La frase de solo dos palabras que usan las personas más inteligentes para tener éxito, según la ciencia

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A lo largo de los últimos años se ha ido poniendo el foco en la importancia de eliminar los tabúes que rodean a la psicología. Una herramienta muy poderosa para cuidar la salud mental y para saber gestionar mejor diferentes aspectos de la vida cotidiana. Así, más allá de su labor terapéutica, también es muy útil para conocer los mandamientos de una relación de pareja sana o cómo luchar contra el estrés por el dinero en Navidad.

Una aliada a la que sumar muchos puntos más, como el poder de la psicología para saber cómo ser una persona más exitosa. Así, a través de diferentes estudios de las ciencias sociales se ha determinado que hay una frase, con solo dos palabras, que marca la diferencia en los triunfadores.

Más allá de la profundidad del término éxito, que puede estar vinculado a numerosas situaciones, el psicólogo Scott Shigeoka analiza la frase que más dicen las personas con éxito, en su ensayo 'Busca: Cómo la curiosidad puede transformar tu vida y cambiar el mundo'. Una investigación sobre la que también habló en un la CNBC, donde aseguró que los más triunfadores no tienen miedo de decir: "Me equivoqué".

Así, aunque para muchos esta expresión pueda representar vulnerabilidad, la ciencia revela que admitir errores es una herramienta poderosa para el aprendizaje, la conexión humana y el progreso. De hecho, aunque decir "me equivoqué" esté asociado a un error, una falta de competencia o de su valor personal; Shigeoka explica que esta percepción es equivocada.

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Alexandra Benito

Su estudio revela que las personas más brillantes y emocionalmente inteligentes no solo reconocen sus errores, sino que han integrado esta práctica en su vida diaria. Por ello, esta frase va más allá de la simple disculpa, es un acto de honestidad y responsabilidad que puede transformar relaciones y entornos laborales. Además, usarla con sinceridad genera confianza, muestra madurez y elimina barreras en la comunicación.

A ello se suma que, cuando una persona acepta que se ha equivocado, se abre una oportunidad para indagar en lo que salió mal y encontrar nuevas soluciones. Lo que se traduce en mayores progresos tanto a nivel personal como profesional a largo plazo. Al enfrentar un error con una actitud de apertura en lugar de defensiva, genera un espacio para el crecimiento, convirtiendo las equivocaciones en una herramienta para mejorar habilidades y conocimientos.

Unas conclusiones sobre el valor de estas dos palabras que se suman a otros estudios, como el de Adam K. Fetterman, Shelby Curtis, Jessica Carre y Kai Sassenberg, publicado en la revista científica 'Nature'. Los seres humanos estamos predispuestos a perdonar, incluso a desconocidos. Por eso, subrayan la importancia de reconocer errores como una forma de fortalecer vínculos y generar empatía.

Así, las personas que son capaces de aceptar sus fallos son percibidas como más auténticas y agradables, características fundamentales en el entorno social y laboral. Más aún en un mundo donde el perfeccionismo y la competencia puede ser abrumador, especialmente con las tendencias de las redes sociales. De ahí que, aunque sorprenda, decir "me equivoqué" no solo nos hace más humanos, sino también más exitosos.