Adiós a las vacaciones perfectas: así es la nueva forma de disfrutarlas sin estrés, según los expertos
Entre las expectativas que nos imponemos y la imagen idílica que vemos en redes, el descanso puede volverse una carrera agotadora. Romper ese guion es clave
Las vacaciones no tienen que disfrutarse con estrés. (Pexels / Agung Pandit Wiguna)
La idea de unas vacaciones perfectas, sin roces ni imprevistos, está tan extendida como alejada de la realidad. Las redes sociales, los planes idealizados durante meses y el cansancio acumulado a lo largo del año generan una presión añadida justo en el momento en que se supone que debemos relajarnos. El resultado: frustración, sensación de no estar aprovechando el tiempo y, en ocasiones, discusiones innecesarias.
La psiquiatra y divulgadora Marian Rojas Estapé recuerda que, igual que la vida cotidiana, el descanso también tiene matices. Es normal que surjan contratiempos, cambios de planes o incluso ratos de aburrimiento, y asumirlo desde el principio ayuda a reducir la tensión. Para ella, disfrutar de verdad pasa por ajustar expectativas y adoptar una actitud más flexible.
Uno de sus consejos clave es validar lo que sientes. No siempre se empieza un viaje con energía y entusiasmo. A veces el cuerpo y la mente necesitan tiempo para desconectar y recuperarse, y eso implica aceptar que no tenemos que estar radiantes en todo momento.
También insiste en la importancia de evitar las comparaciones. En redes sociales solo vemos fragmentos seleccionados de la vida de los demás, y medir nuestras experiencias frente a esas imágenes filtradas solo alimenta la sensación de que nos estamos perdiendo algo.
Debemos ser más flexibles con nosotros mismos. (Freepik)
Por último, propone redefinir qué significa descansar para cada persona. Para algunos será recorrer ciudades y descubrir paisajes nuevos; para otros, quedarse en casa, leer o simplemente caminar sin prisa. Lo esencial es escuchar las propias necesidades y diseñar un descanso a medida, sin seguir un patrón impuesto.
En un momento en el que parece obligatorio vivir unas vacaciones de postal, los expertos recuerdan que el objetivo no es cumplir un guion perfecto, sino regresar con la sensación de haber aprovechado el tiempo a nuestra manera. Y eso, paradójicamente, es lo que las convierte en verdaderamente inolvidables.
La idea de unas vacaciones perfectas, sin roces ni imprevistos, está tan extendida como alejada de la realidad. Las redes sociales, los planes idealizados durante meses y el cansancio acumulado a lo largo del año generan una presión añadida justo en el momento en que se supone que debemos relajarnos. El resultado: frustración, sensación de no estar aprovechando el tiempo y, en ocasiones, discusiones innecesarias.