Marián Rubio, asesora de imagen: "¿Por qué con algunas prendas se te pone cara de pan? Es por el tipo de escote, con este tip acertarás siempre"

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La elección del escote puede parecer un detalle menor, pero según la asesora de imagen Marián Rubio, tiene un impacto directo en cómo se percibe nuestro rostro. "¿Por qué con algunas prendas se te pone cara de pan?", lanza con humor, para luego explicar que muchas veces no es el corte de pelo, ni el maquillaje, ni siquiera la ropa entera, sino el tipo de escote lo que puede hacer que tu cara luzca más redonda o más estilizada.

Rubio señala que los escotes redondos tienden a enfatizar la forma circular del rostro, acentuando elementos como la papada, los mofletes o la mandíbula. Esto puede dar una apariencia más ancha o menos definida del rostro, algo que muchas personas buscan evitar. Por el contrario, el escote en pico actúa visualmente como una flecha descendente que alarga el cuello, afina las facciones y estiliza la cara.

Este sencillo truco, asegura la experta, puede marcar la diferencia a la hora de elegir una camiseta, un vestido o una blusa. “No se trata de ocultarse, sino de entender qué nos favorece y qué no, para resaltar lo que más nos gusta de nosotros mismos”, añade Rubio. Su recomendación es probar distintos escotes frente al espejo y comparar: “A veces no necesitamos una prenda nueva, solo llevar de otra manera lo que ya tenemos”.

Además del escote en pico, otros tipos de escote también pueden influir en cómo se percibe el rostro. Por ejemplo, los escotes asimétricos o halter pueden desviar la atención hacia los hombros y el cuello, generando una silueta más estilizada.

En cambio, los escotes cuadrados pueden resultar especialmente favorecedores en rostros alargados, ya que aportan equilibrio visual. Elegir el tipo de escote adecuado puede ayudar a compensar proporciones y a destacar o suavizar determinados rasgos del rostro.

Más allá del aspecto estético, acertar con el escote también puede influir en cómo se siente una persona al vestir. Cuando una prenda favorece y armoniza con la forma del rostro y del cuerpo, se incrementa la sensación de comodidad y seguridad. Son detalles que, aunque sutiles, pueden marcar una diferencia significativa en la percepción de la imagen personal y en la confianza con la que se afronta el día a día.