuenta la novia.
La petición de mano llegó en la Navidad de 2023. "Fue en casa de mis padres en León, solo familia, ya que somos muchos y vivimos lejos, por lo que nos apetecía disfrutar de ese momento al máximo", explica Paula.
Aunque los dos siguen viviendo en Dubai, "Álvaro es banquero de inversión en una firma internacional en las oficinas de Dubai y yo llevo la estrategia de una compañía de moda y lujo", decidieron volver a España y en concreto, a Madrid, para celebrar su boda.
Lo dicho, se casaron en una de las iglesias más solicitadas de la capital. "Era y es mi iglesia favorita de Madrid", insiste Paula. Ubicada en pleno barrio de las Salesas y envuelta en un encanto especial gracias a su escalinata, allí se casan cada temporada parejas de la jet set y de la aristocracia, entre otros novios anónimos. "Después, lo celebramos en la Finca Los Cuadros, del grupo La Blonda. Sin duda, la mejor decisión, ya que el sitio es espectacular y la comida tremendamente abundante e insuperable".
Con la distancia, los novios confiaron en el equipo de weddings planner de Los Sueños de Julieta. "Nos imaginábamos una boda soleada y en realidad, llovió. Dicen que novia mojada, novia afortunada. Y me imagino que todas las novias se sienten así el día de su boda, pero yo me sentí la persona con más suerte del planeta. Lo cierto es que a penas se notó la lluvia, ya que tanto los profesionales de la finca como Silvia, de Los sueños de Julieta, lograron que no se notase nada. ¡Los invitados no sabían ni que había llovido!", confiesa.
Un enlace que resultó ser mejor de lo que los propios novios esperaban, "nos imaginábamos una boda más aburrida, pero fue la mejor noche de nuestras vidas, y la de nuestros amigos igual".
Pero antes de llegar a ese 8 de junio en Madrid, Paula tenía que encontrar a la persona adecuada para diseñar su vestido de novia y esa fue Cristina Martínez-Pardo Cobián, la directora creativa de Navascués. "Me lo pusieron muy fácil desde el minuto uno, ya que viviendo fuera, era muy complicado tener todas las pruebas que mis amigas habían tenido. Al tener taller propio, fue un acierto total".
La leonesa llamó a su taller con una única idea, "solo sabía que quería un vestido que me representase, simple pero con un toque elegante y diferente".
Paula iba sobre seguro: estaba confiando su look a la diseñadora que eligen las mujeres de la jet set. Desde Teresa Urquijo a Carmen Gómez-Acebo, la experiencia, el buen hacer y la tradición, son los tres avales que han vuelto a posicionar a Navascués como la preferida.
Como patrón base, la marca ideó para la novia un diseño con escote halter que, en la primera prueba, decidieron cambiar. "Mi vestido iba a ser distinto, con cuello halter, hasta que me probé el toile y no me vi con ese tipo de escote para mi boda", explica Paula. Sobre la marcha, el equipo de Navascués, con Ángeles a la cabeza en este modelo, decidió darle un giro. "Empezamos a crear y ver las distintas opciones que podíamos hacer".
Confeccionado con dos tejidos en blanco impoluto, uno estructurado tipo tweed para el escote, y otro liso y ligero para la falda, esa fusión de materiales llegó por petición de la novia. "En cuanto vi la base del vestido, supe que tenía que añadir un tejido diferente que me representase, y encontré esa tela tan especial en tweed blanco en el taller de Navascués. Al final, el vestido que vi, fue exactamente lo que quería", argumenta.
Dotado de un sugerente y elegante escote Bardot, el cuerpo presentaba un cruce, y de ahí, una falda recta con abertura trasera. Del atelier de Navascués salió el voluminoso velo de tul que brotaba de su semirecogido.
Como anécdota, al llegar a la iglesia, Paula cuenta que "estaba realmente muy nerviosa, pánico escénico, sobre todo. Tanto que salí del coche sin velo. Y de repente, vino una ráfaga de viento fuerte y me tiró del velo en mitad de las escaleras de la iglesia de Santa Bárbara. ¡Ahí recordé que quería entrar velada! Le pedí a mi hermana que me ayudase. Fue un momento muy tenso".
El resto de complementos de su look sumaron más personalidad. "Fue Elena Suárez la que creó mi ramo maravilloso. Yo quería que fuera de hortensias, ya que mi abuela se llamaba así. Sin embargo, me dijeron que las hortensias blancas en esta época del año podían llegar mustias a la iglesia, por lo que intentaron meter hortensias verdes y peonías blancas. Cuando vi el ramo, junto con hojas de eucalipto, supe que había elegido a las mejores".
"En cuanto a joyas, los pendientes y el collar eran de mi madre y también llevaba el anillo de pedida y una pulsera de diamantes que me regaló Álvaro. Para la fiesta, me cambié el collar y me puse un choker de Kenneth Jay Lane".
El accesorio más original apuntaba a sus pies. "Mis zapatos fueron un poco disruptivos para ser de novia. Todas mis amigas, mi hermana y mi madre me dijeron '¿estás segura?' Quería unos zapatos que me pudiera poner con unos vaqueros para salir a cenar un viernes por la noche. Y por eso elegí unas sandalias de Manolo Blahnik, un acierto total. El día de la boda, todo el mundo en la boda me dijo que eran brutales. Para la fiesta y como segundo calzado, me puse unas alpargatas de Castañer muy cómodas".
El día del enlace, Paula se arregló en el céntrico hotel Urso junto a sus padres y su hermana. "Recuerdo a mi padre entrando en el hotel donde me cambié, el Urso de Madrid, emocionado". Del maquillaje y el peinado se encargó Conchi de To be Aguilar Delgado. "Fue un peinado espectacular", un semirecogido con trenza de espiga decorado con tres broches joya en forma de estrella. Una vez que estaba lista, salió en coche junto a su padrino, "mi padre y yo fuimos a la ceremonia religiosa en un Rolls-Royce antiguo".
A pesar del percance con el velo, la novia disfrutó de su encuentro con Álvaro en el altar. "Mientras caminaba por el pasillo, iba muy nerviosa, hasta que llegué al altar y vi a Álvaro emocionado. Ahí me relajé completamente y a partir de ese momento, no pude ser más feliz".
"Todo pasa tan rápido que no recuerdas ni a quién has saludado. Pero lo que recuerdo es sobre todo esa sensación de felicidad plena. Veía a Álvaro y era todo tan increíble que no me lo creía. La verdad que todo fue tan bonito que no podría cambiar nada absolutamente", recuerda.
Ya en la Finca Los Cuadros, con catering del grupo La Blonda, comenzaron los festejos con Paula y Álvaro como marido y mujer, y la música como invitada. "Para el cóctel, contamos con la actuación de Antonio Montesdeoca. El grupo de música que abrió la barra libre fue Sobrino consentido, amigos nuestros. ¡Todo el mundo alucinando porque parecen profesionales! Y Álvaro, como no podía ser de otra forma, se animó a cantar con ellos. Luego ya vino Felipe Gilca y fue increíble, mayores y no tan mayores, dándolo todo hasta la 1 de la mañana, desde las 11:30 am que había sido la misa y no se querían ir. Repetiría todos los sábados", dice entre risas.
Para abrir el baile, los recién casados escogieron 'Wonderful Tonight' de Eric Clapton, "es mi compositor favorito y el de mi padre y abuelo".
Unas semanas después de su boda, Paula tiene claro cuál es el consejo que daría a las futuras novias, "tómatelo todo menos en serio. Yo me estresé mucho con los preparativos, no los disfruté. Pero en ese día es que ni te das cuenta y si lo haces, te da absolutamente igual. Lo único que importa es que estéis y seáis felices", concluye.
Natural de León, cuando Paula llegó a Madrid a cursar sus estudios, se enamoró de iglesia de Santa Bárbara. Ahí se casó con Álvaro el pasado 8 de junio. "En marzo de 2022, me mudé a Dubai por trabajo y una amiga de mi colegio mayor, con la que llevaba sin hablar ocho años, me escribió para decirme que un amigo de su novio, actual marido, vivía allí desde hacía un año, y que teníamos que conocernos. Ella le pasó mi número a Álvaro y no me escribió hasta que su amigo le insistió. Desde entonces estamos juntos", cuenta la novia.
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