Las preocupaciones por la salud mental encabezan la lista de temores de los padres

La salud mental de los hijos se ha convertido en una de las preocupaciones predominantes entre los padres, este tema ha superado a otras inquietudes más tradicionales como la del rendimiento académico y el bienestar físico, y es que no es para menos, ya que los problemas de salud mental entre los adolescentes se han disparado en los últimos años en nuestra sociedad.

Según un reciente estudio de 'Pew Research Center', tras el miedo a que sus hijos sufran ansiedad o depresión en el futuro, la segunda preocupación de los padres es la de que sus hijos puedan sufrir algún tipo de acoso. Este centro de investigaciones sostiene también que son las madres quienes más preocupación sienten acerca de la salud mental de sus hijos.

El 'bullying' es otro de los problemas que más inquietan y preocupan a los progenitores junto a la independencia económica y la satisfacción laboral futura de sus hijos. Sobre aquellos aspectos que hacen referencia a las creencias relilgiosas o políticas, según el estudio, este tema se considera menos importante que los citados anteriormente, reflejándose así el cambio en las dinámicas familiares y en la modernización de la educación.

El estudio de 'Pew Research Center', también apunta a que las familias con menor nivel adquisitivo sienten mayor preocupación ante el temor de que sus hijos puedan desarrollar una enfermedad relacionada con la salud mental, mientras que en las familias consideradas de clase media el temor es menor y en las de clase alta, este miedo no ocupa uno de los principales lugares en la lista de preocupación de los padres.

Pero la preocupación por la salud mental no solo afecta a los progenitores y tutores, los profesionales de la salud también alzan la voz de alarma contra este problema. Denominado como 'pandemia silenciosa', los altos niveles de exigencia laboral, las metas no alcanzadas pese al esfuerzo invertido, no tener tiempo de calidad para disfrutar con la familia y los amigos y la imposibilidad de conciliar debido a los horarios laborales, hacen que los problemas relacionados con el estrés, la ansiedad y la depresión se hayan acrecentado en todo el mundo.

Atajar las carencias de los sistemas públicos de sanidad, dotar a este de más profesionales y reducir las listas de espera para recibir atención psicológica o psiquiátrica, deben de ser una de las preocupaciones principales de los gobiernos para evitar que el número de bajas laborales por este problema siga aumentando y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por este tipo de problemas.