Sibi Montes nos abre en primicia el álbum de su boda: "Sentía que estaba donde tenía que estar y con ganas de vivir lo que nos esperaba juntos"

La psicóloga Sibi Montes y el auditor Mateo Ibáñez están de celebración: hoy es su primer aniversario de boda. Fue el 21 de junio de 2024 cuando la hermana de Lourdes Montes y su prometido contrajeron matrimonio en una bonita boda de verano. Con El Puerto de Santa María (Cádiz) como epicentro de los festejos, su enlace, como manda la tradición, se dividió en dos actos. Primero, ceremonia religiosa en la parroquia de San Francisco y después, celebración en el Club El Buzo ubicado dentro del Real Club de Golf Vista Hermosa.

Cuando se cumple su primer año como casados y a punto de convertirse en padres primerizos, Sibi Montes nos abre en primicia el álbum de su boda y entre recuerdos imborrables, narra para Vanitatis como vivió el gran día.

"Tengo recuerdos maravillosos. Este año se me ha pasado volando, parece que fue ayer cuando lo vivimos. Lo disfrutamos muchísimo y todo fue según la idea que deseábamos", comienza el relato de psicóloga.

El enlace de Sibi y Mateo transcurrió al caer la tarde. A pesar de que la pareja no tuvo mucho tiempo para organizar el que, hasta el momento, ha sido el día más importante de sus vidas, "Mateo me pidió matrimonio 6 meses antes de la boda", salió como habían imaginado. "Él ya tenía la fecha y el lugar reservado porque tenía clarísimo que quería que fuera en El Club El Buzo y a mí también me encantaba la idea, así que fue tiempo suficiente para organizar todo lo demás".

Medio año después de esa petición de mano y el 21 de junio de 2024 había llegado. "Los días previos a la boda estuve junto con mi madre y mis hermanos en nuestra casa del Puerto de Santa María, una casa a la que tenemos especial cariño".

Al igual que esos días previos, Sibi Montes estuvo acompañada de sus íntimos para vivir junto a ellos los preparativos. Colgado en el armario nupcial, le esperaba un vestido de Antonio García. "La creación de mi vestido de novia fue muy fácil. Aunque tenía una idea sencilla y romántica por ser una boda en la playa, a partir de ahí me dejé llevar por Antonio y Fernando García. Todo estaba inspirado en sus colecciones y fue fluyendo de forma natural", explica la psicóloga.

Como hemos apuntado, el vestido de novia de Sibi recayó en las manos de Antonio García, la marca fundada por los hermanos Antonio y Fernando, a cargo asimismo del traje de invitada de su hermana Lourdes.

El estudio de Antonio García diseñó para la sevillana un modelo con el cuello redondo cerrado a la caja, mangas capa amplias, detalle de fruncidos en el cuerpo rematados con un nudo en el eje central y falda ligera con el bajo ondulado. Gasa de seda y tul para los materiales. ¿El resultado? Una novia romántica y fluida perfecta para un enlace de verano cerca de la playa.

Con el traje armado, la hermana de la diseñadora de MiAbril, fue escogiendo poco a poco los accesorios. "La verdad es que no le di demasiadas vueltas a ninguno de ellos, sino que iba eligiendo con seguridad cada cosa y me gustaba mucho como iba quedando todo el conjunto". En cuanto a las joyas, destacaron dos piezas, la tiara y el anillo de pedida. "La tiara estaba montada con una pulsera de mi abuela paterna que también llevó mi hermana y es preciosa. Y mi anillo de pedida, para mí, espectacular, era de esmeraldas y diamantes, como también fue el de mi madre", apunta.

En el ramo, un guiño al que se convertiría en su marido. "Fue muy especial porque Mateo me mandó a casa un ramo ideal de hortensias blancas y sobre la marcha lo uní a las flores que me había preparado Mati Romero. Me encantó el resultado y poder llevarlas también conmigo".

Cuando estaba lista y preparada, puso rumbo a la ceremonia religiosa para encontrarse con Mateo Ibáñez. "En ese momento sentí muchísima ilusión a la vez que calma y conciencia. Sentía que estaba donde tenía que estar y con muchas ganas de vivir lo que nos venía por delante juntos", detalla. Del brazo de su hermano Curro, que ejerció de padrino de la boda, la novia llegó al altar. "Fue muy bonito, emocionante y especial. Yo soy un poco tímida, así que aunque recuerdo perfectamente la cara y la mirada de Mateo, no podía mirarlo directamente, cosa que luego me recalcó. Al verme, me dijo, 'qué guapa estás'".

Sobre la ceremonia, Sibi rememora que "fue como esperábamos, familiar, íntima y muy nuestra. Cantaron mis primos, leyeron nuestros amigos… Me quedo con la entrada en la iglesia, la salida juntos y nuestras miradas entre medias, que esas sí eran directas y profundas".

Fuera de la iglesia y rumbo a la celebración para festejar su amor junto a sus familiares y amigos, "solo recuerdo montarnos en el coche felices y aliviados porque la parte más importante había salido muy bien".

Sibi Montes y Mateo Ibáñez invitaron a las personas que de verdad son cruciales en sus vidas. "Fue una boda de unas 280 personas, no queríamos demasiada gente, por lo que pudimos disfrutar con todos".

En la celebración se dejaron llevar. "No hicimos ningún momento típico, ni en la entrada de la cena, ya que era todo en el mismo jardín. Lo mismo al dar el ramo, que se lo di a mi prima Rocío Soto cuando terminó de cantarnos una canción durante el aperitivo".

Para abrir el baile, escogieron 'Can’t help falling in love' de Elvis Presley. "En este caso, sí que teníamos pensada y elegida la canción, nos imaginábamos ese momento con ella. Fue cantada en directo durante la puesta de sol con el mar de fondo, una estampa preciosa que veíamos desde el jardín donde fue el aperitivo. Fue uno de los momentos más bonitos y especiales".

Un año después, Sibi Montes y Mateo Ibáñez están solo a unos meses de ampliar su familia y convertirse en padres: su primer hijo llegará a sus vidas en poco tiempo. Una espera que viven con ilusión y revisando el álbum de boda de aquel 21 de junio de 2024 en el que se dijeron un 'sí, quiero' para siempre.