El 'grounding' o caminar descalzos sobre tierra, césped o arena puede reducir la inflamación y mejorar el sueño según un estudio del Journal of Environmental and Public Health

El grounding, también conocido como earthing, es la práctica de caminar descalzo sobre superficies naturales como tierra, césped o arena. Aunque durante años se ha asociado a filosofías alternativas o estilos de vida holísticos, hoy cuenta con respaldo científico. Estudios publicados en el Journal of Environmental and Public Health revelan que esta sencilla práctica puede reducir la inflamación, mejorar el sueño y contribuir al bienestar general al restaurar el equilibrio eléctrico natural del cuerpo.

“El grounding no es solo un concepto hippie; es una herramienta que, desde la medicina integrativa, aprovechamos por su capacidad para potenciar la salud desde lo más básico”, explica el Dr. Armando Romero, especialista en medicina integrativa. Al conectar el cuerpo directamente con la superficie de la Tierra, se facilita un intercambio de electrones que puede ayudar a neutralizar radicales libres, modulando así procesos inflamatorios y mejorando la calidad del descanso.

Según Romero, el cuerpo humano funciona como un sistema eléctrico sensible que puede acumular cargas por factores externos como el estrés o el uso constante de calzado aislante. Caminar descalzo permite una descarga natural de estas tensiones acumuladas, lo que favorece funciones esenciales como el sueño reparador.

Más allá del sueño y la inflamación, investigaciones complementarias también apuntan a que el grounding puede aliviar el dolor, mejorar la circulación sanguínea y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.

El especialista recomienda comenzar con sesiones breves: “Basta con caminar descalzo durante 10 minutos al día”. Para la medicina integrativa, prácticas como esta reafirman la importancia de la conexión con el entorno natural como un pilar de salud.