Cómo reinventarte a nivel profesional o personal después de los 40 años

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Si has cumplido los 40 años, o te estás acercando a ese momento, puede que sientas la necesidad de hacer un pequeño balance de lo que ha pasado hasta ahora. No se trata de una crisis, sino simplemente de ver si lo que antes encajaba ahora lo sigue haciendo. Es por ello que es normal que surjan preguntas como: "¿Es demasiado tarde para cambiar?".

Aunque puedas sentir que ya no es tiempo de darle una vuelta a tu vida, ¡nada más lejos de la realidad! Cualquier momento es bueno para redescubrirse, tanto en lo personal como en lo profesional, y dar un giro hacia una vida más alineada con los valores y pasiones de cada una.

Tendemos, erróneamente, a asociar el termino "reinventarse" con tener que empezar de cero, nada más lejos de la realidad. No se trata de empezar una nueva vida y dejarlo todo atrás, sino aprovechar todos los conocimientos que hemos ido adquiriendo para utilizarnos en este nuevo rumbo.

En el ámbito profesional, cada habilidad que has desarrollado, desde la comunicación hasta la gestión de equipos, es un recurso valioso. Un ejemplo de ello es Nuria Martínez, especializada en finanzas, que decidió lanzarse al mundo del emprendimiento a los 40. Tal como ella señala "no empiezas de cero, todo el bagaje profesional que has adquirido y todas las competencias que tienes se vienen contigo".

Y esto se puede llevar también al terreno personal. Todo lo que has vivido es un aprendizaje que te ayudará a encauzar tu vida hacia el objetivo que quieras lograr. A los 40, muchas mujeres reevaluan sus relaciones, sus prioridades y, en definitica, lo que les hace realmente felices. La mejor pregunta que podemos hacernos es: "¿Qué queremos en nuestra vida?".

Este es el punto de partida perfecto para empezar un camino de autoconocimiento, que nos puede ayudar a encontrar valores y pasiones que pueden lograr la transformación que tanto estamos buscando. Eso sí, no hay que ponerse tiempos, muchas veces la respuesta no es inmediata.

También es una etapa ideal para comenzar a cuidarnos, si es que no lo hacemos ya. Esto puede significar empezar una nueva rutina de bienestar, como hacer yoga, meditar o simplemente dedicar más tiempo a actividades que nos conecten con nosotras mismas, como leer, pintar o caminar al aire libre. Y puede ser un buen momento para reflexionar sobre cómo podemos mejorar las relaciones con familiares, amigos y, lo más importante, con nosotras mismas.

La incertidumbre puede dar miedo, pero entender que el cambio es parte del proceso lo hace más llevadero. Planificar bien los pasos, desde un enfoque financiero hasta emocional, permite que la transición sea más fluida. Esto incluye aprender a gestionar tus emociones y rodearte de personas que te apoyen.

A los 40, reinventarse no es una locura, es una oportunidad. Es el momento de confiar en tu experiencia, en tus deseos y, sobre todo, en ti misma. Porque, como bien dicen, nunca es tarde para ser quien quieres ser. Y recuerda que siempre es una buena opción buscar ayuda en profesionales que puedan guiarte e informarte de manera veraz para que puedas lograr tus objetivos.