Sofía Giaquinta, nutricionista, es tajante sobre el hambre emocional: "Tanto tiempo haciendo dietas y recibiendo mensajes completamente locos"
La experta en dietética ha querido ser clara en sus redes sociales, dando su valoración profesional sobre uno de los temas más buscados en España
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No sería extraño que en las últimas semanas te hayas encontrado con diferentes publicaciones en las redes sociales donde hablan del concepto 'hambre emocional'. Un término que está siendo viral, donde se achaca que no comes por tener hambre, sino por algún tipo de sentimiento.
Una fama que ha querido analiza la nutricionista colegiada Sofía Giaquinta, de la que ya analizamos su visión de los ¿alimentos buenos o malos? o las frases que deberían estar prohibidas al hablar de alimentación. Así, la experta ha alertado de manera tajante de los problemas que nacen de este tipo de valoraciones, especialmente de personas no profesionales.
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"Dejad de hablar de hambre emocional por favor que es poner etiquetas otra vez a algo que no las necesita, gracias", comienza revelando en su perfil de Instagram. Un post donde es tajante sobre la realidad de ese término, que puede traer consigo muchos riesgos. "La sensación de hambre es fisiológica, está mediada por hormonas, por la grelina, concretamente", comienza en su vídeo, haciendo referencia a la hormona que segrega el estómago.
"Así que si tienes hambre, come. No te bebas un vaso de agua o un té o un chicle, come. Si ves que ese momento concreto está siendo atravesado por alguna emoción, date cuenta de que a lo largo de todo tu puñetero día también te atraviesan emociones. Lo que estás haciendo al entrar en 'estoy comiendo por ansiedad', es no pensar en toda la ansiedad que tienes el resto del día y, una vez más, demonizar la comida", revela.
"Todo acaba en lo mismo, miedo a engordar"
"Si hacemos una distinción entre un hambre más real y un hambre emocional, ya estamos haciendo una separación dicotómica de buenos y de malos. Si siento ese supuesto hambre emocional, me siento fatal, porque además está muy relacionado con claro, como esa hambre emocional. Estoy comiendo más de lo que debería o estoy comiendo algo que no necesito y al final todo acaba en lo mismo, miedo a engordar", añade en su vídeo.
"Si cenar de una pizza te arregla un mal día, bienvenida sea y al día siguiente sigues con tu vida. Nos estamos empujando a sobre pensar las cosas de una manera que es normal que las consultas de las psicólogas estén llenas. Comer es una cosa mucho más sencilla de la que nos quieren hacer ver. No hay que hacer cálculos matemáticos ni selección de alimentos", explica también en este post de Instagram.
"Guíate por tu intuición que te va a ir mejor y si necesitas ayuda para reconectar con tu intuición o con tu autorregulación, búscala. Es normal que, después de tanto tiempo haciendo dietas y recibiendo tantos mensajes completamente locos, necesites que un profesional de día", zanja de manera tajante. Una materia complicada, donde la psicología y la nutrición se unen.
A nivel generalizado, la mayoría de expertos valoran que el hambre emocional, como idea, es reduccionista. Por ello, destacan que al centrarse únicamente en las emociones como causa del comer, se corre el riesgo de invisibilizar causas más estructurales del comportamiento alimentario. Factores como el estrés laboral, la inseguridad económica o la falta de acceso a alimentos saludables también influyen profundamente, pero quedan fuera del foco cuando se insiste en que todo es un asunto de autorregulación emocional.
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No sería extraño que en las últimas semanas te hayas encontrado con diferentes publicaciones en las redes sociales donde hablan del concepto 'hambre emocional'. Un término que está siendo viral, donde se achaca que no comes por tener hambre, sino por algún tipo de sentimiento.