Silvia Severino, psicóloga: "Cómo no tomarte nada personal en menos de 60 segundos"

• Silvia Severino, psicóloga: "No hace falta hablar todos los días, los amigos de verdad están ahí aunque pase el tiempo"
• Silvia Severino, psicóloga: "Estas son las 9 señales de que estás saliendo con alguien muy interesante"

Las críticas, los desplantes o incluso las traiciones en el ámbito personal y profesional suelen doler más de lo que admitimos. La reacción habitual es sentir que todo va dirigido contra nosotros, pero no siempre es así. La psicóloga Silvia Severino ha compartido un truco sencillo para relativizar estas situaciones y evitar que nos afecten en exceso.

“Cuando alguien te critica, te ignora o te traiciona solemos pensar que nos lo están haciendo a nosotros de manera directa, pero la verdad es que casi nunca tiene que ver contigo, sino con su propia herida. Es su tema”, explica la especialista.

La clave, según Severino, está en cambiar el lenguaje con el que interpretamos lo que sucede. Normalmente añadimos un “me” que coloca a la otra persona en una posición de ataque directo: “mi jefe me insulta”, “mi cuñada me critica”, “mi padre me traiciona”. Sin embargo, al retirar ese componente personal y decir simplemente “mi jefe insulta” o “mi cuñada critica”, conseguimos despersonalizar el acto y recordar que la conducta del otro habla de él, no de nosotros.

“Lo que otros hacen refleja su propio estado, no el mío. No es mi valor como persona”, subraya Severino. Este matiz lingüístico ayuda a distanciarnos emocionalmente de la situación, rebajar la carga negativa y no caer en una espiral de culpabilidad o victimismo.

La gran parte del malestar emocional proviene de la interpretación que damos a lo que ocurre, más que de los hechos en sí. Con un simple cambio de enfoque, como el que propone la especialista, es posible reducir el impacto de los comentarios dañinos y evitar que se conviertan en un lastre para la autoestima.

Este recurso, aunque sencillo, se puede aplicar en el día a día: desde una discusión en el trabajo hasta un comentario desafortunado en el entorno familiar. La próxima vez que alguien actúe de manera injusta o hiriente, puede marcar un antes y un después en la forma de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos.