Combate la flacidez y tonifica tus brazos con este ejercicio que puedes hacer en casa, sin equipo y en poco tiempo

A cierta edad muchas personas empiezan a tener flacidez en distintas partes de su cuerpo. Es completamente natural, pero algunas de ellas lo consideran antiestético y quieren reducir al máximo ese cuelgue de la piel. Una de las zonas más afectadas son los brazos, donde es normal perder músculo con el tiempo y que aparezca esta característica de la piel, que ya no puede estirarse tanto como antes ni adaptarse a la nueva forma de los brazos. Pero aún se puede solucionar. Hay ejercicios que pueden ayudar a reducir la flacidez desde casa y sin necesidad de tener material deportivo.

El cuelgue de la piel es el resultado de una combinación de distintos factores, como pueden ser el envejecimiento natural, la falta de ejercicio y la consecuente pérdida muscular y la exposición al sol, que hace que la piel madure mucho más rápido. Otro síntoma que puede provocar flacidez es la pérdida de peso muy repentina, en la que al cuerpo no le da tiempo a adaptarse a la nueva forma de los brazos. Sin embargo, para muestra de que se puede combatir la flacidez, un botón: la reina Letizia, a sus 51 años, es conocida por tener unos brazos fuertes y muy tonificados.

Para evitar ese cuelgue de la piel, los expertos recomiendan hacer ejercicios de fuerza. Tienen que estar localizados en la zona que se quiere tonificar, y se deben combinar con ejercicio cardiovascular y de flexibilidad. Pero no todo radica en el deporte. Es muy importante descansar adecuadamente para que el cuerpo pueda generar ese músculo que va a hacer que la piel en los brazos se vea más tirante y beber mucha agua.

Para tonificar la cara interna de los brazos no hay mejor ejercicio que las flexiones. Esta práctica, que consiste en levantar el peso de tu propio cuerpo con los brazos y las puntas de los pies, mantiene rígidos muchos músculos, pero el esfuerzo más grande se lo llevan los de los brazos, los del pecho y los de la espalda. Las flexiones muestran resultados inmediatos y muy evidentes.

Rápido y eficaz

Es un ejercicio que puede ser muy duro para los principiantes, pero se puede adaptar a las condiciones físicas de cada uno de manera muy fácil. Se puede comenzar en vez de apoyando los brazos en el suelo, hacerlo sobre una pared y empujar tu propio cuerpo hacia afuera. Poco a poco, según se vayan fortaleciendo los músculos, el truco es aumentar la inclinación, por ejemplo, apoyarse en un sofá o en una silla apoyada en la pared para que no se caiga.

Una vez en el suelo, se puede suavizar el ejercicio apoyando las rodillas en el suelo en vez de las punteras de los pies, aunque se recomienda usar una superficie blanda para no hacerse daño en las articulaciones. Cada vez se irá notando una mayor fuerza en los músculos de la parte superior del cuerpo y será más fácil realizar una flexión completa.

Una vez que se consiga, es importante que los codos apunten hacia atrás, sin sobrepasar la línea de los hombros, para que no haya lesiones. Las repeticiones de este ejercicio dependerán del nivel y la fuerza de cada uno, pero es de vital importancia dejarse asesorar por un entrenador profesional antes de comenzar a hacer cualquier ejercicio de este tipo, ya que esta práctica puede acabar en lesiones si no se realiza adecuadamente.