¿Cómo afecta el calor a nuestras relaciones sexuales?
La sudoración excesiva a causa del calor, el estrés que este nos produce y las pocas ganas de realizar actividad física alguna, pueden desembocar en una falta de apetito sexual
El verano con sus altas temperaturas y las olas de calor que trae consigo pueden tener un gran impacto en nuestra vida diaria y esto incluye nuestras relaciones sexuales. El calor extremo afecta tanto al deseo como el rendimiento sexual, dando lugar a que nos apetezca menos mantener encuentros íntimos con nuestra pareja.
El calor puede producirnos fatiga hasta llegar al punto de agotar nuestra energía, haciendo que nos sintamos más cansados de lo habitual. Este cansancio influye de forma directa en nuestro estado de ánimo disminuyendo el deseo sexual. Nuestro cuerpo prioriza la conservación de energía para mantenerse fresco y la sudoración excesiva puede hacer que la actividad sexual sea menos cómoda y atractiva.
Además, emocionalmente, el calor también puede afectar a nuestro estado de ánimo, aumentando nuestros niveles de estrés y volviéndonos más irascibles e irritables. Otro factor es el de la falta de descanso por las noches, y es que, al tener noches excesivamente calurosas, no siempre podemos descansar bien ni tener un sueño reparador, contribuyendo así a esa sensación de agotamiento.
Todos estos factores que nos provocan malestar repercuten en nuestra predisposición para el sexo, ya que un estado de ánimo óptimo es esencial para disfrutar plenamente del sexo. Si nos dejamos llevar por la apatía y nos rendimos al calor del verano, tendremos dificultades para poder conectar a nivel sexual con nuestra pareja.
El verano, a su vez, nos ofrece la oportunidad de ser creativos y explorar nuevas formas de conexión con nuestra pareja. Un paseo por la playa al atardecer o un baño nocturno pueden convertirse en momentos íntimos y románticos que nos alejen de la rutina y del calor del hogar.
Pero, sobre todo,es un factor determinante la comunicación con nuestra pareja, ya que hablar sobre cómo nos afecta el calor y buscar juntos soluciones para encontrar esos momentos propicios para la intimidad, puede fortalecer la relación y fomentar una mayor comprensión. La adaptación a las condiciones climáticas, disfrutar del tiempo libre y hacer uso de aparatos de refrigeración, en el caso de no poder disfrutar de planes al aire libre, pueden hacer del verano una temporada no tan mala para las relaciones sexuales.
El verano con sus altas temperaturas y las olas de calor que trae consigo pueden tener un gran impacto en nuestra vida diaria y esto incluye nuestras relaciones sexuales. El calor extremo afecta tanto al deseo como el rendimiento sexual, dando lugar a que nos apetezca menos mantener encuentros íntimos con nuestra pareja.